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» Diario Cordoba
Fecha: 23/06/2025 06:53
Esta noche se encenderán las hogueras. Que ya es gana, con la hoguera continua en la que vivimos, pero hemos de saltarlas, aunque sea simbólicamente, y hemos de quemar en ellas -simbólicamente también; apañados iríamos si fuera real- lo que queremos que desaparezca de nuestras vidas. La noche de San Juan, la más mágica del año, la que va del 23 al 24, la que socialmente marca el comienzo de nuestro recién estrenado verano, que comenzó el sábado a las 4:42, es la víspera de la festividad cristiana que celebra el nacimiento de San Juan El Bautista, justamente seis meses antes de la que celebra el nacimiento de Jesús. Como tantas otras, ocupa el lugar de otras festividades de origen pagano relacionadas con la llegada del solsticio de verano y con los ciclos de la naturaleza. Según los países y las localidades, varían las formas de celebración, pero la de las hogueras es la más común. Considerando que el curso escolar termina hoy y que miles de cordobeses tienen su segunda vivienda en la costa mediterránea malagueña o granadina, es interesante señalar que esta noche se puede prescindir del chiringuito y organizar una moraga, que en el lenguaje mediterráneo andaluz se aplica a la fiesta playera nocturna que, con muchos matices, podría ser el equivalente a nuestro perol. En la playa hay una gran diferencia entre comer de día y comer de noche. El día, con sol y calor, impone menús ligeros y refrescantes: ensaladas, sándwiches, bocadillos... y hasta gazpacho frío que podemos llevar metido en un termo. La noche es otra cosa; se llena de misterio, de olas invisibles, de sombras y, con suerte de purificantes y renovadores rayos de luna, lo mismo que los preceptivos baños en el mar a las doce de la noche. Fuego, tierra, aire y agua: los cuatro elementos de los signos del zodiaco. Ya lo dice la canción de Sergio Dalma: La luna que viví/ la noche San Juan/ cuando te conocí... Y la canción infantil que la relaciona con el trébol de la suerte: Al pasar el trébole, el trébole, el trébole,/ al pasar el trébole,/ la noche de San Juan./ Al pasar el trébole, el trébole, el trébole,/ al pasar el trébole/ los mis amores van. La moraga, como es de noche, enlaza muy bien con el fuego y éste con el asado de sardinas, que se puede hacer de dos maneras: al espeto -ensartadas en medias cañas afiladas- técnica que requiere la intervención de un profesional que controle la intensidad de la llama, la dirección del viento y la inclinación de las cañas; y sobre brasas, aprisionadas entre dos parrillas, a las que cualquiera medianamente hábil puede sacar un buen punto. ¡Ah¡ ¡Felicidades a Juanas y Juanes! *Académica
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