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  • Trassierra y Cerro Muriano se preparan para triplicar su población en verano

    » Diario Cordoba

    Fecha: 23/06/2025 07:58

    Durante el invierno son barrios tranquilos, zonas que casi quedan despejadas en días laborales porque sus habitantes bajan a Córdoba a trabajar. Sin embargo, cuando el calor empieza a apretar, multiplican su población, la doblan o incluso la triplican. Son las barriadas periféricas de la ciudad, unos núcleos casi olvidados durante el año (excepto por sus vecinos) que cuando el termómetro dice de apretar vuelven ya de golpe a la mente de los veraneantes. Trassierra y Cerro Muriano son los dos grandes ejemplos de barriadas de la periferia que ven cada año cómo su población se incrementa a partir de junio. Esa subida de habitantes, cuentan desde ambos barrios, se debe a dos cosas principalmente. Por un lado, los cordobeses que tienen allí su segunda residencia, y a la que a lo largo del año suelen ir los fines de semana, se instalan al menos por dos meses, julio y agosto, en su otra casa. Por otro lado, hay quienes no se gastan la quincena o el mes de vacaciones cogiendo el coche y yéndose a la playa, sino que alquilan un chalé cerca de la ciudad y allí se van con toda la familia. Las ventajas, además de la cercanía, son varias, pero, sobre todo, se resume en casas relativamente grandes donde tienen cabida varias familias y, aparte, si alguno de los huéspedes trabaja, no tiene nada más que coger el coche, bajar a Córdoba, y subirse para echarse la siesta al lado de la piscina, entre los pinos de la sierra. Quienes más notan cómo aumenta la población de la periferia durante los meses de verano son los vecinos que se tiran allí todo el año. Eso se traduce también en un aumento de clientes para los negocios que aquí funcionan. Ocurre en la churrería de Cerro Muriano, donde Ana, su dueña, ya está abriendo todos los días, cuando lo normal es hacerlo sólo los fines de semana. Ana se quedó en 2004 con la churrería que regentaba su madre y durante estas más de dos décadas ha vivido lo mismo cada verano: más clientela en el estío, algo que en la capital (teniendo en cuenta que la periferia, ojo, también es Córdoba ciudad) no ocurre. Aquí, en la capital, los empresarios no suelen hacer su agosto en verano, sin embargo, en los barrios periféricos es la tónica habitual. Mientras Ana prepara una de churros de la misma forma en que su madre lo hacía, Carmen, vecina del barrio, cuenta cómo aquí, por las noches, la temperatura se reduce de forma considerable. «Por el día hace la misma calor», reconoce, «pero por la noche ya estamos hablando de otra cosa». Ana ha pasado de abrir su churrería solo los fines de semana a hacerlo todos los días. / AJ González Es otra de las claves de por qué muchos cordobeses, y cada vez más gente de fuera incluso de Andalucía, eligen estas zonas para veranear. Aparte de la cercanía con la ciudad está el hecho de que el mercurio dé algo de tregua cuando cae la noche. En la farmacia de Trassierra, la única del barrio, ocurre lo mismo que le pasa a Ana en Cerro Muriano. Los clientes no dejan de entrar. Inma, la farmacéutica, adelanta que se van a cambiar de local para irse a uno más grande, justo en frente, porque el actual se les queda pequeño. Sobre ese trasiego de clientela veraniega, lo confirma sin ambages, y explica que cada vez viene más gente de fuera porque lo percibe en las tarjetas sanitarias que le presentan para sacar los medicamentos. «Hemos visto ya de Madrid y Valencia», recuerda Inma, que estos meses de verano suele vender, más allá de medicinas, muchos productos para protegerse del sol, cosas para bebés, artículos relacionados con el senderismo y antiinflamatorios sin receta. La única farmacia de Trassierra ve incrementar el trasiego de clientes durante estos meses. Muy cerca, en el estanco del barrio, Rafa cuenta que «el verano sirve para sacar algo de beneficio, cuando el resto del año lo que sacas es para mantenerte». El comercio, gran beneficiado El comercio es, por lo tanto, uno de los grandes beneficiados del verano. En Cerro Muriano lo confirman en el supermercado, en la droguería y en un bar. Ana Mari, que regenta la droguería (o tienda que tiene todo), atiende a varios vecinos mientras explica que su tienda podría ser «El Corte Inglés del Muriano». Allí despacha desde juguetes y libros, hasta bombonas de butano, pasando por artículos para piscinas o pinturas para preparar las casas y que estén listas para esta época. Mariló, que gestiona el bar Casa Bruno, comenta que la clientela que tiene en verano suele ser de la que vuelve. Aquí, en esta barriada, realmente no hay tanta oferta de vivienda en alquiler y la que hay está alquilada desde hace meses. También ocurre en Trassierra, pero es cierto que en esta zona la cantidad de chalés con piscinas es bastante mayor. El bar La Tabernita, en Trassierra, percibe un aumento de la clientela desde que empieza el calor. Quique es de los que alquila su casa en Cerro Muriano, está en la misma travesía, y suele llenarse cada año. Le ha puesto una piscina desmontable, pero bastante grande, porque «sin piscina no te la alquilan» y los precios, no de esta, sino en general, suelen rondar los 2.500 euros el mes. Un par de familias que se la alquilen juntas van a pagar menos que si se tiran un mes en Conil, por poner un ejemplo. Aunque los precios, como en todos lados, también han subido. Ana Mari atiende a varias vecinas en su tienda del Muriano, donde vende un poco de todo. Esteban también tiene una casa con piscina en el Muriano, pero él no la alquila, sino que la disfruta con su familia. Sus hijos viven en Madrid y en verano bajarán a Córdoba a estar con la familia. Y siempre, por qué no decirlo, es mejor estar con la familia en una piscina con la barbacoa al lado que encerrados en un piso con el aire acondicionado puesto. Los precios del alojamiento En Trassierra, la variedad y cantidad de viviendas también provoca que los precios no sean uniformes. Lo cuenta Juan Manuel Luque, presidente del consejo de distrito de Trassierra, que sí explica que si se alquila el verano entero, el precio se reduce, pero sabe de chalés que se están alquilando por 4.000 euros el mes de agosto y a 2.000 euros la quincena. «Más del 90% de los que vienen y se quedan en verano son cordobeses», detalla Luque, que también confirma que «si durante el resto del año esto está desangelado, en verano ocurre lo contrario. Luego los fines de semana del año entero también suele haber gente que viene a las rutas senderistas». Patio de una de las viviendas que se suelen alquilar en Cerro Muriano durante el verano. ¿Y qué ocurre con las infraestructuras? En Trassierra se pasa de una población fija de entre 6.000 y 7.000 habitantes a picos de hasta 25.000 personas en verano, y eso precisa de unos servicios públicos como pueden ser aparcamientos o recogida de basura. Luque señala que «las infraestructuras no son las idóneas», sobre todo en tema de aparcamientos, pero se sobrelleva como se puede. En Trassierra, por ejemplo, hace años que no tienen un cajero, por lo que si necesitan o quieren tener dinero físico tienen que bajar a Córdoba. Un cliente compra en el estanco de Rafa, en Trassierra, donde los clientes aumentan en esta época. Los vecinos de estas barriadas disfrutan del verano, por lo tanto, viendo cómo sus calles se llenan de nuevos viandantes. Ocurre desde hace años, el veraneo cordobés en la periferia es tan común como el veraneo cordobés en Fuengirola o Benalmádena. Y al igual que ocurre en los sitios con playa, para alquilar una casa en Cerro Muriano o Trassierra hay que hacerlo con mucha antelación. Por ejemplo, si se echa un vistazo a la página de alquiler vacacional Airbnb, para la segunda quincena de julio la mayoría de sitios disponibles se concentran únicamente en Córdoba capital (y hay muchos). Pero si aleja el zoom del mapa, la oferta va decayendo. Las opciones que quedan de casas por la Sierra se van a casi 400 euros la noche y la única opción de alquiler para esa fecha en el Muriano roza los 4.000 euros los 15 días. La gente, eso sí, está dispuesta a pagar lo que haga falta (con alguna condición, claro) si eso supone quitarse de los 41 grados de la ciudad y de los aires acondicionados. El baño en la piscina y pasar unos días con familia o amigos cerca de Córdoba, pero aislados de Córdoba, siempre es un punto. Cuidado con los incendios Juan Manuel Luque, presidente del consejo de distrito de Trassierra e integrante del Grupo Local de Pronto Auxilio Siete Fincas, advierte a los veraneantes que pasan estos meses por la zona que tengan máximo cuidado ante los posibles incendios. Como explica Luque, «las personas que vivimos en la Sierra sabemos de la importancia que tiene el tener cuidado con el tema de los incendios, pero cuando vienen personas que alquilan temporalmente no están tan concienciados». Luque entiende que si se alquila una parcela para el verano «lo normal es querer hacer una barbacoa y comerte unas sardinas o una pancetita», pero recuerda que «estamos en un sitio maravilloso, pero también muy peligroso», por lo que pide «la máxima precaución del mundo». El grupo de pronto auxilio lleva más de 30 años protegiendo la Sierra de Córdoba de los incendios. Aquí se emplean voluntarios, que suelen ser sobre todo vecinos de la zona o que se han criado allí, donde a diario hacen batidas para cerciorarse de que todo está en orden, los hidrantes, por ejemplo. También tienen permiso para intervenir en los incendios, incluso para tomar agua de las piscinas de la zona, aunque lo que constituyen es una especie de avanzadilla que intenta controlar el fuego hasta que llegue el Infoca. Los incendios son más habituales de lo deseado. Hace apenas unos días, se declaró un incendio en la finca de La Jarosa, en pleno corazón de la zona de Trassierra. Suscríbete para seguir leyendo

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