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Parana » Asdigitalnews
Fecha: 24/06/2025 05:42
Investigaciones científicas revelan que los perros no solo han aprendido a entender nuestras emociones, gestos y rutinas, sino que su capacidad para vincularse emocionalmente con los humanos ha dejado huella en su evolución genética. Esto sugiere que los cambios no son únicamente conductuales: hay procesos biológicos en marcha. En este artículo exploraremos cómo la domesticación, la interacción social con los humanos y factores genéticos como la oxitocina han propiciado una nueva fase en la evolución de los perros. Veremos qué nos dice la ciencia sobre este fenómeno y por qué representa una revolución en la comprensión de la evolución canina. La domesticación: el inicio de una alianza evolutiva La evolución de los perros comenzó con su domesticación, hace entre 15,000 y 30,000 años, cuando lobos menos temerosos se acercaron a asentamientos humanos. Según la revisión publicada en Genes, la domesticación canina se dio en dos fases: una primera, caracterizada por la atracción de los lobos hacia ambientes humanos, y una segunda, donde se consolidó la selección de individuos más sociables y cooperativos. Este proceso no fue lineal ni uniforme. Como señalan los autores, distintas presiones selectivas moldearon la especie: la selección natural por tolerancia ambiental, la selección humana por comportamiento y una selección más reciente por características físicas específicas. Pero entre todas, la socialidad fue clave.
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