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Parana » La Nota Digital
Fecha: 24/06/2025 11:07
En la Universidad Nacional de Luján. Tres días «intensos y futuristas». «Tres intensas jornadas de intercambio compartido de saberes, pensamientos, sensaciones y sentimientos» vivieron quienes participaron de los diversos espacios en los que se desarrolló el 1° Congreso de Agroecología de los Pueblos; que contó con alrededor de 100 ponencias, «múltiples y exquisitas» manifestaciones artísticas, intervenciones académicas, valiosísimos diálogos interpersonales e intergrupales, un inestimable espacio para las niñeces llamado «Congresito», comercialización y trueque de producciones y semillas, talleres de co-formación histórico-política y ambiental, charlas técnico-prácticas y afectivas y «un sin fin de extraordinarios sucesos que sería imposible narrar en estas breves líneas», dice Dionisio Machado en el sitio Comunicación Popular ANCAP. Tras una emotiva presentación en la que se expusieron las razones que traccionaron la realización del Congreso y se recordó a la entrañable figura de Norita Cortiñas, el día jueves se iniciaron las actividades con uno de los talleres y un festival de música, concluyendo con una sabrosa y saludable cena elaborada por compañerxs. Walter Soria, integrante del EPF, quien junto a Diego Campos regalaron a la concurrencia un puñado de emotivas canciones entre las que se destacaron dos hermosos huaynos, uno dedicado a Sabrina Ortiz y otro Norita Cortiñas, nos cuenta cómo nació ésta última composición. «Estaba ayudando en la edición de un video para el Congreso y Ani* me dice que allí se iba a leer una poesía. Le digo, -pasamelá. Veo la letra, que es la letra de Carla**. Agarro la guitarra y le pongo música, hago un frankenstein, porque hago dos o tres versiones y ahí voy cortando y pegando para ver cómo quedaba. La que escucharon el otro día es la versión que queda. (…) Yo hace mucho tiempo que quería componer una canción para Norita y cuando vi la letra, me gustó la idea de un huayno. Me imaginé que un huayno sería lo más importante en base a como era Norita, es más, el estribillo final que dice y tu sonrisa bandera, me parece alucinante». Una digresión no tan disgregada. Mientras escribimos estas notas, Walter nos confirma que «Y tu sonrisa bandera» se acaba de oficializar como título de esa hermosísima obra que pronto corearemos muchxs. Volvamos. El día viernes arrancaron las mesas de trabajo donde se expusieron interesantísimas experiencias sobre manejo agroecológico de sistemas productivos ganaderos, agrícolas, de horticultura, de medicina natural, apícolas y otras, así como también trabajos sobre el «rol de los tratados de comercio e inversiones en el futuro de la Agroecología», «políticas de transición a la Agroecología en contextos de hegemonía del agronegocio», «las escuelas fumigadas en la provincia de Buenos Aires», «proyectos de voluntariado universitario», entre muchos otros. Daniela Acosta participó del Congreso presentando una experiencia productiva de ganadería de cría y recría que se llama Ganadería India. Nos dice que «estuvo muy bueno el intercambio. También estuve escuchando a extensionistas del INTA, a un grupo de productores de Areco, había cineastas y las voces de productores y estudiantes. El intercambio estuvo bueno. Surgieron preguntas muy precisas sobre cómo es el manejo de lo que hacemos y también aportes y necesidades que pensamos para un futuro, como por ejemplo, tener nuestras propias variables que nos permitan valorar nuestros rendimientos con una perspectiva mas propia y no caer en la trampa de usar variables de otros sistemas. También me enteré de que existe un calendario Wichi («El tiempo de los Alimentos») que fue confeccionado entre pueblos originarios y extensionistas del INTA. Quedé muy contenta de encontrarme con gente que sigue ampliando la Agroecología, profundizándola y compartiendo. Muy contenta porque sentí que se entendía muy bien el espíritu de Ganadería India, ligada a la permacultura y a ese observar para ir a favor de la naturaleza, que es lo más importante en toda producción agroecológica y que también para la ganadería es así. Y, para una ganadería sin insumos y con posibilidades de tener una carne de calidad y terminada cien por ciento a pastizal, es interesante ver como bienestar animal y conservación ambiental son fundamentales. Agradecida por la invitación, por el espacio y espero que haya mas espacios de encuentro porque la verdad que nos hace muy bien». A la hora del almuerzo se realizó, en el marco de la feria agroecológica, la «Ceremonia de las Semillas Sagradas» guiada por lxs amautas Wari Rimachi y Kantuta Killa, de la Comunidad Originaria Ayllu Mayu Wasi. A continuación, se oficializó el intercambio de semillas entre lxs asistentes y lxs compañeritxs de Che Pibe iniciaron su streaming para mostrar el Congreso desde su óptica. Por la tarde, además de las mesas de trabajo, hubo presentaciones de libros y documentales en medio de un hervidero de personas de todas las edades, quienes ocuparon las instalaciones de la Universidad, llenando de algarabía cada rincón de la emblemática casa de estudios. Ely Carelle, docente e integrante de la Multisectorial Contra el Agronegocio La 41 y de la Manada Ecofeminista La Tierra que nos Parió nos refiere que el «laburo que se realizó fue muy bueno. Me parece que estos encuentros nos dan fuerza, nos dan motor para segur laburando, para seguir concientizando, para seguir intentando hacerlo de otra manera y no como le sirve al mercado, al capitalismo. (…) Observé a compañeros y compañeras con quienes nos conocemos desde hace muchos años y con quienes venimos trabajando desde tiempo atrás, gente interesante haciendo cosas diferentes, animándose a salirse de lo que el sistema propone y eso me llenó de esperanza. Si bien yo no estoy tan a favor de ese concepto de la esperanza, me hizo sentir reconfortada saber que hay tantas personas que se interesan, que tienen conciencia, que pueden ver el grave problema social que tenemos, que es el extractivismo. En el caso de nuestros territorios es el agronegocio con el tema de la soja transgénica, los venenos, las fumigaciones, etcétera. El Congreso me hizo entender que no estamos solas, solos, sino que somos un montón y que estamos dispuestes a juntarnos para pensar soluciones y fortalecernos, que eso es lo mas importante para mí en estos tiempos que corren hoy. Así que, profundamente agradecida y orgullosa de todo este hermoso movimiento». El día sábado, a pesar de la fresca y lo nublado del día, las aulas y los patios se fueron calentando con la intensa energía que irradiaban tantas voluntades reunidas. Con una dinámica similar a la del día anterior, las actividades se desarrollaron en un clima de armónica hermandad y, quienes tuvimos el privilegio de presenciar lo que allí pasaba, fuimos testigos de la inmensa potencialidad que tienen los pueblos cuando se juntan para tomar las riendas de sus destinos. MÁS… Foto. ANCAP
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