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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 26/06/2025 03:01
En un acto presidido por la vocal del Superior Tribunal de Justicia, Dra. Gisela Schumacher, se realizó el jueves 19 de junio el juramento y toma de posesión de Carlos Federico Ántola como juez de Paz de Gualeguay. La ceremonia tuvo lugar en el Salón de Audiencias del Tribunal de Juicio y Apelaciones de la ciudad, y contó con la presencia de la intendenta Dora Bogdan, el viceintendente Efraín Martínez Epele, y otras autoridades municipales. Asistieron también el presidente de la sección local del Colegio de la Abogacía, Bartolomé Escobar; magistrados, funcionarios judiciales, personal de los tribunales, representantes de la Unidad Penal N° 7 y de fuerzas de seguridad. —Doctor Ántola, ¿cuánto tiempo estuvo en funciones antes de esta confirmación formal? —Bueno, hace 4 años y 7 meses que inicié, primero como suplente, luego como interino, y a partir de ahora como titular a cargo del Juzgado de Paz de Gualeguay. El trabajo es exactamente el mismo, ya venía desempeñándome en el cargo desde hace un tiempo que, por cierto, no es menor. El trabajo en sí no varía, lo que cambia es la estabilidad en el cargo, que en lo personal sí es importante. —¿Cuál es la función del Juzgado de Paz? —El juzgado tiene dos aristas principales. Por un lado, la funcionalidad jurisdiccional: en su mayoría, las causas que ingresan son juicios de apremio y ejecuciones, es decir, juicios de menor cuantía. Aunque en este último tiempo se han ampliado las competencias, seguimos manejando juicios ordinarios de hasta 60 juristas —que es una unidad de valor legal. Por otro lado, en la parte administrativa, realizamos trámites voluntarios: certificaciones de firmas y copias, informaciones sumarias para otros organismos, declaraciones juradas que permiten, por ejemplo, gestionar becas. Esa es, en líneas generales, la tarea del juzgado de paz. —¿Cuenta con un equipo de trabajo? —Sí, y es fundamental decirlo: este no es un trabajo individual, es un trabajo colectivo. Poder contar con un buen equipo de trabajo como el que tengo es esencial para que uno pueda desarrollar bien la tarea. A mí me toca ser la cabeza del organismo, pero todo lo que se hace es posible gracias al trabajo conjunto. —Actualmente, el Juzgado de Paz funciona dentro del edificio central de tribunales. ¿Está prevista una mudanza a otro espacio? —No, por el momento no. Si bien el lugar ha quedado chico frente a la creciente demanda judicial, seguimos funcionando en la parte trasera del edificio histórico de tribunales, ubicado en Monte Caseros y Rocamora, frente a la Plaza Constitución. Contamos con tres dependencias para el funcionamiento del juzgado y por ahora continuamos aquí. —Para finalizar, ¿qué siente en este momento tan significativo? —Es una alegría personal. Es muy gratificante estar acompañado por la familia, los amigos, los compañeros y el equipo de trabajo, así como por colegas que se han acercado. El afecto que me han demostrado, tanto en lo personal como en lo profesional, es muy importante. Ayuda a reafirmar el trabajo que uno realiza día a día. A veces ese reconocimiento es necesario. Gracias.
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