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» Misionesopina
Fecha: 24/06/2025 10:31
Con la fecha de vencimiento de la concesión del área Cataratas del Parque Nacional Iguazú cada vez más cercana, la Fundación Amigos de los Parques presentó una nota formal a la Administración de Parques Nacionales solicitando el inicio urgente del proceso licitatorio y, sobre todo, la participación de Puerto Iguazú en la nueva etapa. El reclamo apunta a corregir una histórica exclusión: en 1996, durante el auge de las privatizaciones, la concesión fue otorgada sin intervención ni beneficios concretos para la comunidad local. Desde entonces, la empresa Iguazú Argentina S.A. (IASA), que explota los servicios dentro del área protegida, mantiene la concesión gracias a una prórroga extendida en 2012 —durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner— cuando uno de sus socios era el entonces gobernador Maurice Closs. Gracias a eso, el negocio continuó garantizado hasta 2026. La firma está integrada por la constructora Enríquez y por figuras cercanas al poder político misionero, y ha sido beneficiada con millonarias campañas de promoción turística financiadas por el Estado provincial durante esa gestión. Si bien ese esquema trajo derrame económico en rubros vinculados al turismo, la concentración de los beneficios en una empresa con fuerte peso político genera hoy crecientes cuestionamientos. “Puerto Iguazú no quiere quedarse otra vez solo con los residuos que se generan en Cataratas”, expresó José Barrios, presidente de la Fundación Amigos de los Parques, en el documento ingresado por mesa de entrada. El pedido tiene dos ejes principales. Por un lado, que Parques Nacionales convoque de inmediato a una licitación pública, antes de que se cumplan los 30 años de la actual concesión, un límite que la propia normativa establece como tope máximo. Y por otro lado, que el nuevo proceso incluya instancias de consulta pública, tal como lo establece la Ley General del Ambiente (25.675), garantizando la participación de vecinos, asociaciones, cámaras empresarias, trabajadores del Parque y organizaciones de la sociedad civil. Closs y Enríquez, los grandes beneficiarios del negocio durante los últimos años La Fundación remarcó que el pliego actual —elaborado en los años ‘90 durante el gobierno de Carlos Menem y bajo la órbita de la entonces ministra María Julia Alsogaray— está totalmente desactualizado. “Es inadmisible que una concesión clave para el turismo y el ambiente en Misiones se siga rigiendo con criterios y normas de hace tres décadas”, indicaron. Además, en el documento se hace referencia a los múltiples inconvenientes que arrastró la concesión a lo largo de estos años, entre ellos la falta de renovación de infraestructura y denuncias sobre presuntos incumplimientos contractuales, que nunca derivaron en sanciones visibles para la empresa. El reclamo no solo busca aggiornar el contrato y democratizar el proceso de selección, sino también romper con un esquema de administración centralizada que históricamente dejó a la ciudad de Puerto Iguazú al margen de la toma de decisiones. “Queremos que la comunidad tenga voz en el diseño del nuevo pliego y que los beneficios del Parque se distribuyan mejor entre todos los que lo sostienen con su trabajo diario”, subrayó un empresario local. El debate ya está en marcha. Y mientras se acerca el vencimiento formal de la concesión, crece la expectativa —y la presión— para que la nueva etapa no repita los errores del pasado, cuando el negocio de las Cataratas quedó en pocas manos, con escasa transparencia y sin participación real de quienes habitan, cuidan y trabajan en una de las maravillas naturales más importantes del mundo. ABAJO SE PUEDE ACCEDER AL CONTRATO, QUE INICIALMENTE ERA POR DOCE AÑOS Y SE EXTENDIÓ HASTA 30
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