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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 24/06/2025 20:50
Los futbolistas de Benfica Nicolás Otamendi y Gianluca Prestianni celebran tras ganar el Grupo C del Mundial de Clubes y decretar la eliminación de Boca (REUTERS/Kai Pfaffenbach) El triunfo de Benfica por 1-0 ante Bayern Múnich en la última fecha del Grupo C del Mundial de Clubes 2025 confirmó la eliminación de Boca Juniors y dejó sin chances al equipo argentino, que dependía no sólo de su resultado sino también de lo que ocurriera en el otro partido de la zona. La victoria del conjunto portugués, que tuvo como titulares a los argentinos Ángel Di María, Nicolás Otamendi y Gianluca Prestianni, marcó el rumbo del grupo y relegó al Xeneize a un final anticipado en el certamen. Tras el encuentro, Otamendi, confeso hincha de River Plate y quien le anotó un gol agónico a Boca en el debut, tanto que lo celebró con mirada desafiante de cara al público xeneize, compartió varias imágenes desde el vestuario. La primera fue una foto selfie, mientras que la segunda se lo ve junto a los otros argentinos: Ángel Di María y Gianluca Prestianni. “A octavos”, reza el mensaje, junto a varios emojis en el que sobresale uno pidiendo silencio. El posteo fue publicado por el juvenil ex futbolista de Vélez y reposteado por el campeón del mundo con la selección argentina. La foto que compartió Otamendi tras la clasificación del Benfica en el Mundial de Clubes Di María, Otamendi y Prestianni celebran en el vestuario la clasificación del Benfica Boca arribó a la jornada definitiva con un escenario condicionado. Para avanzar, debía golear a Auckland City y esperar que el Bayern Múnich, una de las potencias europeas, derrotara a Benfica. La combinación de resultados era compleja pero posible. Sin embargo, en el Bank of America Stadium, Benfica exhibió desde el inicio una postura inteligente y pragmática. El equipo dirigido por Bruno Lage se enfocó en cuidar su arco y controlar los avances de un Bayern con pocas ideas ofensivas a lo largo del partido. La resistencia de Benfica se sostuvo sobre una defensa segura, liderada por Otamendi, y por la capacidad de Di María para manejar los tiempos en el mediocampo. La paciencia fue una de las claves del conjunto portugués, que aguardó un error o una descoordinación defensiva del equipo alemán. El tanto llegó en el primer tiempo con una jugada colectiva que terminó con el gol del noruego Andreas Schjelderup, desatando la celebración en el banco luso y la preocupación en el equipo argentino, donde ya se notaba la decepción por el resultado ajeno. Mientras tanto, Boca intentaba encontrar soluciones ante el equipo neozelandés pero carecía de profundidad y eficacia en los metros finales. El plantel del Xeneize y su cuerpo técnico siguieron minuto a minuto las novedades desde el otro estadio. El gol de Benfica fue el golpe final para las aspiraciones argentinas. Aunque todavía quedaban minutos por jugar, debido a la interrupción del juego por las inclemencias del tiempo, las posibilidades de clasificación se disolvieron antes del pitazo final en el GEODIS Park. El cierre del grupo dejó a Benfica en el primer lugar con siete puntos y a Bayern Múnich segundo con seis. Boca Juniors acumuló apenas dos unidades, sin haber conseguido una sola victoria, lo que redobló la sensación de frustración entre los jugadores y la hinchada. Auckland City, el equipo outsider del grupo, se despidió con un punto. La derrota del Bayern selló el destino de Boca incluso antes del final de su partido. El equipo regresó a Buenos Aires sin lograr objetivos en el torneo y acentuó la necesidad de replanteamientos de cara al futuro inmediato. Benfica avanzó como líder y hoy por hoy enfrentaría al Chelsea en los octavos, mientras que el elenco alemán jugará ante el Flamengo.
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