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Parana » Radio La Voz
Fecha: 25/06/2025 07:53
Una historia que duele y que interpela a toda la sociedad. Blanca, una mujer de 78 años, fue dada de alta este lunes en el Sanatorio Río, ubicado sobre calle España, tras haber sido operada y recibir la atención médica correspondiente. Sin embargo, la vida le presentó una dura realidad: no tiene familia ni un lugar donde estar. La señora, de avanzada edad y con visibles signos de fragilidad, pasó toda la noche sentada en la sala de ingreso de la clínica, aguardando la concreción de un trámite para ser trasladada a un hogar de adultos mayores. Según trascendió, una persona se había comprometido a gestionar su ingreso al Hogar San Vicente de Paul o al Hospital Palma, instituciones que asisten a personas de la tercera edad en Paraná. Sin embargo, ese compromiso nunca se materializó. Una noche eterna en una silla y la espera que duele Blanca pasó la noche completa sentada, sin descanso, esperando una solución que aún no llega. La clínica, de manera humanitaria, le permitió permanecer en el hall de ingreso para resguardarla, pero su situación se torna insostenible. Si no se concreta su ingreso a una residencia, esta noche podría ser la segunda que atraviese en esa misma condición, sin cama ni abrigo digno. Tiene su pensión, pero falta voluntad Es importante destacar que Blanca es una persona que, a lo largo de su vida, trabajó y hoy cobra una jubilación, por lo que está en condiciones de solventar el gasto que implica residir en un hogar. Lo que falta es voluntad, compromiso y celeridad en los trámites. Llamado urgente a la solidaridad Desde este medio apelamos a la solidaridad de las autoridades, instituciones o personas que puedan colaborar para evitar que Blanca vuelva a pasar otra noche sin dormir, sentada en una silla, expuesta al cansancio, al frío y a la tristeza de la soledad. Porque nadie merece llegar a la vejez en estas condiciones. Porque el respeto y el cuidado de nuestros adultos mayores habla de la sociedad que somos. Si alguien puede colaborar para agilizar su ingreso al Hogar San Vicente de Paul, al Hospital Palma, o a cualquier espacio digno, rogamos que lo haga cuanto antes. El tiempo corre y Blanca no puede seguir esperando.
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