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Fecha: 27/06/2025 07:42
El Gobierno nacional eliminó un requisito técnico que por casi dos décadas obligaba a certificar en el país cada pila o batería incluida en productos importados. La medida, formalizada a través del Decreto Delegado 431/25, deja sin efecto la aplicación de la Ley 26.184 en lo relativo a la certificación exclusiva del INTI, lo que abaratará el ingreso de miles de artículos de uso cotidiano, como relojes, juguetes, controles remotos y pequeños electrodomésticos. La norma derogada fue sancionada en 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, y exigía que todas las pilas comercializadas en Argentina cumplieran con requisitos de contenido químico y duración mínima, según normas IRAM. El problema surgía porque la única entidad autorizada para validar esos estándares era el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), lo que obligaba a los importadores a realizar trámites duplicados y costosos, incluso cuando los productos ya contaban con certificaciones internacionales de calidad. “Si importabas un reloj con pila, al INTI. Si importabas un juguete con pilas, al INTI. Si importabas un control remoto con pilas Duracell, al INTI”, ejemplificó el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, al anunciar la medida. La iniciativa surgió a partir de un planteo de su equipo técnico, encabezado por Sebastián Einstoss, quien detectó la traba a través del programa “Reportá la Burocracia”. Aunque en un principio fue considerada una regulación menor, el análisis evidenció que generaba un costo innecesario que se trasladaba al consumidor. “La suma de costos y costitos es lo que encarece los productos. De a poco, nos fueron empobreciendo”, advirtió Sturzenegger. El decreto lleva la firma del presidente Javier Milei, del ministro Federico Sturzenegger y del ministro de Economía Luis Caputo, y autoriza la aceptación de certificaciones internacionales para pilas y baterías, eliminando la obligación de validarlas nuevamente en Argentina. La decisión fue respaldada también por el secretario de Comercio Pablo Lavigne y su equipo, junto a funcionarios del área ambiental y de la Secretaría Legal y Técnica. “Poner una restricción es fácil; lo difícil es desarmarla”, remarcaron desde el Gobierno, en referencia a la complejidad del proceso para derogar normativas obsoletas. Con este cambio, el Gobierno busca reducir costos, simplificar procesos de importación y mejorar la competitividad de los productos que llegan al país.
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