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La Paz » Politica con vos
Fecha: 24/06/2025 14:30
Este lunes 23 de junio, al momento de llevarse a cabo otra decadente sesión del concejo deliberante local, sin intentar acercarse a la agenda social, ni a las problemáticas cotidianas del sector más golpeado por la realidad económica de esa localidad, se aprobó un nuevo aumento del boleto del colectivo. Está cerca de alcanzar los mil pesos, un valor que, según indicaron fuentes cercanas a este medio, es el objetivo previo a la llegada del verano. Otra mala para la clase trabajadora que es la que mayormente consumo el servicio. El HCD paceño no piensa dar ni medio giro de timón al rumbo que lo ha caracterizado desde sus inicios en la actual gestión: apático, alejado de la agenda social y sin propuestas que provoquen sinergia en la gente, mucho menos que le mejoren la vida, por lo contrario, vuelve a demostrar la poca sensibilidad con lo que viene atravesando el pueblo en los sectores más castigados por el modelo económico actual. El tema central de esta sesión tuvo que ver con darle otro golpe al bolsillo de la gente, especialmente de quienes utilizan el servicio de transporte urbano de pasajeros. Casi cuatro mil pesos para quien debe ir y volver al trabajo al menos dos veces al día, es lo que se necesita en La Paz. Stella Wensel (Pro), Pta. del HCD La nueva tarifa del boleto del transporte urbano que aprobó el Concejo Deliberante es: $750 para quienes utilicen la tarjeta MalviBus, y $800 para pagos en efectivo. Está última alternativa es la que utiliza la mayoría por el momento. Una vez que se aprobó el aumento, que fue el objetivo principal del bloque de JxER, se abrió un momento para filosofar sobre política. Es el espacio con el que habitualmente el oficialismo deja conforme al bloque del PJ y con el que se fortalece la simpatía de un co-gobierno que día a día anestesia más las pocas y alicaídas chances de recuperar poder y centralidad por parte de la oposición. La temática elegida en esta oportunidad fue, la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Idas y vueltas entre ambos bloques para argumentaciones que no le resuelven la vida a nadie, esas que alcanzan con compartirlas en sus redes sociales y no ocupar tanto presupuesto publico. Pero, a mido de terapia, la siguen realizando ahí adentro, solo para darles el gusto de desembuchar el odio al Kirchnerismo para unos y el amor por la década ganada para otros. En el medio, ganancia de un gobierno local que, aún con un bloque de concejales extremadamente apartado e insensible de la cotidianidad, no tiene a nadie que le mueva un sólo centímetro de su avance y consolidación en lo partidario e institucional. Es decir, gobiernan cómodo con muy poco. Casi como en un encuentro de café en cualquier bar imaginable, este grupo de referentes políticos que llegaron con el voto popular, en su mayoría sin saber que hacen ahí sentados, aprueban ordenanzas tras un cristal que lo aleja de los que siguen teniendo la ñata contra el vidrio. Embriagados por el olor a un estatus que no les pertenece, se terminan consolidando como uno de los peores concejos deliberantes que ha tenido la vida democrática en la ciudad. Justo en momentos en los que mayor ingenio, empatía y activismo de necesita.
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