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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/06/2025 05:04
Nora Dalmasso y Marcelo Macarrón, tiempo antes de la tragedia A casi dos décadas del femicidio de Nora Dalmasso, ocurrido en 2006 en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, la causa vuelve a ocupar el centro de la escena judicial y mediática. Por un lado, el éxito del documental de Netflix sobre el caso reflotó el debate sobre el crimen. Por otro, la causa dio un giro de 180 grados tras la imputación de Roberto Bárzola, un trabajador que colocaba pisos de parquet en la vivienda familiar y cuyo perfil genético coincide con el ADN encontrado en la ropa de la víctima. Este hallazgo abrió una nueva etapa en el caso, marcado por irregularidades, hipótesis infundadas y un largo camino de sufrimiento para la familia de la víctima. A fines de diciembre de 2024, la Unidad Fiscal Especial de Río Cuarto confirmó un dato clave: el perfil genético de Bárzola coincidía con las huellas encontradas en el cinturón de la bata con el que asfixiaron a la mujer hasta matarla. Esta acusación fue rechazada por su abogado, quien además pidió la extinción de la causa por prescripción. Por su parte, el fiscal Pablo Jávega, quien se encuentra al frente de la investigación desde la absolución del viudo Marcelo Macarrón en 2022, argumentó que la causa no debería prescribir, ya que la acción penal estuvo suspendida en momentos en que estuvieron imputados Marcelo y su hijo Facundo. En esta línea trabaja la defensa de la familia Macarrón, que no sólo apunta a que se conozca la verdad sobre el asesinato de Nora Dalmasso sino que trata de evitar que el mismo quede impune. El abogado Gustavo Liebau, defensor de Marcelo y Valentina Macarrón El abogado Gustavo Liebau acompaña el caso desde el primer día. En diálogo con Infobae, apunta contra las dilaciones judiciales y argumenta por qué la causa no debería prescribir, pese a la estrategia de la defensa del nuevo imputado. - ¿Qué significado tiene para usted y para la familia Macarrón la imputación de Roberto Bárzola, 18 años después del crimen? - En las pruebas genéticas, tomadas en la escena del crimen, había un ADN desconocido (que no pertenecía a ningún miembro de la familia) que en su momento lo informó el FBI, y sugirió que se investigue a un trabajador, el parquetista Roberto Bárzola, quien ahora está imputado por el delito de abuso sexual seguido de muerte. Bárzola estaba colocando el piso de parquet y ese día, sábado, no tenía que ir a trabajar porque llovía. Su jefe lo mandó a otra casa, pero el dueño dijo que nunca fue. - ¿Pero fue visto ingresando al barrio Villa Golf? - Él aseguró que a las 8 de la mañana tocó la puerta (de la casa de Nora Dalmasso), pero nadie lo atendió y se fue. Las ocho de la mañana es la hora exacta de la muerte, según los peritos. Él mismo declaró que fue a la casa. Y para finalizar el cuadro, sobre el cuerpo de la víctima se encontró un pelo que corresponde al señor Bárzola. Sin embargo, durante años se especuló con que la prueba genética era concluyente respecto de la responsabilidad de Macarrón. Según algunas especulaciones en su contra el esposo era Dios, porque estaba en dos lugares al mismo tiempo: a la misma hora que mataron a su esposa salió a jugar al golf en Punta del Este. - ¿Por qué no se interrumpió al prescripción de la causa pese a los movimientos que tuvo estos años? - Lo que sucede es lo siguiente, este señor (Bárzola) nunca fue imputado, entones el argumento que se plantea es que no se interrumpió la prescripción respecto de él. Hay un juicio por la verdad que puede seguir. Pero ese sería un juicio para que se declare solamente, y no podría haber una condena. - ¿Sin embargo, considera que el argumento de la prescripción no debería prosperar en este caso? - Nosotros queremos condenas y hemos planteado, las defensas y la fiscalía, que como estuvieron imputados los integrantes de la familia, eso impidió su derecho de ser querellantes, y eso fue un obstáculo de hecho que va en contra de la Constitución y los tratados internacionales. Estamos dando una lucha despareja e injusta porque desde el principio la familia y la víctima fueron los acusados. - ¿Cómo sigue este proceso en la Justicia? - El planteo sobre la prescripción ya lo tiene la Cámara de Apelaciones. La defensa de Bárzola planta la prescripción, el juez se la rechaza pero dice que la causa debe continuar solamente por el juicio de la verdad, los querellantes y el fiscal dicen que siga por todo, porque la familia no había podido accionar. En este caso puntual, entendemos que la prescripción es inconstitucional o está interrumpida. Ahora el tema lo tiene la Cámara del Crimen de Río Cuarto. Esperamos que a fin de año haya una resolución. - ¿Hubo definitivamente un juicio mediático y social sobre la familia? - Sí, por eso nosotros necesitamos que la gente sepa lo que pasó. Durante 18 años defendí a la familia de Nora Dalmasso y hasta mis propios amigos creían que había sido el marido. En derecho penal se llama “la mala víctima”, donde la sociedad cuestiona la conducta o reputación de la víctima, que no se puede defender. Pero nada justifica que un violador y asesino ande suelto. Mientras la Justicia debate si la causa puede avanzar más allá del juicio por la verdad, la familia de Nora Dalmasso —y sus abogados— siguen esperando una resolución que les permita dejar atrás los años de sospechas infundadas y obtener una verdadera condena contra el responsable del crimen. “No vamos a bajar los brazos en hacer justicia por la víctima”, insiste Liebau. Porque, como él mismo lo resume, este no es sólo un caso judicial, sino una batalla contra la injusticia, la impunidad y los estigmas que —a casi veinte años del crimen— aún siguen pesando.
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