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» Diario Cordoba
Fecha: 25/06/2025 13:25
El Córdoba CF se ha propuesto corregir una de sus asignaturas pendientes para los nuevos retos que ya le van asomando por el horizonte. Y es que tras una temporada 2024-25 en la que el sistema defensivo fue el punto más frágil del equipo -fue la sexta más goleada del campeonato-, la comisión deportiva blanquiverde ha dejado claro que la hoja de ruta pasa por atender a una prioridad clara: convertir la retaguardia en una fortaleza. Y los primeros pasos no se han hecho esperar. En apenas unas semanas, el club ha cerrado tres incorporaciones para la zaga: Rubén Alves, que regresa como propiedad tras desvincularse del Tenerife; Juan María Alcedo, procedente del Albacete; y Franck Fomeyem, uno de los centrales revelación en Primera Federación, que aterriza desde el Antequera. Tres perfiles distintos para renovar la base de un bloque que aún tiene movimiento pendiente en esta parcela. Más alternativas, más competencia Porque con estas altas, y a falta de nuevos refuerzos, Iván Ania cuenta con más soluciones que hace un año. También se espera la incorporación Matías Barboza a la ecuación, pendiente de su evolución física tras una campaña prácticamente en blanco por lesión -en pretemporada será evaluado-. A ellos se suman tres nombres ya asentados: Carlos Albarrán, Carlos Isaac y Xavi Sintes. En el aire sigue el futuro de José Manuel Calderón, eso sí, que mantiene contrato hasta 2026 en El Arcángel pero cuyo protagonismo se diluyó durante la segunda vuelta del pasado ejercicio. La decisión final sobre el lateral zurdo paradeño marcará otras operaciones en ese perfil… Especial interés genera igualmente la figura de Franck Fomeyem en este aspecto, un futbolista que encaja de lleno en el patrón que persigue el área noble blanquiverde: polivalencia, juventud, físico, recorrido y margen de crecimiento. Aunque el Córdoba CF lo ha firmado como central, en Antequera rindió en prácticamente todos los puestos de la defensa. De hecho, jugó muchos minutos como lateral derecho, e incluso actuó por la izquierda. Aquí, al menos de inicio, competirá en el eje con Sintes y Barboza. Fomeyem, durante su reconocimiento médico con el Córdoba CF, junto al doctor José Miguel Bretones. / CCF Alcedo y el lateral izquierdo En la izquierda, Alcedo se perfila como opción principal. Llega desde el Albacete con tres temporadas de experiencia en Segunda y un perfil ofensivo que recuerda al de Calderón, similar en edad pero con algo más de rodaje en la categoría. Sin embargo, su rol como revulsivo en el Carlos Belmonte -no fue indiscutible- deja abierta la puerta a reforzar aún más ese costado si aparece una oportunidad de mercado. Todo dependerá, nuevamente, de si Calderón continúa o no. O incluso de forma independiente: si llega un nuevo efectivo para el carril, el paradeño podría hacer las maletas definitivamente. Un tridente claro Donde parece no haber dudas es en el carril diestro. Carlos Albarrán, renovado por tercera campaña, y Carlos Isaac, que cumplirá su segundo curso como blanquiverde, forman una dupla sólida y fiable. Cubierto se antoja el perfil derecho, incluso con incidencia en el izquierdo: tanto el catalán como el extremeño actuaron a pierna cambiada en diversas ocasiones durante el campeonato, sobre todo en el caso del primero. La versatilidad de Fomeyem, además, suma en esa zona, por lo que, salvo sorpresa, la derecha está cerrada. Y en el centro de la defensa, Rubén Alves volverá a liderar. El hispano-brasileño convenció desde el primer día tras su llegada en enero, ganando peso dentro y fuera del campo. Ahora, como propiedad y patrimonio del club, será uno de los pilares sobre los que Ania construya la segunda temporada en el fútbol profesional. Rubén Alves celebra su gol ante el Zaragoza en La Romareda. / LOF La retaguardia, en construcción Con todo, son ya siete los defensores que tiene a día de hoy el Córdoba CF en nómina para su retaguardia. Aunque la estructura empieza a perfilarse, aún quedan pasos por dar. En la agenda hay margen para una posible incorporación más en el lateral zurdo, así como la llegada de un central izquierdo que complete la línea. Porque la idea está clara: si el objetivo es crecer en Segunda, toca blindarse desde atrás. Y ya ha empezado la construcción de ese muro. Suscríbete para seguir leyendo
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