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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/06/2025 20:31
La tasa nominal anual para préstamos personales se ubica alrededor de 75%. REUTERS/Enrique Marcarian Pese a que la inflación marcó su nivel más bajo desde 2017 en mayo, al ubicarse en 1,5%, el Banco Central mantiene las tasas de interés positivas en términos reales. El incentivo a ahorrar en pesos es un fenómeno que se vio pocas veces en el mercado local. Sin embargo, la estrategia monetaria adoptada encarece el crédito para personas y empresas y podría limitar la actividad económica. En la actualidad, la tasa nominal anual para préstamos personales se ubica alrededor de 75%, mientras que para adelantos a empresas en torno al 37%. “Considerando que el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) proyecta una inflación cercana al 20% para los próximos 12 meses, los agentes enfrentan un costo real de financiamiento muy elevado, dado que se estarían endeudando a una tasa fija mucho mayor a la inflación esperada”, señaló Invecq. Por este motivo, tomar crédito para capital de trabajo o para llevar a cabo un nuevo proyecto de inversión se convierte en una opción poco viable. La consultora explicó que cuando la inflación se reduce rápidamente, es esperable que las tasas de interés acompañen esta menor nominalidad. Sin embargo, en el contexto actual, al gobierno le resulta funcional que las tasas de interés se mantengan altas. Tasas de préstamos en pesos (Invecq) Sucede que, por un lado, actúan como un ancla para evitar presiones cambiarias, especialmente tras la reciente flexibilización del cepo; y por otro, desalientan el financiamiento en pesos y fuerzan a las empresas a utilizar sus propias divisas como capital de trabajo, una alternativa relativamente más conveniente que endeudarse a estos niveles de tasa. En el marco de la Fase 3 del programa económico, desde GMA Capital explicaron también que “la política del BCRA se apoya en la estrategia explícita de restringir la expansión de la liquidez por debajo incluso de la demanda de pesos, lo cual significa alinear su política con la promesa de ‘no habrá pesos’”. Para sostener esto, la autoridad monetaria optó por subir encajes, no intervenir dentro de la banda cambiaria, y acompañar colocaciones del Tesoro con rollovers superiores al 100%. Todo esto desacelera el nivel de pesos que se agregan al sistema. “El centro de la cuestión es el elevado rendimiento de los instrumentos en pesos. Esto, por un lado, desalienta la dolarización de portafolios, evitando así presiones cambiarias y consecuencias a nivel de pass-through. El famoso esquema del carry trade, aún vigente, es el ‘caballito de batalla’ de esta política, por lo menos hasta las elecciones", indicaron en su informe. “La idea principal de esta estrategia no solo a apunta a evitar un salto cambiario, sino también evitar un aumento de la demanda de dinero transaccional, que puede derivar en presiones inflacionarias si la velocidad de circulación crece”, añadieron. Asimismo, destacaron que la normalización de las tasas reales en un contexto de desinflación rompe con la lógica de licuación del crédito que predominó hasta 2023. Desde noviembre de ese año hasta septiembre de 2024, la tasa Badlar promedió -29% anual en términos reales. Y mientras que en diciembre de 2023 el plazo fijo rindió -79% real (nominales netos de inflación) y anualizados, el mes pasado los depósitos lograron superar los dos dígitos de tasa positiva. Tasa de depósitos en términos reales (GMA Capital) Como referencia, desde 2002 el 69% de los meses el plazo fijo perdió contra los precios, con un retorno medio de -4,2% anual. “Es decir, el incentivo natural era consumir, jamás ahorrar. Este esquema que distorsionaba precios relativos y alimentaba desequilibrios llegó a su fin”, consideraron. Además, se espera, según el REM, un fortalecimiento de este proceso, con tasas reales de depósitos del 9% en promedio para lo que queda del 2025. Como contracara, “acceder a financiamiento en pesos supone un esfuerzo real creciente, el problema es que habiendo partido de un escenario totalmente diferente hace unos meses puede tensionar la cadena de pagos, frenar la expansión del crédito al sector privado y así limitar la inversión corriente”, afirmaron. Por su parte, en Invecq consideraron: “En este escenario de altas tasas de interés reales que enfrentan los deudores, la morosidad comenzó a mostrar señales de deterioro: el ratio de irregularidad subió de 1,5 % en diciembre de 2024 a 2 % en marzo de 2025, impulsado principalmente por los préstamos personales (de 3,3 % a 4,1 %). En el caso de los adelantos a empresas, se mantuvo estable. Aunque los niveles siguen siendo bajos, es importante señalar que comienzan a mostrar una tendencia creciente frente a las elevadas tasas”. Entonces, si bien estrategia monetaria actual fue efectiva en estabilizar el tipo de cambio y controlar la inflación en el corto plazo, sostener tasas elevadas implica riesgos para la reactivación económica y limita el crecimiento a través del crédito productivo. “Será fundamental evaluar si las condiciones monetarias actuales se sostienen y cómo evoluciona la política económica tras las elecciones, para evitar un deterioro en la inversión y la actividad económica general”, concluye Invecq.
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