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» Comercio y Justicia
Fecha: 26/06/2025 09:25
Por Javier De Pascuale Las pequeñas y medianas empresas (pymes) argentinas atraviesan un momento de incertidumbre, marcadas por una caída en las exportaciones, una contracción del mercado interno y una competencia desleal impulsada por productos importados. Según el Monitor de Desempeño Industrial (MDI) de la Unión Industrial Argentina (UIA), 11,4% de las empresas que exportaban dejaron de hacerlo en la primera mitad de 2025, afectadas por el aumento de costos y la apreciación del peso. Este panorama, sumado a los desafíos estructurales del sector, pone en riesgo la sostenibilidad de las pymes y la generación de empleo. Exportaciones en picada y pérdida de competitividad El informe de la UIA, basado en una encuesta a 600 industriales, revela un deterioro en el desempeño del sector. El 57,8% de las empresas que dejaron de exportar atribuyen esta decisión a la pérdida de competitividad por el alza de costos, mientras que el 31,3% señala la apreciación del peso como factor clave. Entre las pymes que aún exportan, el 31,1% reportó caídas en sus ventas externas, frente a solo un 15,2% que registró incrementos. “Si tenemos una caída de más del 10% de empresas que dejaron de exportar, es por el tipo de cambio”, afirmó Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), en diálogo con la prensa especializada, refiriendo al informe de la UIA. Esta situación refleja un problema estructural: la falta de políticas que fortalezcan la competitividad de las pymes exportadoras en un contexto de apertura comercial. Mercado interno en crisis y costos insostenibles El mercado interno, pilar fundamental para las pymes, también muestra signos de debilidad. El 41,3% de los encuestados por la UIA reportó una caída en las ventas internas, mientras que solo el 24,9% registró aumentos. La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, el endeudamiento de los consumidores y el alto costo de servicios esenciales como la electricidad y el gas –que, según Rosato, duplican los precios internacionales– agravan la situación. Además, los altos costos financieros, que superan la inflación, y una presión impositiva que representa más del 50% del costo de producción en sectores como el textil, colocan a las pymes en desventaja frente a las importaciones. “La apertura de importaciones golpea muy fuerte. Estamos importando mano de obra y generando desocupados en el país”, advirtió Rosato, quien destacó que sectores como el textil, el calzado y la metalurgia, intensivos en mano de obra, son los más afectados. Producción en retroceso y desempleo en aumento El MDI reporta que el 33% de las empresas encuestadas redujo su producción en el primer trimestre de 2025, mientras que solo el 26,1% logró incrementarla. El índice de difusión, que mide la diferencia entre sectores en alza y en baja, arrojó un resultado negativo de -6,9%, revirtiendo la leve recuperación observada en octubre de 2024. Las ventas de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) también cayeron un 2% en mayo, a pesar de un aumento intermensual. La creciente desocupación y el cierre de empresas son consecuencias directas de este escenario. “Muchas pymes están en el punto de equilibrio, pasando a perder dinero con las ventas. Si dejan de vender, frenan la producción y despiden gente”, explicó Rosato, quien proyecta un riesgo aún mayor en los próximos seis meses si no se implementan medidas concretas. El reclamo por una política industrial Tanto la UIA como IPA coinciden en que la estabilidad macroeconómica, con baja de inflación y déficit fiscal, no es suficiente sin una política industrial que promueva el empleo y la competitividad. “La baja de inflación nos beneficia, pero debe transformarse en desarrollo para la industria”, señaló Rosato. Entre las demandas del sector, destacan la reducción de la carga impositiva, la revisión de los costos laborales no salariales (como las ART, que llegan al 12% de la masa salarial frente al 1-2% global) y medidas para contrarrestar la competencia desleal de importaciones. El gobierno, según Rosato, insiste en que la estabilidad corregirá estos problemas, pero las pymes “no pueden esperar más tiempo”. Las reuniones con funcionarios, como las previstas con el secretario de PyMEs y el ministro Guillermo Francos, buscan plantear estos desafíos, aunque el sector percibe una falta de definiciones claras en la política económica. Esperanza en la reconversión y nuevos negocios A pesar de la crisis, las pymes buscan alternativas para sobrevivir. La Expo Industrias y Servicios 2025, que se realizará del 19 al 21 de agosto en La Rural de Buenos Aires, será un espacio clave para explorar nuevas oportunidades. Con la participación de YPF y empresas del Mercosur, el evento incluirá rondas de negocios y un Congreso Nacional Industrial para debatir políticas públicas. “Las pymes necesitamos que las grandes empresas nos digan qué demandan para mejorar servicios y costos”, afirmó Rosato, destacando la importancia de la integración con actores como YPF para generar empleo y reactivar el sector. Un futuro incierto Las pymes de todo el país enfrentan un panorama complejo, con una caída significativa en las exportaciones, un mercado interno debilitado y costos que erosionan su competitividad. La apertura comercial, sin un acompañamiento adecuado, profundizó la crisis en sectores clave, mientras que la falta de políticas industriales claras agrava la incertidumbre. Si bien eventos como la Expo Industrias representan una luz de esperanza, el sector reclama medidas urgentes para evitar cierres masivos y proteger el empleo. Sin un cambio de rumbo, las pymes exportadoras y el tejido industrial nacional seguirán en jaque.
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