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» Diario Cordoba
Fecha: 27/06/2025 14:34
En un nuevo final de curso, estamos aquí para hacer balance del recién terminado año escolar. En Enseñanza Secundaria, hace un tiempo que algunos profesores hacen lo propio con la evolución y los resultados de sus alumnos, con el propósito de concederles una distinción simbólica que ha venido a llamarse Mención Honorífica. Puesto que, de cualquier modo, se trata de una acción metafórica o figurada, en nuestro caso adjudicaremos algunas estrepitosas reprobaciones a quienes, en algún momento, lograron brillar con luz propia: a aquella alumna que, tras partirnos la cara de un cabezazo, quedó impune y pasó a la clandestinidad; a todos los alumnos que, con la excusa de estudiar, acosaron al prójimo en cada guardia de recreo en la biblioteca; a los estudiantes de Bachillerato que nunca lograron descubrir que la vida iba en serio; a los inminentes universitarios que, en un asombroso compromiso con la sociedad, se solidarizaron con los valencianos y, después de la tragedia, desde sus camas naufragaron en un insoportable descaro, y, de nuevo, a estos mismos, pues tampoco pisaron las aulas el día posterior al ‘apagón’, pero llegaron los primeros en la jornada de reclamación. Asimismo, concedemos una cariñosa Estruendosa Reprobación a los que, aparentemente, no hicieron bien su trabajo, pero casi siempre sentaron cátedra; a la que robó puntos a la discípula, pero también al que los regaló; y, por supuesto, a algunos pedagogos, por continuar avanzando con la mediocre técnica de igualar por abajo. Para todos ellos, pues, un suspenso al que sus propios hechos han negado la posibilidad de obtener una Mención Honorífica como la que sí merecen quienes hacen que esta fiesta, a pesar de todo, siga valiendo la pena. *Lingüista
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