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» Barranquerasonline
Fecha: 26/06/2025 12:36
El gremio bancario chaqueño expresó su preocupación por el plan de ajuste impulsado por la presidencia del banco y no descarta medidas de fuerza. Aseguran que está en juego el carácter público de la entidad y cientos de puestos de trabajo. El anuncio del Banco Nación sobre el cierre de 60 sucursales en todo el país encendió las alarmas en La Bancaria Chaco, que declaró el estado de alerta y advirtió sobre un posible avance hacia el desguace total de la entidad. Sin precisiones oficiales sobre cuáles serán las dependencias afectadas, el gremio sostiene que todas las sucursales podrían estar en riesgo. “El boletín de prensa no menciona ninguna sucursal en particular. Habla de cierre de 60 dependencias para generar ahorro, pero sin nombrarlas. Por eso, para nosotros, están todas en riesgo”, afirmó Jorge Díaz, secretario general de La Bancaria en la provincia, quien encabezó el pronunciamiento del sindicato. El Banco Nación, presidido por Daniel Tillard, justificó la medida en el marco de su Plan Estratégico 2024-2027, que ya redujo la red de sucursales de 769 a 709, generando –según datos oficiales– un ahorro superior a los $139 millones, con una proyección de más de $1.000 millones hacia finales de 2025. El ajuste se alinea con el programa de recorte estatal del gobierno de Javier Milei y contempla también la fusión de áreas internas, reasignación de recursos y una redefinición de los denominados “puntos de atención estratégica”. “Van por todo” Desde La Bancaria advierten que el proceso de cierre podría ser solo la primera etapa de un plan más amplio, con objetivos privatizadores. “Si avanzan con ese plan, no van a terminar en sesenta. Van a ir por etapas hasta dejar al banco en condiciones de que algún inversor –que seguramente ya tienen en mente y vinculado al gobierno– pueda comprarlo fácilmente y convertirlo en una sociedad anónima”, denunció Díaz. El gremialista subrayó además que el Banco Nación cumple un rol estratégico en la inclusión financiera, especialmente en localidades alejadas de los grandes centros urbanos donde el sector privado no llega. “No estamos hablando solo de trabajadores, sino de comunidades enteras que podrían quedarse sin acceso a servicios bancarios esenciales”, expresó. Estado de alerta y posible conflicto Aunque hasta el momento no se concretaron cierres en el territorio chaqueño, el sindicato se mantiene en alerta ante cualquier novedad que pueda afectar los puestos laborales o la presencia territorial de la entidad. “Estamos vigilantes y preparados para resistir en todos los terrenos: el gremial, el judicial y el político”, aseguró Díaz. En ese sentido, no se descartan medidas de fuerza en caso de que el “proceso de desguace”, como lo definieron desde el sindicato, continúe. “Defender el Banco Nación es defender lo público, el empleo, y la posibilidad de que cualquier argentino, viva donde viva, tenga derecho a una cuenta, a un crédito o a un cajero automático”, concluyó el referente gremial. La tensión crece en el interior del país, donde el cierre de una sucursal no solo afecta a los trabajadores, sino también al entramado económico y social de comunidades que dependen del banco como pilar de desarrollo. Con información de D.N.
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