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» Primerochaco
Fecha: 27/06/2025 12:18
Los datos de crecimiento que publicó el Indec la semana pasada muestran un rebote del 5,8% y un crecimiento que viene al 0,8%. Hay que diferenciar los datos para entender en plenitud qué está ocurriendo. El 5,8% interanual festejado como crecimiento es, en verdad, el rebote de la caída del primer trimestre del año 2004. El 0,8% que mide respecto del trimestre inmediatamente anterior te muestra la velocidad a la que la economía se está recuperando. Es matemática pura, algo así como la primera derivada (guiño para los colegas). Para que la sociedad argentina pueda vivir mejor, para que aumente el bienestar general la economía debe salir del “serrucho horizontal”: sube el PBI en los años electorales, cae en los demás. Qué necesitamos para crecer Inversión, mucha inversión. Pero inversión nueva, genuina; aquella que implique un nuevo emprendimiento o una nueva máquina para aumentar la cantidad que se produce. Si la inversión es sólo para arreglar lo que está o para poder prender las máquinas que se apagaron, no implicará crecimiento sostenido. Sólo será rebote. Los economistas lo llaman “estado estacionario”: invierto para mantener las máquinas funcionando, para evitar su obsolescencia. La inversión en capital fijo o máquinas explicará una parte importante del rebote pero lo más importante está en la inversión en capital humano. Para que el crecimiento se haga sostenido en el tiempo, las personas tienen que poder aprender, educarse. La estructura económica mundial está cambiando. No se trata solamente de la irrupción de la inteligencia artificial; sino de la 4ta Revolución Industrial (la que conecta personas con cosas y cosas con cosas). Todo lo que pueda hacer una máquina, lo hará. Las máquinas no tienen sentimientos, no tienen emociones y no necesitan ir al baño. Sus niveles de productividad son explosivos y, además, no reclamarán por derechos laborales ni indemnizaciones. Negarse al futuro es, al menos, pegarse un tiro en el pie.
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