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» El Ciudadano
Fecha: 27/06/2025 14:56
La tasa de informalidad fue de 42% en el primer trimestre de 2025, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC). Ese dato es 1,2 puntos porcentuales más que el registrado el mismo período del año anterior. En otras palabras, 4 de cada 10 trabajadores no están cubiertos por legislación relevante en materia laboral, impositiva o de la seguridad social. Las cifras están expuestas en un informe coordinado por las investigadoras de la Universidad Nacional de Buenos Aires Roxana Maurizio y Luis Beccaria. El empleo informal afecta a cuatro de cada 10 trabajadores by Claudio de Moya El trabajo fue realizado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas. Gran disparidad La incidencia de la informalidad laboral muestra una gran disparidad. La de los asalariados alcanzó el 36,3%. La de los trabajadores por cuenta propia, el 61,3%. Y la de los patrones, el 24,7%. En el período analizado, el total del empleo informal está compuesto por un 63% de asalariados (más que en mismo período de 2024), un 34% de trabajadores por cuenta propia, un 2% de patrones y un 1% de trabajadores familiares sin remuneración. El mayor peso del trabajo asalariado dentro de la informalidad se debió a su importancia relativa en el empleo total (73%). El informal cobra un 41% menos en promedio La repercusión en el bolsillo de la informalidad fue del orden del 41%, en promedio. Es decir, que si un trabajador formal obtuvo un ingreso mensual de 100.000 pesos (ejemplo para la comparación), uno informal con igual nivel educativo, edad, sexo, en la misma región y en la misma rama de actividad, igual categoría ocupacional y en una empresa de igual tamaño recibió una remuneración mensual de 59.000 pesos. Trabajadores pobres La asociación entre informalidad y bajos ingresos laborales también se reflejó en otra dimensión relevante: el fenómeno de trabajador pobre. Esto es, personas que aun teniendo una ocupación vivieron en situación de pobreza. En el cuarto trimestre de 2024, el 28% de los trabajadores residieron en un hogar pobre. Sin embargo, este valor ascendió a 45% entre los informales y se redujo a 17% entre los formales. Cuando se hace la comparación entre el ingreso laboral mensual y el valor de la canasta de bienes y servicios básicos (línea de pobreza individual) también se observa una gran discrepancia entre ambos grupos de trabajadores. Mientras que el 48% de los ocupados informales tuvo un ingreso laboral mensual inferior al valor de esta canasta, ello sucedió solo en el 6% de los formales. En conjunto, estas cifras reflejaron que tener un puesto de trabajo en Argentina no es un reaseguro para vivir fuera de la pobreza. Por regiones: Rosario, un poco menos que el promedio nacional El desagregado de los datos por aglomerado urbano expone que todos los correspondientes a la región patagónica están entre los de menores tasas de informalidad. Desde Ushuaia (20%) hasta Viedma – Carmen de Patagones (33%)0. Por el contrario, las regiones Noroeste, Cuyo y Nordeste son las que exhiben mayor incidencia del fenómeno, con tasas superiores al 49%. Los valores de las otras regiones son de gran disparidad entre aglomerados. Por ejemplo, en NOA, La Rioja tiene una tasa de informalidad de 40%, mientras que Gran Tucumán – Tafí Viejo exhibe la tasa más elevada de todos, con el 62%. El Gran Rosario, por su parte, muestra una informalidad levemente inferior al promedio nacional: un 35,4%. Servicio Doméstico y Construcción, los peores sectores Las tasas de informalidad también difieren significativamente según rama de actividad. En un extremo se ubican el Sector Público (que incluye tanto la administración pública como los servicios de educación y salud públicos) y los Servicios Financieros, con una incidencia de la informalidad de 9,4% y 21,9%, respectivamente. En el otro extremo se ubican el Servicio Doméstico (77,0%) y la Construcción (76,7%). Estos valores son particularmente críticos al considerar que son sectores que concentran la mayor proporción de hombres y mujeres de menor nivel educativo, respectivamente. Alrededor de 26,9% de los hombres de hasta secundaria incompleta trabajan en la Construcción, mientras que casi 34% de mujeres de ese nivel educativo lo hacen en casas particulares. La tasa de informalidad del total de las mujeres se reduciría del 43,5% al 38% al excluir del cómputo el Servicio Doméstico. De la misma manera, la tasa de informalidad de los hombres pasaría del 40,9% al 34% se si excluyera la Construcción.
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