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La Paz » Politica con vos
Fecha: 27/06/2025 11:58
Las declaraciones del dirigente concordiense Rubén Bonelli no hacen más que poner en palabras lo que cientos de militantes, cuadros territoriales y afiliados vienen denunciando hace tiempo: el Partido Justicialista entrerriano está secuestrado por una casta de pseudodirigentes enriquecidos, que se sirven del partido como trampolín personal, mientras cierran el paso a toda expresión genuina del pueblo peronista. Bonelli apuntó directamente contra Adán Bahl, Rosario Romero, José Lauritto y Guillermo Michel, a quienes definió como el “reflejo de la vieja política pronta a sufrir la peor derrota en las elecciones venideras”. La afirmación no es menor: romper con el nepotismo, la rosca permanente y el oportunismo de los cargos heredados se ha convertido en una condición imprescindible para recuperar el rumbo del movimiento. Desde Concordia, Bonelli también encendió luces de alerta sobre manejos irregulares en la Inspección General, lo que muestra que la corrupción y el uso discrecional del poder no son patrimonio de un solo sector, sino una práctica extendida de los que hace años gobiernan sin control. Es tiempo de decirlo con todas las letras: los enemigos del Pueblo ya no están sólo afuera, también se visten de peronistas, firman con la lapicera del PJ pero actúan como gerentes del ajuste,, ese que nos llevó a perder el gobierno y a millones de argentinos al hambre. Frente a ellos, crece la necesidad de una alternativa partidaria verdadera, que democratice las decisiones, que convoque a internas transparentes, sin aparato ni plata sucia, y que devuelva al peronismo entrerriano su raíz popular, obrera y federal. Porque no hay rosca que aguante frente a un pueblo movilizado. Y no hay aparato que resista cuando la militancia se levanta.
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