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  • Eduardo Vischi: El peronismo prioriza romper el equilibrio fiscal y distribuir dinero sin criterios claros

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 22/06/2025 14:30

    El senador Vischi habló sobre la actualidad política nacional y sobre las elecciones en Corrientes El presidente del bloque UCR del Senado, Eduardo Vischi, afirmó que Cristina Kirchner “no está proscripta, está condenada por los delitos que cometió”. Consideró que al peronismo “lo que más le gusta es romper el equilibrio fiscal y darle plata al que sea”, además de referirse a las próximas elecciones a gobernador de Corrientes. En una entrevista con Infobae, el legislador abordó los proyectos de aumento a los jubilados y de políticas de discapacidad aprobados por Diputados y que serán discutidos por la Cámara alta. Estas iniciativas son resistidas por el gobierno de Javier Milei debido a su fuerte impacto en las cuentas nacionales. Además, Vischi habló sobre la debate en torno a la ampliación de la Corte Suprema que se discute en el Senado, opinando que antes de considerar un cambio en su composición, tanto el oficialismo como la oposición deberían ocuparse de completar las dos vacantes existentes en el más alto tribunal del país. El asunto de Cristina Kirchner fue uno de los temas centrales de la entrevista, especialmente debido a la movilización del peronismo en contra del fallo que la condenó a seis años de prisión e inhabilitación perpetua. “Este fallo puede recuperar la confianza perdida de la sociedad en las instituciones“, sostuvo. Finalmente, se refirió al proceso electoral en marcha en Corrientes, que tendrá lugar el domingo 31 de agosto, cuando la provincia elegirá gobernador, y confirmó su intención de competir. El senador expresó su apoyo a un acuerdo entre la UCR, el partido del actual mandatario Gustavo Valdés, y La Libertad Avanza, basándose en el modelo de Chaco, que permitió una victoria al oficialismo. La entrevista al senador Eduardo Vischi La entrevista de Facundo Chaves al senador Eduardo “Peteco” Vischi en los estudios de Infobae – Tenemos muchos temas para tratar. La situación de Cristina Kirchner, el Senado, el radicalismo y la situación política de su provincia. Pero quiero comenzar por lo que está sucediendo en estos días con la ex presidenta, su condena y el arresto domiciliario. Le pido una reflexión sobre el asunto. – Es un tema que, sin duda, ha causado un gran impacto. Cuando uno observa los medios de comunicación, la atención está centrada en este asunto. Existe una notable desilusión en Argentina acerca de la política y de los políticos. El rechazo del proyecto de Ficha Limpia intensificó esa desilusión, y puede ser que eso haya contribuido a que en todas las provincias votara poco más del 50%, incluso en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, tengo la sensación de que, tras este fallo, la gente podría recuperar algo de la confianza perdida. Hay que entender que todos somos iguales ante la ley y que los corruptos deben ser castigados. No pueden salvarse por tener votos; de lo contrario, se justifican las afirmaciones de que la política se convierte en un refugio para corruptos o delincuentes que buscan ser candidatos para obtener fueros y evadir la prisión. Esto podría realmente ser un punto de inflexión, dejando un mensaje claro: los políticos deben entender que aquellos que cometen delitos eventualmente serán condenados y castigados. Sin embargo, nos gustaría que la actuación de la Justicia fuera mucho más rápida. – El peronismo ha sido muy confrontativo con la decisión de la Justicia. Todos los sectores alineados con el kirchnerismo han criticado la actuación de los jueces, hablando de proscripción y de una sentencia injusta. ¿Cree usted que Cristina Kirchner está proscripta? – El peronismo, el justicialismo y el kirchnerismo deben dejar de lado el relato y asumir la responsabilidad por sus acciones. Me atrevería a pensar que esto termina por convertirse en una nueva forma de posicionarse como centro político. Hay muchos que hasta se benefician de que Cristina no esté más, porque también favorece una renovación en el peronismo. Desplazar a la figura política que más problemas genera al peronismo, que es Cristina, es como esos grandes cuadros que ya no sabes dónde colocar en tu departamento. Al peronismo le conviene que la saquen y que esto inicie un proceso de renovación. En este momento, hay más una épica de resistencia, que genera un relato que ya todos hemos vivido y sabemos que ha terminado. – ¿Cree usted que Cristina está proscripta? – No, está condenada por los delitos que cometió. Tuvo su debido proceso judicial. Sea como sea, la Justicia tomó la decisión y no debemos cuestionar sus decisiones. Para mí no se trata de una proscripción. Conociendo el relato que armarían en función de esto, ella anticipó una candidatura para colisionar con la sentencia. La condena ofrece un motivo para unir y movilizar, porque más allá de su relato, no tienen nada más que contar, en una Argentina que está en crisis a causa de muchas de sus acciones. – ¿La situación con la ex presidenta puede impactar también en el Congreso y en el Senado? ¿Puede el kirchnerismo y la oposición adoptar una postura más agresiva con el Gobierno? – Si el kirchnerismo -o el peronismo en general- no ha sido más confrontativo, es porque no ha podido. Al perder el rumbo y el apoyo de la gente, su inacción se debe a la imposibilidad de actuar. Cada vez que tiene la oportunidad, el peronismo intenta romper el equilibrio fiscal, que es lo que más les atrae. Buscan cualquier acción populista para otorgar dinero a quien sea, con tal de acaparar el relato, haciendo que el Gobierno pague un costo en términos de equilibrio fiscal, con el objetivo de alterar las finanzas públicas. – El Senado debe debatir el proyecto de jubilaciones y el relativo a discapacidad, iniciativas que el Gobierno advirtió que afectan el superávit. El kirchnerismo busca tratarlas con rapidez. ¿Cuál será la posición del radicalismo en este contexto? – Aún no hemos debatido esa cuestión internamente. Hace un año ocurrió algo similar. Lo que no queremos es que haya un veto y que esto se traduzca nuevamente en una gran desilusión. Deseamos analizar a fondo cuáles son los números y por qué el Gobierno sostiene que esto representa un problema, considerando que tampoco contamos con un Presupuesto, que es la guía de cómo y en qué se gasta. Queremos comprender por qué estas medidas podrían afectar el equilibrio fiscal. Estoy seguro de que el debate en comisión será fundamental y daremos al Gobierno el tiempo necesario para que nos aclare la situación. ¿Quién no desea otorgar aumentos? Somos conscientes de la situación que enfrentan muchos jubilados, pero igualmente debemos ser responsables y evaluar hasta dónde podemos acompañar. En este sentido, trabajaremos con gran responsabilidad, que es realmente nuestro deber. – Pensé que su respuesta sería “no lo vamos a aprobar”. ¿Cree necesario discutirlo? – Es necesario discutirlo, como todo lo que llega al Senado. Hay que abordarlo, analizarlo y estudiarlo. – Esto se menciona porque Javier Milei ha sido claro: expresó que esos proyectos tienen un costo fiscal del orden de dos puntos del PBI. ¿Abrir esa discusión no es oponerse a lo que está planteando el Presidente? – No tengo por qué estar a favor o en contra del Presidente; como senador, mi función es analizar la situación. Recibimos un proyecto de ley que tiene media sanción y debemos estudiar su viabilidad, además de exigir al Ejecutivo que nos proporcione los números reales. Sin un Presupuesto, no sabemos de dónde podrán provenir los recursos ni cuáles son las prioridades que puede tener un gobierno. Para eso se aprueba el Presupuesto en el Congreso, para determinar la dirección que sigue un Gobierno a través de sus gastos, ya que estos reflejan la verdadera política pública. – Entonces, ¿qué le piden al Gobierno? – Que envíe el Presupuesto en su debido momento, no importa si es fuera de término, pero que lo remita; y si no, que vengan a explicarnos. – Me refiero a esta discusión en particular: jubilaciones y discapacidad. – Que vengan a explicar cómo afecta y cuáles son las consecuencias. Porque cuando se habla solo de equilibrio fiscal, lo único que el Gobierno desea es no gastar. ¿Cuáles son las consecuencias de gastar más de lo que se ingresa y cómo impactaría en algo tan valioso como la estabilidad? – La ampliación de la Corte es un tema que periódicamente genera debate. Si debe ampliarse, si debe permanecer como está, cuántos integrantes deben ser: siete, nueve o veinticinco. El Senado ya está discutiendo sobre este tema. ¿Cuál es su posición? – La institución justicia está profundamente herida y gravemente debilitada, con una vacancia significativa: casi un tercio de la justicia federal y nacional, y cerca del 40% de la Corte. Actualmente, de cinco miembros, solo hay tres. Si nos enfocamos exclusivamente en la Corte, es un tema realmente delicado, pues es un órgano colegiado que actualmente está dominado por tres personas. Esto significa que estamos concentrando el poder en tres, lo que afecta gravemente a la capacidad de debate y al impacto de sus decisiones. Lo más urgente es cubrir las dos vacantes lo más pronto posible. El Gobierno ha salido muy dañado de lo ocurrido este año con las postulaciones, pero también cometieron errores que se les han señalado. Considero que debe abordarse con urgencia la manera de cubrir no solo las dos membresías de la Corte, sino también el Defensor y otros cargos. – Además, está el Procurador General. – El Procurador también. Si queremos discutir la ampliación de los miembros de la Corte, lo primero que se debe definir es ¿para qué y por qué? Si la única razón es que cada partido tenga un representante en la Corte, entonces no hemos comprendido lo que la sociedad demanda respecto a la recuperación de la confianza en las instituciones. Primero, recuperemos lo que tenemos y luego, si lo desean, discutimos la ampliación de integrantes. – Actualmente, el kirchnerismo tiene el fiel de la balanza, pues con su número puede lograr una aprobación o impedirla, como ya lo ha demostrado. – Nadie por sí solo puede tomar una decisión. – Pero el kirchnerismo puede vetar y bloquear, lo que obliga a una negociación. – El kirchnerismo por sí solo tampoco podría. Obviamente, debe haber un acuerdo y una negociación, pero estos deben centrarse en la idoneidad, no en los nombres propios. De lo contrario, lo que estamos sugiriendo es cómo colocar nuestra persona en la Corte, no cuál es el perfil que queremos, y quiénes son las posibles personas que, a mi criterio –se lo he mencionado al Gobierno en alguna ocasión– deben ser dos mujeres. El Gobierno debería tener la confianza para proponer dos mujeres. – Le repito la pregunta porque no fui claro. ¿La Corte debe permanecer como está y completarse? ¿Esa es su postura? – Para mí, hoy esa es la mejor decisión. – ¿Qué hay de la discusión sobre una ampliación? – Abramos el debate, pero no debería ser un tema que impida que cumplamos con lo que tenemos que hacer. – El Gobierno corre el riesgo de enfrentar derrotas legislativas en el Congreso. ¿Qué opina al respecto? – Sí, por supuesto, porque siempre ha tenido un número muy inferior de mayorías. Hay muy pocos compañeros fieles. Estamos experimentando un Senado y un Congreso donde algunos aprueban ciegamente todo lo que envía el Gobierno, mientras que otros buscan recuperar el populismo y la narrativa del pasado. Por eso, el papel del radicalismo en este período es muy importante, porque la gente todavía observa la antinomia, la grieta de un contexto que no le convence. Desea el cambio, se apoya en él, porque no quiere volver atrás, pero no está del todo seguro de lo que el Gobierno está implementando, a menudo sin ninguna empatía. – Mencionó el radicalismo. ¿Cómo está el partido? – El radicalismo está muy debilitado en términos federales, aunque tiene varios líderes provinciales fuertes y gobernadores que son ejemplos positivos. Cualquier gobernador radical puede demostrar con creces cómo está gestionando con equilibrio fiscal, así como en salud pública, educación y demás. Contamos con modelos de gestión y gobernantes radicales calificados para presentar en Argentina. El problema radica en la falta de líderes federales; no hay una figura que pueda congregar. El actual presidente asumió una postura que resultó convincente para su propuesta local, pero también fracasó en su implementación. Otros, como Facundo Manes, fueron invitados a sumarse al radicalismo y terminaron formando su propio partido. Esas circunstancias han dañado al radicalismo. Estoy convencido de que, con lo que tenemos, podemos recuperarnos, porque esta etapa requerirá del radicalismo, tal como ha ocurrido en momentos cruciales de nuestra historia. Cuando nace el radicalismo, lo hace a partir de la generación del 80: ahí surgió un Hipólito Yrigoyen que proponía austeridad, transparencia y una gestión eficiente. – El radicalismo está pasando por un periodo de mucha discusión interna, con sectores alineados con el Gobierno, otros que se oponen, y algunos que se sitúan en una zona intermedia. ¿Cuál es su posición? – No sé si lo percibo de esa forma. – Se mencionan a los radicales “con peluca”, por ejemplo… – Lo que quiero decir es que casi no hay debate y eso representa un problema para el radicalismo nacional. ¿Dónde está la discusión? ¿Dónde se manifiesta? Cada uno está buscando cómo posicionarse. Sí, es cierto que hay algunos radicales que definitivamente rechazan al Gobierno y se oponen, y también existen los “radicales con peluca”, que aceptan todo lo que el Gobierno propone. Pero también hay muchos que comprenden que hay radicales que gobiernan y que tienen responsabilidades, y yo me sitúo en ese espacio, en la necesidad de mantener una relación institucional con el Gobierno. En aquellos asuntos donde no coincidimos, explicarlas con firmeza y responsabilidad y, en lo que concuerda, apoyar, incluso si se pueden realizar ciertas modificaciones. Lo hicimos con la Ley Bases: muchas de las reformas fueron propuestas por los radicales en el Senado y luego se aprobaron en Diputados. Cuando es posible, intentamos contribuir para mejorar. – ¿El Gobierno está actuando bien, mal o regular? – En algunos aspectos, está bien; en otros, creo que podrían hacerlo mejor. – Le pido que sea más específico… – Me parece muy positivo que se impongan restricciones en el gasto público, algo que antes era impensable. Que un Gobierno sostenga “no quiero gastar” y que eso sea aplaudido es un cambio significativo frente a la crítica habitual de “¡qué gobierno desalmado, que no asume responsabilidades!”. Esto contribuye a un equilibrio fiscal y ofrece una estabilidad necesaria para entender la realidad de la economía argentina. Sin embargo, no veo una salida clara o un enfoque que nos conduzca hacia el crecimiento de Argentina. ¿Cuál será el modelo? ¿Cómo podemos equilibrar la economía para que no repitamos el menenismo, en el que resultaba más barato importar y se destruían fuentes de trabajo? ¿Cómo sostenemos a una Argentina que aún tiene potencial productivo? No me agrada el ataque a las instituciones ni la falta de transparencia. Esta situación de no enviar el Presupuesto y la dificultad para controlar, hasta el punto de que aún no hemos podido integrar la Auditoría. Lo mencioné acerca de los decretos de nombramiento de los dos miembros de la Corte, advirtiendo que afectarían la salud institucional, pues nadie invertirá en Argentina si no hay instituciones sólidas. Si la inversión se detiene, se retrasará el crecimiento. El Gobierno tiene aquí una deficiencia. Podemos ofrecer al radicalismo, ya que tenemos una gran cultura en fortalecer las instituciones y trabajar en ellas, para que esto también sirva como base para la economía. Si el Gobierno se encuentra únicamente centrado en la economía, necesita avalar instituciones robustas, de lo contrario, nadie invertirá ni arriesgará en este país. Las elecciones en Corrientes – La carrera por la Gobernación en Corrientes ya está en marcha. Aún no se han definido quiénes serán los candidatos del oficialismo, aunque Gustavo Valdés ha convocado a elecciones. ¿Cuál es su apreciación del panorama y cuál será su papel? – El gobierno de Gustavo Valdés es altamente valorado por la ciudadanía, lo que indica que la Alianza Vamos Corrientes, que sostiene al radicalismo y a otros actores, es una de las más fuertes. Resolveremos nuestra Convención para establecer un marco definitivo de alianza. Existe la posibilidad de diálogo con La Libertad Avanza para replicar el modelo de Chaco y, si se da, esto podría encaminar electoralmente de manera muy favorable. Estamos en la etapa de forjar alianzas y luego de definir nombres, con la fecha límite del 12 de julio. – ¿Hay espacio para alcanzar un acuerdo electoral con el Gobierno y aplicar el modelo de Chaco? Porque desde Casa Rosada llegan señales contradictorias o confusas. – El debate que sostiene el Gobierno, según lo que se escucha, es que busca determinar “¿cuánto tengo?”, en esta fase de creación de su partido. También puede ocurrir que en ciertas áreas, como Chaco, se digan “quizás aquí no me interesa tanto cuánto tengo, sino más bien conseguir una victoria” con un gobierno provincial que ha sido un aliado, dado que todo lo que he respaldado en el Senado está relacionado con una directiva del Gobierno provincial, en este caso, de Gustavo Valdés. Así, existen maneras de entenderse y seguramente coincidencias en algunos aspectos. Esto dependerá de que el Gobierno finalmente decida si quiere averiguar su valor en Corrientes o si realmente prioriza obtener una victoria con el gobierno provincial. – Se ha informado que la charla que tuvo Gustavo Valdés con Karina Milei no concluyó de manera satisfactoria. ¿Hay buena sintonía entre el gobierno de Corrientes y la Casa Rosada? – No tengo conocimiento de los detalles de esa reunión. Me parece que fue una conversación tranquila, sin conclusiones definitivas, ya que se pospuso para más adelante. Supongo que esta semana conoceremos los resultados de dichas conversaciones. – Si usted tuviera que decidir, ¿firmaría un acuerdo con La Libertad Avanza, al igual que en Chaco? – Sí, considero que podría ser muy beneficioso. – ¿Y tiene planeado postularse? – Estoy trabajando en eso, buscando apoyos. – Existen rumores de que el hermano de Gustavo Valdés podría ser una alternativa. – Juan Pablo Valdés también tiene su propia proyección y representa mucho al gobernador, pero tengo una trayectoria que ofrecer. Intentamos presentar nuestras ideas y experiencia para llevar adelante el proyecto. – Recientemente, Cristina Kirchner estuvo en Corrientes, en Paso de los Libres, apoyando a Martín Ascúa, candidato del kirchnerismo. ¿Cuál es su opinión sobre esto? – Me duele que haya visitado mi ciudad, ya que goberné Paso de los Libres durante ocho años. Su actitud de querer pintarse como muy peronista no me resulta agradable. Sin embargo, Cristina Kirchner es una figura pública y tiene este derecho. Me han comentado muchos libreños que la mayoría de los asistentes al evento no eran de Paso de los Libres. Vino mucha gente de afuera en colectivos para llenar el espacio, no solo para el lanzamiento del candidato a gobernador, sino también como una estrategia para proyectar su narrativa. – Para finalizar. ¿Cómo evalúa al presidente y qué piensa de su gobierno y su acción política? – Milei es una persona decidida. Cuando se propone algo, avanza sin considerar las consecuencias o riesgos. Al ser una figura nueva y disruptiva en la política, no arrastra el peso de una mochila; no tiene que dar explicaciones a nadie. Agradé tanto, sus decisiones se implementan de inmediato. En muchos aspectos, ciertas decisiones pueden comprometer al Gobierno, ya que son medidas drásticas que, en algunos casos, era necesario adoptar, pero en otros pueden interpretarse como falta de empatía. En este sentido, no estoy seguro de cómo el Gobierno planea abordar la inclusión de todos los argentinos en sus decisiones.

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