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» Elterritorio
Fecha: 22/06/2025 12:32
Oriunda de Aristóbulo del Valle, desde los 90 se desempeña en el ámbito de la salud en Buenos Aires. Oficia de coordinadora general del Centro de Bioética del Hospital Italiano. domingo 22 de junio de 2025 | 2:30hs. Rosina recuerda con nostalgia a su tierra colorada todos los días. “Cuando quiero estar en un lugar hermoso, viajo en mis sueños a Misiones”. La frase dotada de nostalgia le corresponde a Rosa Angelina Pace (59), popularmente conocida entre sus afectos como Rosina. Pace es médica, como su padre, supo abrirse camino en el ámbito de la salud y conquistó reconocimiento lejos de su hogar, pero siempre añorando volver, no por trabajo, sino por los vínculos, ya que tiene muchas amistades en la tierra colorada. Rosina es oriunda de Aristóbulo del Valle, sin embargo hace mucho tiempo fue adoptada por la ciudad que no duerme, Buenos Aires. Figura destacada en medicina, pues oficia de coordinadora general del Centro de Bioética del Hospital Italiano y por si fuera poco para su currículum vitae: desde 1999 trabaja en cirugía pediátrica en el General de Niños Pedro de Elizalde, también ubicado en Caba. Su anecdotario no termina ahí, hay más: fue la primera mujer en terminar la residencia de Cirugía General y además su preparación le valió el puesto como jefa de residentes en el Hospital Italiano, se capacitó en la Universidad Harvard, Estados Unidos; obtuvo premios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y escribió un libro, "Iniciación de la bbioética, un enfoque desde los trasplantes". La última vez que estuvo en la provincia fue en 2023, cuando falleció su madre. El recuerdo inevitablemente provoca un quiebre en la respiración y una emoción que refleja el legado. Se extraña, claro. Tiempo antes, en 2018, su padre se despidió de esta vida terrenal. “Viajaba muy frecuentemente a verlos, sobre todo cuando estaban enfermos. Tengo dos hermanos en Posadas, Héctor y Larisa, con sus respectivas familias y uno, Diego, aquí más cerca en Buenos Aires (...) Quisiera ir más frecuentemente. Tengo un vínculo muy especial con Misiones, trato de ayudar en todos los casos en que puedo, casos de pacientes que vienen a tratarse al Hospital Italiano, o casos de pacientes que deben atenderse en el Hospital Elizalde, donde también trabajo”, señala la médica en diálogo con El Territorio, comunicación telefónica mediante. Con orgullo, resalta la calidad de la medicina en su Misiones natal. Si bien hace años no reside en la provincia está en contacto con profesionales misioneros a quienes les proporciona la etiqueta de "excelencia". “Soy de Aristóbulo del Valle, un lugar hermoso, lleno de saltos y cascadas, una selva muy verde, con paisajes encantadores. Mi papá, Pedro Hugo Pace, era médico cirujano allí, el mejor que yo haya conocido en mi vida, era excelente tanto por sus habilidades técnicas como éticas y fue mi ejemplo en la vida, ejemplo para mí, para mis hermanos y para muchos médicos que lo conocieron y que aún lo recuerdan. Era capaz de hacer una gran cirugía como atender un parto o accidentados que eran frecuentes, viajaba a operar a varias de las localidades de la provincia. Era un médico completo y armó un sanatorio muy bien equipado. Por supuesto, y a la par trabajaba mi madre, Lady, que gestionaba todo lo necesario para que tanto familia como sanatorio funcionaran bien”, relata Pace y agrega: “Sin dudas sus ejemplos fueron lo que me llevaron a decidir estudiar Medicina en la Universidad del Nordeste en Corrientes (Unne) a pesar de saber que es una profesión muy sacrificada, sin horarios y con mucho compromiso personal”. “Cuando terminé mi formación de grado vine a Buenos Aires, año 1990, y accedí a un puesto de residente de cirugía en el Hospital Italiano, fui la primera mujer en terminar la residencia de cirugía y fui jefa de residentes. En 1994, durante mi jefatura de residentes, comencé a interesarme por una disciplina aún no bien conocida por estas latitudes, la bioética. En ese año se realizó el Segundo Congreso Mundial de Bioética en Buenos Aires y el Hospital Italiano estaba interesado en que sus profesionales se formaran en la disciplina, así que me facilitaron la concurrencia a dicho congreso,donde tuve desplegada ante mí a la plana mayor de la Bioética Mundial y pude evaluar donde formarme ya que mi interés era muy grande”, recuerda. “Decidí ir a España para realizar un Máster en Bioética en la Universidad Complutense de Madrid, cuyo director era Diego Gracia, conocido mundialmente en ese campo. Cursé los dos años lectivos correspondientes a dicho máster y allí comencé mi formación en Cirugía Pediátrica en el Hospital Universitario La Paz para terminar dicha formación en el Hospital Italiano nuevamente a mi regreso y en el Hospital Jackson Memorial de Miami”, cuenta Pace, quien el año pasado tuvo la oportunidad de hacer un curso de formación en ética clínica en Harvard. La médica aristobuleña trabaja en la materia desde la década del 90. “Desde aquella época trabajo en bioética en el Hospital Italiano de Buenos Aires. También desde su creación, hace 25 años, trabajo educando en bioética en la ahora Universidad Hospital Italiano, donde soy profesora titular de Ciencias Humanas en varias carreras”. Qué es la bioética, consulta El Territorio. “La bioética es una disciplina relativamente nueva que colabora fundamentalmente reflexionando, deliberando en forma racional sobre los deberes para con la vida biológica, en nuestro caso particular, con los deberes para con los pacientes, sobre todo en aquellas situaciones donde las decisiones son complejas”, define la médica y docente. Comité de Bioética Respecto a qué cuestiones se dirimen en ese campo, comenta: “Hay actividades consultivas a través del Comité de Bioética, en caso de ser requeridos por algún miembro de la comunidad de esta red integrada de salud que es el Hospital Italiano o de cualquier otra instancia como la Justicia, obras sociales y prepagos, familiares de pacientes. Hemos sido consultados por temas acerca de trasplantes de órganos, fertilización, temas de fin de vida, suspensión de sostén vital, en general casos de pacientes muy complejos donde el Comité de Bioética aporta una mirada diferente y enriquecedora. Otra función es participar en el desarrollo de políticas, recomendaciones acerca de temas puntuales como consentimiento informado, directivas anticipadas, limitación del esfuerzo terapéutico, atención a determinadas poblaciones de pacientes como fue el caso de los Testigos de Jehová”. Perfil Rosina Pace Médica Médica cirujana por la Universidad del Nordeste (Unne) y Magister en Bioética por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Especialista en Cirugía General y Pediátrica. Coordinadora del Centro de Bioética del Hospital Italiano de Buenos Aires (Hiba), miembro fundador y trabaja en el Comité de Bioética del Hiba. Directora del Departamento de Ciencias Humanas y Sociales del Instituto Universitario Hospital Italiano (Iuhiba) así como profesora titular de la Cátedra de Ciencias Humanas. Docente de principios de Ética de la Investigación de la maestría en Efectividad Clínica Iecs. Miembro del Consejo de Ética en Medicina Academia Nacional de Medicina. Fue docente del Master en Bioética de la Organización Panamericana de la Salud (1996 al 1999). Recibió premios en Bioética, Velasco Suárez OPS. Consultada sobre si recuerda casos puntuales y cómo se organizan los comité, sostuvo: “Otros hospitales también tienen comité de bioética, lo que pasa que el nuestro es uno de los más antiguos, ya tenemos 30 años de experiencia; hay casos de todo tipo, casi todos son muy difíciles, muy duros, los casos pediátricos por supuesto son durísimos, hay casos de fin de vida, donde uno tiene que suspender soporte vital, ayudar a las familias a entender la situación del paciente, y cuáles son las razones de la suspensión del soporte vital. El Comité de Bioética lo que hace es trabajar sobre los datos clínicos del paciente en cuestión, sobre la historia clínica, es decir, no son opiniones al azar, no son charlas de café, sino que trabaja justamente con el caso clínico agregando la deliberación ética sobre los mismos y haciendo una recomendación que no es vinculante para quien presenta el caso pero en general ilumina las decisiones”. “Un comité de bioética, además de los profesionales de la salud, tiene profesionales de lo que se llaman las ciencias humanas, como filósofos, antropólogos, otras visiones, y muchos tienen un miembro de la comunidad específica. Para casos puntuales se llama a las personas que puedan aportar luz al tratamiento de determinado caso. Por ejemplo, representantes de diversos credos o también personas que tengan otras cosmovisiones, como en este caso sucedió”, comienza explicando para luego dar cátedra. “Está formado por otras personas que quizás no están directamente relacionadas a la atención de salud, lo que se hace en una primera instancia es aclarar los hechos de manera que todos puedan entender de qué se trata. Una vez aclarado esto, el tratamiento del caso es un tratamiento metódico, no es al azar, o no son opiniones, sino que es basado en un método. Dicho método comienza con el análisis del caso clínico, en el caso de la bioética clínica, porque la bioética tiene otras ramas como la rama de la investigación, la rama medioambiental”, explica, al tiempo que añade: “La bioética intenta terminar siendo una ética ciudadana, porque en realidad somos seres biológicos en un ambiente biológico que hay que cuidar, entonces la idea es que la bioética no sea solamente clínica, sino que sea una bioética de la vida. Uno de los temas actuales que se está estudiando mucho es el de la inteligencia artificial. En ese sentido aporto mi visión bioética a un equipo de trabajo llamado CLIAS (https://clias.iecs.org.ar/)”. Ley del derecho del paciente “En bioética trabajo con adultos y pediátricos, trabajamos mucho con la terapia intensiva de adultos, mucho con pacientes trasplantados, trabajamos muchísimo, durante la epidemia de Covid organizando las maneras de atención en el hospital, trabajamos con las directivas anticipadas, que es una expresión de voluntad que dejan los pacientes y desarrollamos todo un programa. Las directivas anticipadas son expresiones de la voluntad que uno puede dejar estando lúcido y competente para tomar decisiones, expresando opiniones, deseos, valores para cuando uno, si es que sucede, pierda la posibilidad de comunicarse, por ejemplo. Entonces uno escribe en este momento para que si alguna vez uno pierda la autonomía o no pueda comunicarse, ese documento, esa expresión de la voluntad puede ayudar a entender qué es lo que necesitaría uno como paciente en un futuro. Y eso la verdad que es una cosa que deberían usar en todos los lugares porque está en la ley, o sea, es un tema, ético pero que ya lo receptó la Ley de Derechos de los Pacientes del 2009”, explica Pace. Esa ley, la 26.529, fue sancionada en Argentina en 2009 y establece los derechos de los pacientes en su relación con los profesionales e instituciones de la salud. “O sea que uno, cualquier persona mayor de edad en Argentina, puede dejar por escrito sus directivas anticipadas. Y tienen valor, independientemente de lo que opine la familia, en el momento en que se pongan en acción, que es cuando uno está en alguna situación de enfermedad y no puede comunicar sus preferencias”, asevera. La charla con Rosina Pace bien puede extenderse por horas, días, semanas. Tiene un baúl repleto de experiencias desde la sala de cirugía, el consultorio, la producción de un libro, los viajes al exterior, la vocación de educar a otros en este complejo camino de la salud. Su trabajo y sus conquistas son inspiración para quienes habitan una provincia caracterizada de selva, los saltos y cascadas, como ella imagina en sus sueños.
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