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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/06/2025 04:42
Un hombre cuenta billetes de dólares estadounidenses en una casa de cambio en Beirut, Líbano. Crédito: Reuters Los bonos en dólares parecen estar saliendo de un letargo que tuvieron en los últimos dos meses. Ayer se registraron subas generalizadas y los inversores empiezan a ver una buena oportunidad para aprovechar de cara al inicio del segundo semestre. Los más beneficiados en la rueda de ayer fueron los que se encuentran en el medio de la curva (con vencimientos en 2035 y 2038), registrando subas de 2,5% a 2,7%. Ayer fue una gran jornada financiera global por el acuerdo para que cesen los bombardeos entre Irán e Israel. En Wall Street se registraron subas de 1,5% (especialmente en tecnológicas) pero también Bitcoin volvió a cotizar por encima de los 105.000 dólares, mientras que las acciones argentinas tuvieron subas de hasta 7% en Wall Street. Habrá que ver en este caso si tiene impacto la decisión de MSCI de mantener al mercado local como ”standalone”, es decir que por ahora no accederá al grupo considerado como “fronterizo” y mucho menos “emergente”. En este contexto, no fue extraño que los bonos también repunten. Pero más allá del mejor clima financiero global, que impactó positivamente en los activos más riesgosos, los bonos en dólares volvieron a quedar en la mira de muchos inversores. Hay varios factores que confluyen para que ganen impulso en la segunda parte del año. “Los bonos en dólares quedaron un tanto olvidados en estos últimos meses. Pero teniendo en cuenta la voluntad de pago del Gobierno y las nuevas alternativas que se van abriendo para conseguir dólares, la realidad es que están cotizando a valores muy atractivos”, señaló uno de los principales operadores de renta fija del mercado local. Mientras tanto, el riesgo país se mantiene en niveles cercanos a los 700 puntos básicos. La apuesta es que la recuperación de las cotizaciones lo lleve a niveles más cercanos a los 500 puntos entre fines de este año y el primer trimestre de 2026. Uno de los aspectos destacados de lo que se viene en el corto plazo es el pago de intereses y capital de los bonos dolarizados el 9 de julio. No solo se trata de una nueva manifestación de voluntad de pago por parte del Gobierno. También implica que se estarán volcando cerca de USD 4.200 millones al mercado. La apuesta es que parte de esos dólares sean reinvertidos en más títulos, lo que le daría un impulso adicional a los precios. Además, la semana pasada el Tesoro salió a recomprar deuda que estaba en poder del Central. Esto implica una disminución de la carga de pagos que habrá que enfrentar en julio y por supuesto en los próximos semestres. Los inversores también miran otras variables, como la evolución de las reservas internacionales. En este caso el Central consiguió acumular por distintas vías. Por un lado, el Gobierno cerró un repo con bancos extranjeros por USD 2.000 millones, mientras que el Tesoro colocó deuda en pesos, captando USD 1.500 millones a través del Bonte 2030. De esta forma, el stock llegó a los USD 40.800 millones, aunque las reservas netas son apenas positivas. El nivel de reservas del Banco Central es un dato clave porque es lo que marca la futura capacidad de pago del Gobierno. Las colocaciones de deuda internacional de parte de entidades como Banco Macro o Pampa Energía también representan un mecanismo de acumulación de dólares. Las elecciones legislativas, que se realizarán el 26 de octubre, son otro dato clave para el mercado. Un buen resultado electoral para el Gobierno tendría un impacto positivo sobre los inversores, que se reflejaría en un impulso adicional para los bonos. La decisión de la Corte Suprema de impedirle a Cristina Kirchner ser candidata, confirmando su condena a prisión, no tuvo sin embargo mayor impacto en las cotizaciones. También hay expectativa porque para fin de año quedaría totalmente liberado el dinero ingresado en el blanqueo del 2024. Quienes entraron más de USD 100.000 debían permanecer dentro del sistema financiero, sin posibilidad de retirar el dinero. Parte de esos fondos se invirtieron en bonos, pero habrá que ver qué ocurre una vez que se liberen las restricciones. Si bien existe el peligro de un retiro parcial de ese dinero, otros apuestan a que también se volcará una parte a inversiones reales, especialmente del sector inmobiliario.
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