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» El Sur Diario
Fecha: 23/06/2025 17:46
En el marco de una charla en “Cámara Abierta” (streaming de SUR Multimedios) el oficial ayudante Gabriel Matteaccio, jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de Villa Constitución, se refirió a las críticas e incomprensiones que en ocasiones recibe el servicio por supuestas demoras en la atención de emergencias. Lo hizo con claridad y firmeza, destacando el esfuerzo silencioso que hay detrás de cada intervención. “Hay una gran parte de la comunidad que no entiende cómo funciona nuestro sistema. Somos voluntarios, no estamos en el cuartel las 24 horas”, expresó Matteaccio. La logística detrás de cada llamado El jefe explicó que, si bien en ocasiones hay personal en el cuartel al momento del llamado, lo más habitual es que los bomberos deban acudir desde sus hogares o trabajos. Cada intervención implica una cadena de acciones: el cuartelero recibe el aviso, realiza preguntas clave para conocer el tipo de siniestro y convoca a la dotación mediante una app de alertas. “Muchas veces al cuartelero se le dice de todo por teléfono porque la gente quiere que la autobomba esté en el acto, pero todo lleva un proceso. Y cada dato que pedimos es vital para saber con qué nos vamos a encontrar”, aclaró. Además, señaló que las condiciones urbanas también influyen en los tiempos de traslado: “Tenemos que circular con prudencia por calles con badenes profundos y lomos de burro, lo que implica ser cuidadosos. A pesar de eso, el tiempo de respuesta es óptimo”, sostuvo. El valor del bombero voluntario Matteaccio también puso de relieve el valor del voluntariado y la dedicación de su equipo: “Gracias a Dios, hoy todos nuestros bomberos tienen trabajo. Eso es una gran noticia, pero también implica que muchas veces están cumpliendo con sus obligaciones laborales cuando suena la alerta. No están esperando dentro del cuartel, y eso es algo que la comunidad debe entender”. Además, remarcó que históricamente buscaron sostener alguna guardia mínima, especialmente en horarios matutinos, para mejorar los tiempos de respuesta, aunque no siempre es posible. Llamado a la empatía La entrevista dejó un mensaje claro: detrás del uniforme hay personas con familias, empleos y responsabilidades. Personas que, sin percibir un sueldo, dejan todo de lado para asistir a sus vecinos en los peores momentos. “Yo también he estado del otro lado, esperando que llegue una autobomba, y entiendo que en medio de una emergencia el tiempo parece eterno. Pero no es falta de compromiso: es parte de la realidad del sistema”, concluyó Matteaccio.
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