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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 25/06/2025 19:20
¿Qué nos sucede a los seres humanos hoy en día cuando nos ofenden? Se pregunta el periodista Luis Alem al reflexionar sobre la expresión "cabeza de termo". ¿Qué nos sucede a los seres humanos hoy en día cuando nos ofenden? Esa sensación de sentirse disminuidos por hechos o palabras de alguien. Porque, en verdad, se siente así. Quizás la expresión de estos días y que pude leer causándome mucha gracia (debo reconocerlo) que ofende realmente es “cabeza de termo”. Quizás humillante hasta por demás porque su significado lo explica bien “una persona, que carece de inteligencia y actúa de una manera absurda o contraria a lo que es razonable o lógico”. Desde el lunfardo también coinciden que se trata de alguien “falto de inteligencia o de razón”. Lo que pude leer criticaba a seguidores de Cristina Fernández y no llegué a comprender el argumento para tal ofensa, pero también es cierto que hoy en día nos permitimos y permitimos aceptar y naturalizar este tipo de “ofensas”. Si todos lo hacen (ofender) ¿Por qué yo no? Cabría como justificación, quizás, de alguien que sea “cabeza de termo”. Más allá del juego de palabras, tampoco entiendo la mención al termo y a su cabeza, más aún, pensando que a la expresión “cabeza de termo” la relacionamos, en todo caso, a “cabeza hueca” o para ser más literato “cabeza de alcornoque”. Pero ¿Volvemos al porqué “termo”? Un elemento que todos conocemos, indispensable para nuestro acervo entrerriano y que más que cabeza (aunque en la frase el termo es toda la cabeza) tiene un pico por donde sale el agua caliente. ¿Y por qué a alguien se le dice “termo”? Veamos. “Referido a la persona que excita sexualmente a otra u otras”. Caramba nos fuimos por “el lado de los tomates” diría mi viejo. Entonces, por la forma del termo podría pensarse en un símbolo de seducción, sexual o fálico, pero tampoco se hace alusión al género. Podríamos ir por el lado de “calentar la cabeza” que es la acción de molestar, cansar a alguien y quizás relacionarlo con buscar “excitar a otra u otras personas”. Y ahí nos separamos un poco del principio y que un “cabeza de termo” es alguien que tiene pocas luces. El termo y su cabeza, que está caliente por el lógico paso del agua a casi 100 grados, quien molesta y hace “calentar” a otra persona… en fin por ahí andamos. Demuestra las variables, las acciones y costumbres que se transportan por nuestro idioma creando expresiones, frases, dichos que se arraigan popularmente. Pero no quiero dejar de pasar por alto la cuestión de la ofensa, una acción que lamentablemente se viene naturalizando desde hace algún tiempo y que en varias ocasiones derivan en hechos desagradables en ambos lados, es decir, de quien ofende y/o del ofendido. Una acción que no tiene justificativo de ninguna naturaleza tratándose de “Humillar o herir el amor propio o la dignidad de alguien, o ponerlo en evidencia con palabras o con hechos”, algo que bien podríamos adosar a los “cabeza de termo”. Luis Evaristo Alem - Periodista
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