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» El Ciudadano
Fecha: 26/06/2025 02:01
En el marco de la presentación de F1: La película, que este jueves se conoce en los complejos de cine rosarinos como en gran parte del mundo, el astro de Hollywood Brad Pitt dio varias entrevistas para promocionar esta nueva producción que lo cuenta como protagonista. En una de ellas, el actor habló por primera vez en detalle de su paso por Alcohólicos Anónimos porque, casualmente, el periodista había sido su compañero en esa etapa de recuperación después de un momento de su vida de gran oscuridad. El actor, de 61 años, contó que acudió a la agrupación tras su divorcio de la actriz Angelina Jolie, en 2016. “Ver la ruptura de tu familia es ciertamente algo que te abre los ojos; uno tiene que aceptar su culpabilidad y tratar de hacer lo mejor”, expresó. “Podemos decir que es un grupo de hombres ¿está bien? Esta fue una experiencia asombrosa, fue un grupo de hombres. Mi primer día en Alcohólicos Anónimos fue mi primer día sobrio, pienso que fue simplemente increíble. Éramos hombres compartiendo experiencias, errores, tropiezos, necesidades, y con mucho sentido del humor”, reveló el actor sin ocultar lo que vivió. “Cuando llegué allí estaba prácticamente de rodillas y muy vulnerable; había probado de todo, todo lo que me ofrecían, fue un momento difícil. Necesitaba volver a comenzar. Necesitaba levantarme carajo!, lo cual significó mucho para mí”, detalló el actor, una de las figuras más cotizadas de la industria del cine a nivel mundial. Tras dos sesiones en Alcohólicos Anónimos, pudo darse cuenta de varias cosas: “Me di cuenta que me volví muy responsable de mi problema, soy muy bueno siendo responsable, eso me ayudó a ponerme en control de la situación, y ahora es como una misión, es como «¿y ahora qué hago con esto? ¿Cómo puedo solucionarlo?» y «¿qué puedo hacer para que no suceda de nuevo?»”. Un éxito cantado Con Lewis Hamilton en la producción y unas espectaculares secuencias de carreras, F1: La película llega este jueves a los cines de Rosario con el objetivo de convertirse en el éxito de la temporada, aprovechando el buen momento de Brad Pitt y el buen juego que da el deporte en el cine. Pero para quien no adore a Pitt o la Fórmula 1, la película es una sucesión de clichés en una historia mil veces vista en el cine, que sólo se sostiene por el carisma de su protagonista y por las brillantes escenas rodadas por Joseph Kosinski, que ya demostró su habilidad en Top Gun: Maverick. Brad Pitt interpreta a Sonny Hayes, un veterano piloto que de joven apuntaba a ser un gran campeón de F1 hasta que un accidente truncó su carrera. Treinta años después sobrevive en carreras como las 24 horas de Daytona hasta que un viejo amigo, Rubén Cervantes (Javier Bardem), le ofrece regresar a la principal competición automovilística del mundo para ayudarlo a salvar su escudería. Una mujer, Kate, es la ingeniera jefe del equipo (interpretada por la irlandesa Kerry Condon, y que aquí es simplemente el elemento femenino del film), el piloto joven y arrogante es negro (Damson Idris) y el dueño del equipo, Bardem, es hispano. Todo muy políticamente correcto, con la excepción del personaje de Pitt, un veterano de vuelta de todo que no duda en saltarse mil veces las normas de la Fórmula 1 para ayudar a su equipo. Se trata de una película que reproduce media temporada de la F1, con carreras en Silverstone, Monza, Las Vegas, Budapest, Abu Dhabi, Ciudad de México o Spa-Francorchamps y que se rodó en los circuitos reales. Especialmente en el circuito de Silverstone, que permitió al equipo rodar incluso durante un fin de semana de carrera, eso sí, les dio apenas 20 minutos para poder grabar algunas con 120 mil personas llenando las instalaciones, como se puede ver en un tráiler de Warner sobre la película. Todo es real en el film, incluso los coches que conducen Brad Pitt y Damson Idris, que fueron desarrollados para el rodaje por un equipo de ingenieros de AMG Mercedes. Por la película pasan pilotos como Charles Leclerc y Lewis Hamilton de Ferrari, Max Verstapen de Red Bull, Carlos Sainz de Williams y Alexander Albon. También Fernando Alonso de Aston Martin, o George Russell de Mercedes. Se trata de un despliegue que hace que por momentos la película parezca casi un documental sobre el mundo de la Fórmula 1, aunque con toneladas de efectos especiales y persecuciones espectaculares que inmediatamente hacen que el espectador regrese a la ficción. Se gastaron más de 300 millones de dólares de presupuesto, según los medios estadounidenses, para concretar una película que se hizo en colaboración con la organización de la F1 y sus diez equipos, que encontraron en Brad Pitt la mejor publicidad posible para su deporte a nivel planetario. El film se inscribe además en la tradición de Hollywood de cine sobre carreras, que tiene ejemplos notables como Las 24 horas de Le Mans (1971), con Steve McQueen, o Le Mans 66 (2019), con Matt Damon y Christian Bale.
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