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Parana » El Once Digital
Fecha: 22/06/2025 17:30
El estrecho de Ormuz vuelve a estar en el centro de las tensiones geopolíticas globales. Este domingo, el Parlamento iraní solicitó formalmente el cierre del enclave estratégico tras los recientes ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en territorio iraní. La medida, aún pendiente de aprobación por parte del Consejo Nacional de Seguridad, podría tener un impacto devastador en los mercados energéticos internacionales, ya que por sus aguas transita el 20% del petróleo y gas natural licuado que se comercializa en el mundo. Ubicado entre las costas de Irán y Omán, el estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y es considerado una de las rutas marítimas más importantes del planeta. En su punto más estrecho, mide apenas 54 kilómetros, por donde cada día circulan un promedio de 13 buques cisterna transportando más de 15 millones de barriles de petróleo. Durante años, Irán amenazó con bloquear este paso como represalia ante sanciones o acciones militares en su contra. Aunque hasta ahora nunca se concretó, el creciente conflicto con Israel y Estados Unidos reaviva el temor de una interrupción del tráfico marítimo. Los antecedentes recientes —incluidos sabotajes, confiscaciones de petroleros y ataques atribuidos a Teherán— alimentan la alarma en los mercados. Decreto pendiente y consecuencias internacionales La petición del Parlamento iraní se produce en respuesta directa a la ofensiva aérea lanzada por EE.UU. contra las plantas nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán. Irán calificó los bombardeos como una violación flagrante del derecho internacional. El eventual cierre del estrecho de Ormuz significaría un acto de gran escala, capaz de disparar los precios del petróleo y gas a niveles récord y generar inestabilidad global. En este contexto, cobra relevancia el megaproyecto inaugurado por Irán en 2021: una terminal de exportación de petróleo en el mar de Omán, en la ciudad de Jask. Esta instalación permite enviar crudo sin pasar por el estrecho de Ormuz, a través de un oleoducto de 1.000 kilómetros desde el yacimiento de Goreh, con capacidad para transportar 300.000 barriles diarios. La zona donde se encuentra el Estrecho de Ormuz. Foto: Ámbito. Tensiones crecientes y un enclave estratégico bajo presión Las amenazas iraníes sobre el estrecho no son nuevas. En 2019, tras el endurecimiento de sanciones por parte de EE.UU., Teherán ya había advertido un posible bloqueo. Más recientemente, en abril de 2024, la tensión escaló tras un ataque israelí contra el consulado iraní en Damasco. Hoy, el conflicto vuelve a intensificarse luego de que EE.UU. se sumara formalmente a la campaña militar de Israel, con consecuencias potenciales para la estabilidad de Medio Oriente y los mercados energéticos globales. Si Irán concreta el cierre del estrecho de Ormuz, la comunidad internacional se enfrentará a una de las mayores disrupciones logísticas y económicas del siglo. La presión diplomática y militar sobre Teherán probablemente aumentará en los próximos días, mientras el mundo observa con creciente preocupación cada movimiento en la región. (Con información de EFE y Clarín)
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