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Parana » InfoParana
Fecha: 24/06/2025 01:41
El aumento del 5% en los combustibles fue aceptado sin demasiadas objeciones, pese a que el precio del crudo internacional se disparó por la escalada bélica en Medio Oriente. Alejandro Di Palma, referente de los estacioneros autoconvocados, apuntó, en diálogo con Palabras Cruzadas de FM Litoral, contra la naturalización de un sistema de precios que responde más a especulaciones globales que a la realidad argentina, mientras alertó por la caída del consumo. En medio de la creciente tensión internacional por el conflicto en Medio Oriente, que amenaza con afectar la oferta global de petróleo, Argentina vuelve a sentir el impacto directo en sus pizarras. El aumento del 5% en el precio de los combustibles dispuesto días atrás despertó una nueva ola de inquietud en el sector de las estaciones de servicio, no solo por la presión que impone sobre los bolsillos de los consumidores, sino también por la contradicción estructural que evidencian los mecanismos de formación de precios. Alejandro Di Palma, dirigente de los estacioneros autoconvocados, se expresó al respecto en medios de Entre Ríos y fue categórico: “Todo el mundo aceptó, sin chistar, o naturalizamos, digamos, que los precios en el mercado local tenían que copiar o seguir o moverse conforme el valor de un commodity internacional. Algo bastante curioso, pero bueno, esas son las reglas del juego”, remarcó con tono crítico. Di Palma señaló que “se voló el precio del petróleo” a raíz del conflicto geopolítico entre Irán, Israel y Estados Unidos, y en ese marco relativizó la magnitud del incremento aplicado localmente: “Parece bastante poco el 5% que aumentó el combustible en relación al aumento del precio del crudo”. Para el referente del sector, son cuatro las variables que explican la matriz de costos del combustible en Argentina: el tipo de cambio, el precio del petróleo, el componente impositivo y el valor de los biocombustibles. “Todo eso impacta en los costos de producción del combustible líquido, pero el precio de venta no tiene nada que ver con eso, es una definición política”, aseguró. “Cuando vos definís moverte conforme el valor de la producción —continuó— tenés estos saltos que te van a impactar sobre la sociedad. Lo más preocupante quizás pasa por la logística de distribución, aunque también está acotada en función de la caída del consumo en el mercado interno”. Respecto del nivel de ventas en las estaciones, Di Palma fue claro: “Había algunos reportes que indicaban un leve repunte, pero cuando comparás contra el año pasado, estás tomando como referencia el peor momento. En sectores como el turismo, la industria o la construcción no hay rebote positivo. Tomamos todas las decisiones en contra de la industria”. Finalmente, y en relación con el conflicto internacional, Di Palma fue irónico: “¿Cuánto creés que puede llegar a impactar? A valores de hoy, lo que pasa son movilizaciones. Por las dudas, nosotros no vamos allá”, concluyó, dejando entrever una mezcla de resignación y advertencia ante la incertidumbre que reina en el tablero energético nacional e internacional.
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