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» Diario Cordoba
Fecha: 23/06/2025 16:35
La Fundación Cajasol en Córdoba, dentro de su espacio Aula de salud, ha acogido una mesa redonda sobre toxiinfecciones alimentarias impartida por profesionales del Hospital Universitario Reina Sofía. Han intervenido el bromatólogo del centro, José Ferreira Vacas y la doctora Ana María Moyano Sánchez, especialista en Endocrinología y Nutrición, mientras que de moderar el encuentro se ocupó la jefa del Servicio de Alimentación, Calidad y Seguridad Alimentaria del hospital cordobés, Marina Serrano. La actividad, dirigida a la ciudadanía, permite la promoción de hábitos de vida saludables planteando consejos muy prácticos ahora que comienza el verano. Ofrecieron información muy útil sobre cómo comprar, almacenar, manipular y consumir alimentos de forma segura, e insistieron en la importancia de mantener una dieta equilibrada y adaptada a las altas temperaturas de esta época. José Ferreira abrió la jornada alertando sobre los principales errores que pueden derivar en enfermedades alimentarias. “Estas pueden tener su origen en el propio alimento, en alguna sustancia añadida o en la contaminación que se produce a través de los utensilios, superficies o recipientes durante la preparación”, explica. Ferreira insistió en que la seguridad alimentaria empieza en el supermercado. A la hora de planificar la compra, “conviene tener en cuenta factores como la capacidad de conservación en casa, la frecuencia de consumo, el tiempo que pasará desde que se adquiere el producto hasta que llega al frigorífico y, por supuesto, la higiene del establecimiento. En esta línea, el orden, la limpieza, el etiquetado claro y la separación entre productos alimentarios y no alimentarios son claves que debemos observar”, afirmó. También recomendó usar bolsas isotérmicas y guardar los productos en el hogar en orden inverso al de compra, comenzando por los que necesitan frío inmediato. Respecto a la manipulación de alimentos, el bromatólogo subrayó la importancia de evitar la contaminación cruzada, una de las principales causas de toxiinfecciones alimentarias en el ámbito doméstico. “Lavarse las manos antes y después de tocar alimentos frescos, separar los alimentos crudos de los cocinados, usar tablas de corte diferenciadas (preferiblemente de cristal o mental) y limpiar bien utensilios y superficies son gestos básicos que marcan la diferencia”, insistió. Sobre la descongelación, advirtió que no debe hacerse nunca a temperatura ambiente. Los alimentos envasados pueden descongelarse bajo el grifo con agua fría o en el frigorífico, y una vez descongelados deben cocinarse de inmediato, sin volver a congelarse. También señaló la importancia de comprobar fechas de caducidad y evitar la apertura prolongada de envases, así como el contacto de alimentos cocinados con crudos en la nevera. Dos litros de agua al día Por su parte, Ana María Moyano centró su intervención en cómo adaptar la alimentación a las altas temperaturas de la época estival, momento en el que suelen relajarse los hábitos saludables. Recomendó priorizar alimentos frescos y de temporada, ricos en agua y con bajo aporte calórico, como frutas y verduras y optar por platos fríos como ensaladas, gazpachos o ceviches. “En verano, el cuerpo necesita menos carga digestiva y más hidratación. La mejor bebida sigue siendo el agua: al menos dos litros diarios”, señaló. Además, la doctora Moyano expuso los fundamentos de la dieta mediterránea como modelo de alimentación saludable, respaldado por el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), que demostró los beneficios del consumo habitual de aceite de oliva virgen extra y frutos secos para la salud cardiovascular. “Es un patrón que no solo reduce el riesgo de infarto, ictus o deterioro cognitivo, sino que también fomenta la convivencia, el estilo de vida activo y el respeto por la diversidad cultural”, explicó. La especialista detalló también las raciones recomendadas para cada grupo de alimentos: más de siete raciones de frutas y verduras al día; tubérculos como la patata, boniato o yuca no más de cuatro veces a la semana; cuatro raciones diarias de cereales integrales; cuatro semanales de legumbres combinadas con arroz o patata; carnes blancas en lugar de carnes rojas procesadas (máximo cuatro veces por semana) y pescado al menos tres veces a la semana, siendo dos de pescado azul. También recordó que un huevo al día es seguro incluso para personas con diabetes, y que los frutos secos deben consumirse sin freír ni salar, en pequeñas cantidades. Finalmente, en cuanto a la organización visual de las comidas, la endocrinóloga propuso el modelo del ‘Plato de Harvard’, que divide el recipiente en tres: 50% verduras y frutas, 25% cereales o legumbres y 25% proteínas. Finalmente, con esta iniciativa, el Hospital Reina Sofía refuerza su apuesta por la educación en salud desde la prevención, con un enfoque cercano y útil que conecta directamente con el día a día de las personas.
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