24/06/2025 12:56
24/06/2025 12:56
24/06/2025 12:54
24/06/2025 12:53
24/06/2025 12:53
24/06/2025 12:52
24/06/2025 12:51
24/06/2025 12:51
24/06/2025 12:51
24/06/2025 12:51
Concordia » 7paginas
Fecha: 24/06/2025 06:31
El caso tuvo una rápida resolución por parte de la Policía local, que logró identificar a los responsables del hecho en pocas horas. Este accionar fue ampliamente reconocido por la comunidad federaense, destacando el compromiso de las fuerzas de seguridad en la lucha contra los delitos contra la propiedad. Sin embargo, más allá del aplauso, también afloraron críticas hacia las instituciones y actores sociales por su pasividad frente a una problemática que viene creciendo desde hace tiempo. Una situación que va más allá del robo Detrás de este caso puntual se esconde una realidad que muchos vecinos ya advierten con preocupación: el avance del narcomenudeo y el consumo de drogas, especialmente entre jóvenes, como raíz de buena parte de los hechos delictivos que sacuden a Federación. Si bien los barrios periféricos fueron los primeros en verse afectados por esta problemática, ahora los hechos comienzan a tocar también sectores tradicionalmente tranquilos, como el barrio Residencial, donde ocurrió este último hecho de violencia. Según trascendió, los tres individuos involucrados en la golpiza a Miñones estarían vinculados al consumo de estupefacientes, una constante que se repite en muchos de los robos registrados en la ciudad y que muchas veces no llegan a tener difusión pública. Una advertencia desoída Hace ya dos años, el padre Roberto Percara, tras su regreso a la capilla local, había advertido al aire de Radio UNO Federación sobre el preocupante aumento del consumo de drogas entre los jóvenes, y llamó a un trabajo articulado entre todas las instituciones locales. Su llamado, sin embargo, no fue escuchado, y el problema siguió creciendo, sin respuestas concretas ni un plan de acción sostenido en el tiempo. De la participación activa al silencio institucional Muchos recuerdan aún los tiempos en los que los vecinos salían a la plaza Libertad a exigir acciones concretas ante hechos de inseguridad. Aquellos movimientos ciudadanos eran liderados por entidades intermedias que canalizaban el sentir de la comunidad y presionaban a las autoridades para obtener respuestas. Hoy, sin embargo, esas voces parecen haber desaparecido o se expresan solo a través de comunicados, sin presencia activa en la calle ni planes concretos. Peor aún, varias de esas organizaciones hoy están cooptadas por referentes que utilizan sus sellos con fines políticos o personales, preparando el terreno para posicionarse en las elecciones de 2027 en lugar de enfocarse en los verdaderos problemas que aquejan a la ciudad. Una solución que requiere compromiso real El caso de “Chiqui” Miñones no es un hecho aislado, sino el reflejo de un problema estructural que exige más que declaraciones mediáticas o reclamos por escrito. Lo que Federación necesita es un plan serio, sostenido y con participación real de todos los sectores, especialmente para atender a una juventud vulnerable que muchas veces encuentra en las drogas y el delito un camino sin retorno. Mientras tanto, la ciudad sigue esperando una reacción real, un compromiso concreto y sostenido de todos los actores —políticos, sociales, religiosos y vecinales— para recuperar el tejido social y evitar que hechos como este sigan marcando el pulso de la vida cotidiana en Federación. Redacción 7Paginas
Ver noticia original