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Parana » Informe Digital
Fecha: 25/06/2025 23:26
En los próximos días concluirá la cosecha gruesa, un período del año durante el cual el sector agropecuario liquida la mayor cantidad de divisas. Para el tercer trimestre, el Gobierno se enfrentará a una mayor presión sobre las arcas del Banco Central. En los primeros días de julio, esto se manifestará con un pago de vencimientos de deuda por USD 4.200 millones. Como informó Infobae, el campo ha acelerado la presentación de declaraciones juradas para exportar. Todas las órdenes registradas hasta el 1° de julio se beneficiarán de la baja temporal de derechos de exportación, que para la soja y el maíz regresarán a los niveles que tenían a principios de año. Con esta medida, que fue anunciada a fines de enero, el Gobierno cedió aproximadamente USD 700 millones en recaudación de retenciones hasta mayo, según estimaciones del consultor Javier Preciado Patiño. En el equipo económico han reiterado en los últimos días que no hay margen fiscal para extender esta medida, ya que el Poder Ejecutivo intentará mostrar un ajuste más marcado de lo prometido al FMI, para lo cual necesitará asegurarse ingresos tributarios. El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue consultado esta tarde en conferencia de prensa sobre la posibilidad de extender la rebaja temporal de retenciones. Aseguró que “no hay ninguna determinación”, aun cuando el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, ya habían anticipado que las alícuotas volverán a aumentar desde julio. Post cosecha: qué le espera a las reservas El tercer trimestre, tradicionalmente, es un período en el que el BCRA acumula menos reservas en comparación con el resto del año. Generalmente, al cierre aparecen las divisas de la cosecha fina que comenzará en las próximas semanas, aunque el ingreso de dólares del complejo agroexportador se concentra en un 40% entre abril y mayo. Sin embargo, el Gobierno se ha mantenido al margen del mercado de cambios oficial durante la aceleración del ingreso de divisas del agro, optando por otras alternativas para sumar dólares, especialmente ahora que la meta con el Fondo Monetario está próxima a su fecha de finalización. Según Outlier, Argentina no cumplió con la meta de reservas netas establecida para el 13 de junio. Esta meta implicaba una variación negativa de USD 500 millones en comparación con el cierre de 2024, pero el saldo fue aún más negativo: la cifra registrada fue una caída superior a los USD 3.000 millones hasta esa fecha. El informe señala que, dado que la revisión del programa y el desembolso correspondiente parecen estar suspendidos sin definiciones oficiales, no se puede determinar si la meta se reprogramará manteniendo el mismo monto, pero cambiando la fecha de referencia. Sin embargo, la próxima meta, fijada para el 30 de septiembre, establece una reducción de reservas netas por USD 600 millones respecto al mismo cierre de 2024. Aunque esta nueva exigencia podría parecer más alcanzable, Outlier advierte que existen factores que complican el panorama. El Tesoro debe afrontar el 9 de julio un pago superior a USD 4.000 millones por vencimientos de capital e intereses de los bonos Globales y Bonares. Este egreso impactará en la métrica de reservas netas del acuerdo, ya que este cálculo incluye los depósitos del Tesoro en moneda extranjera, que al 18 de junio sumaban USD 3.995 millones. Por su parte, Portfolio Personal Inversiones (PPI) estimó que, según los más recientes datos disponibles de la planilla de reservas internacionales del BCRA correspondiente a mayo, las reservas netas en su cálculo más restrictivo cerraron ese mes en -USD 1.880 millones. Esta métrica considera como pasivos tanto los depósitos del Tesoro en moneda extranjera en el BCRA como los vencimientos del Bopreal en los próximos doce meses, que se estiman en USD 3.218 millones, incluyendo la tercera cuota de capital de la Serie 3. No obstante, al 19 de junio, esa cifra se elevó a -USD 131 millones, impulsada principalmente por el ingreso de USD 2.000 millones del repo acordado con bancos comerciales el 13 de junio, entre otros factores. Si se excluyen los depósitos del Tesoro como pasivos de corto plazo, las reservas netas habrían alcanzado USD 1.180 millones a finales de mayo y USD 3.850 millones al 19 de junio. Este último registro, el más alto desde enero de 2023, incluye los USD 1.000 millones ingresados por la primera licitación del Bonte 2030, pero aún no contempla los USD 500 millones adjudicados en la segunda subasta cuyo pago se realizó el 23 de junio. Las reservas líquidas, por su parte, aumentaron a USD 15.260 millones a finales de mayo y se estimaron en USD 18.360 millones al 19 de junio, un nivel que no se alcanzaba desde julio de 2020. “De cara al futuro, el objetivo de acumulación de reservas netas para el tercer trimestre apenas varía, situándose en -USD 600 millones”, coincidió PPI. “No obstante, las reservas se reducirán en este plazo, como mencionamos, en al menos USD 4.200 millones con los pagos del 9 de julio y podrían aumentar como máximo USD 3.000 millones debido al tope mensual de USD 1.000 millones establecido para las subastas del Tesoro. Aún está por definirse si el Tesoro intervendrá en el MULC para adquirir ‘bloques’ de reservas y evitar una presión excesiva a la baja sobre el tipo de cambio ante eventuales colocaciones corporativas y provinciales. En relación a los flujos vinculados al agro, se ha observado una aceleración en la liquidación antes del aumento de retenciones previsto para el 1° de julio. El lunes ingresaron USD 262 millones y el martes USD 195 millones, en comparación con el promedio de USD 169 millones de la semana anterior. Aunque el cambio en las alícuotas genera un incentivo inmediato, la dinámica no necesariamente se detendrá el próximo lunes. Desde el Gobierno, la postura es contraria: no hay faltantes de reservas, sino excedentes. El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, afirmó en un evento organizado por IAEF que en la última fase del plan económico “el mercado cambiario se liberó, estamos en un país dolarizado; el apocalipsis cambiario no sucedió”. “Estuvimos ocho meses explicando nuestro programa al FMI para que comprendieran los cimientos que necesitábamos para dar este paso, y lo entendieron”, comentó. Consultado sobre la necesidad de acumular reservas, Werning comentó: “Lo primero que buscó el Gobierno es establecer el sistema cambiario. Si interveníamos, generábamos sesgo al alza. No tenemos ni necesidad ni urgencia. El FMI nos prometió USD 20.000 millones; ya nos dio USD 12.000 millones. No faltan reservas, nos sobran reservas. Si no compras reservas, lo harás mañana”, concluyó.
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