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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/06/2025 12:35
La correntina apostó por un rotundo cambio de look y respondió los comentarios negativos en las redes (Instagram) Desde que pisó la casa de Gran Hermano 2022, Coty Romero dejó en claro que su historia no era sencilla. En aquel encierro donde todo se ve, se juzga y se amplifica, la joven correntina no ocultó los momentos oscuros de su vida. Habló de haber atravesado trastornos alimentarios y de otras situaciones aún más delicadas, en las que su vida estuvo en riesgo. Pero también dejó al descubierto una fragilidad que, lejos de desaparecer, sigue doliendo cada vez que las críticas apuntan al cuerpo. El martes por la noche, Coty volvió a ser el centro de comentarios. Todo por una foto que subió a sus redes: vestida con un impactante vestido rojo, el cabello largo, castaño y suelto, posando para asistir a la gran final de Gran Hermano. Si bien ella la compartió con orgullo, lo cierto es que se encontró con un panorama que la descolocó. Apenas publicada, comenzaron a lloverle los mensajes con observaciones sobre su figura. Y esta vez, decidió no quedarse callada. “Hoy subí la foto y aunque antes de hacerlo dudé, porque sabía los comentarios que vendrían, me replanteé el querer cumplir con ciertos estándares”, escribió. Sosteniendo esa línea, resaltó: “Me siento orgullosa, porque en otro momento de mi vida no lo hubiese hecho”. El descargo no terminó ahí. Coty abrió su corazón y su historia personal: “No quiero ser parte de una sociedad que tenga que dejar de comer para verse bien, ni tener que pasar por un quirófano para satisfacer a otros. Estoy en mis días, sí. Soy mujer, sí. Se me ve más inflamada cuando tengo mi período, tengo grasa que cubre mi vientre, soy bajita y con piernas y caderas prominentes, tengo pechos perfectos y mis brazos voluminosos… pero así son justamente las cosas que más amo de mí”. El deslumbrante look de Coty en la final de Gran Hermano El mensaje, potente, fue directo a sus seguidores, sobre todo cuando recordó los episodios que la marcaron: “Empecé el gimnasio por salud, pero no me cuido con las comidas porque me causó un trastorno en su momento. Me gusta vestirme como quiero, sin seguir patrones ni ‘consejos’, porque son cosas completamente subjetivas. Y porque al final del día sólo importo yo, sólo valgo porque es mi vida, mi cuerpo y mi paz”. Una frase, especialmente, fue celebrada en redes por su crudeza y sinceridad: “No quiero agradar, soy sólo yo”. Con esa consigna, Coty desafía los mandatos estéticos que circulan en redes y se posiciona desde un lugar de aceptación, sin disfraces. “Con manchas y sin maquillaje, con celulitis, estrías y granos, voy a mostrarme tal cual soy. Porque no me nace inventar lo que no soy”, continuó. Y agregó: “Me di cuenta que mientras más intentás esconder lo que sos, más personas te alejan. Es más lindo poder aceptarse sin filtros, ser reales, con errores y virtudes”. Coty se sinceró ante las múltiples críticas que recibe por su físico El mensaje final fue para quienes se sienten como alguna vez se sintió ella: “Ojalá vos, que te sentís juzgado/a, incómodo/a y/o inseguro/a por alguna razón, puedas entender que está bien abrazar tus ‘defectos’ y que no tenés que dejar de ser quien sos”. Y no terminó de exponer sus sentimientos en esa historia, sino que continuó en otra donde se la podía apreciar en medio de uno de los parques de Disney, con el icónico castillo de fondo. Vestida con un conjunto deportivo y una rosa al cuello, se mostró auténtica, sonriente y segura, acompañando la postal con un mensaje de amor propio: “Ámense, con o sin panza, altos o bajos, con pelitos por todas partes o con partes en donde cuesten crecer pelitos”, escribió. En un texto que destila ternura y fortaleza, la excompetidora invitó a sus seguidores a celebrar sus cuerpos, a agradecer el simple hecho de poder moverse y ser libres. “Quien es feliz, no se fija en los demás”, cerró. "Quien es feliz, no se fija en los demás", sentenció la exparticipante (Instagram) En medio de un universo de juicios rápidos y cuerpos editados, Romero se plantó con lo único que no pasa de moda: la verdad. Sin escudos, sin artificios, y con la convicción de que mostrarse vulnerable no la debilita, sino que la fortalece. Porque al final del día, lo que más impacta no es su vestido rojo ni sus curvas, sino el coraje de ser ella misma.
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