22/06/2025 12:26
22/06/2025 12:26
22/06/2025 12:25
22/06/2025 12:25
22/06/2025 12:25
22/06/2025 12:24
22/06/2025 12:24
22/06/2025 12:24
22/06/2025 12:24
22/06/2025 12:24
» Elterritorio
Fecha: 22/06/2025 05:11
La demora en el acceso a la historia clínica de la víctima generó reclamo de las partes. Con la imputación actual, los policías podrían ser condenados hasta con 10 años de cárcel. domingo 22 de junio de 2025 | 2:00hs. Días después del hecho, familiares y vecinos de Agustín marcharon por la ciudad de Oberá para reclamar justicia. A poco de cumplirse tres años del siniestro vial que le ocasionó secuelas de por vida a Rodolfo Agustín Ramírez (25), para la Justicia de Instrucción los tres policías implicados incurrieron en “abandono de persona agravado por la condición de funcionario público”, delito que contempla una pena máxima de 10 años de prisión. Asimismo, según precisó un vocero del caso, todavía restan elementos de prueba para que el expediente pueda ser elevado a juicio oral y público. Los imputados son el oficial subayudante Nicolás S., el sargento primero Ariel C. y la agente Camila C., quienes en principio estuvieron dos meses detenidos y luego fueron pasados a disponibilidad. En tanto, en febrero pasado los citados fueron reincorporados al servicio y asignados a la Unidad Regional VI de Leandro N. Alem. Con relación al expediente penal, obtenida la restricción de capacidad (o insania) ante el Juzgado de Familia de Oberá, requisito imprescindible para que los padres de Ramírez puedan constituirse como querellantes, la demora en el acceso a ciertas pruebas generaron reclamos de las partes. Llamativamente, hasta el momento desde la dirección del Hospital Samic de Oberá no remitieron la historia clínica oficial del paciente. El pasado 10 de noviembre la querella reiteró el pedido, mientras que el juzgado interviniente hizo lo propio el 23 del mismo mes. De todas formas, hasta el momento las autoridades del nosocomio local no respondieron el pedido, lo que demora el avance del expediente. A raíz del siniestro, el joven padeció gravísimas lesiones, la peor en la cabeza, por lo que tuvieron que extraerle parte del cráneo y derivó en una discapacidad mental del 80 por ciento. Lo que está probado La vida de Agustín Ramírez cambió para siempre la noche del 16 de agosto de 2022. El hecho se registró sobre calle Catamarca, entre Urquiza y Quintana, en Villa Vick, Oberá. Era alrededor de las 21.10 cuando volvía en moto de trabajar y fue interceptado por un móvil policial, tras lo cual se inició una persecución que concluyó con el despiste del motociclista, mientras la patrulla continuó su marcha y abandonó la escena con el joven agonizando. Hasta el momento, eso está probado en el expediente que tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos, a cargo de Horacio Alarcón. En tanto, un punto cuestionado por la querella es que las pericias fueron realizadas por la misma Policía y luego de varios días del hecho. En consecuencia, no se hallaron rastros de un choque en la patrulla del Comando Sur implicada. Lento avance judicial En los meses posteriores, la familia acompañó la larga recuperación de la víctima y, en paralelo, tramitó el proceso de restricción de capacidad (o insanía) ante el Juzgado de Familia de Oberá, requisito imprescindible para que sus padres puedan constituirse como querellantes en el expediente penal. “Como mi hermano quedó con incapacidad mental, el juez penal requería que se determine la insanía para que mis padres entren como querellantes y pueden accionar penalmente. Fueron muchos meses de ir y venir, hasta que el pasado 23 de diciembre el Juzgado de Familia nos dio la insania, pero esperaron hasta el último día antes de la feria”, reclamó Carla Ramírez. A causa del siniestro Agustín estuvo internado 16 días en terapia intensiva. Opinó que “desde la noche del choque a mi hermano sólo tuvimos inconvenientes con la Justicia, todo se hace lentísimo y dan mil vueltas. Hasta nos costó conseguir abogados. Pasa que hay policías implicados y muchos intereses, pero no debería ser así porque arruinaron la vida de una persona joven y de toda una familia. Estamos destrozados y la Justicia parece que favorece a los culpables”. Agustín Ramírez padeció fractura de cráneo, trauma de tórax y fractura de clavícula izquierda, además de múltiples golpes y excoriaciones en diferentes partes del cuerpo, por lo que permaneció 16 días en terapia intensiva. En tanto, oportunamente la familia cuestionó que los policías imputados hayan retomado sus funciones en la fuerza. “Lo cruzaron con el patrullero” Por su parte, Juan Ramírez reclamó que la Justicia acelere los tiempos del proceso para evitar la prescripción de la causa. “Es aberrante lo que le hicieron a mi hijo y ante eso, como familia, no esperamos ni pedimos más que justicia”, subrayó. Mencionó que a su hijo “lo cruzaron con el patrullero” y que después de una maniobra del joven para no chocar, lo persiguieron. En ese contexto perdió el control e impactó contra el empedrado, sufriendo gravísimas lesiones. Los uniformados “se fueron de la escena y al rato volvieron para ocuparse del siniestro, simulando no tener conocimiento de lo sucedido”, recordó el progenitor a partir de dichos de testigos. “Son policías, estaban preparados para proteger a la sociedad, pero terminaron haciendo lo contrario, siendo conscientes de todo, eso es lo peor”, expresó. “Sabiendo el riesgo y que estaba mal, igual siguieron y después de lastimar a mi hijo que había salido del trabajo y regresaba a mi casa, se fueron de la escena, lo dejaron tirado y pienso por qué actuaron como delincuentes. Por qué no se hicieron cargo, por qué no llamaron una ambulancia”, se preguntó. Registro fílmico que da cuenta de la persecución Desde un primer momento fue clave el aporte de un testigo que declaró que un móvil policial perseguía a una moto cuyo conductor perdió el control y despistó, tras lo cual el vehículo oficial abandonó la escena y no prestó asistencia a la víctima. Dicha versión fue confirmada con el registro fílmico de las cámaras de seguridad de dos viviendas de calle Catamarca que dan cuenta de la persecución de la patrulla. Al prestar declaración indagatoria los tres imputados reconocieron que persiguieron y luego abandonaron a Ramírez, aunque negaron que el móvil en el cual se movilizaban haya impactado la moto que conducía. Oportunamente, peritos de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) constataron videos domiciliarios donde se corroboró que el móvil policial persiguió a Ramírez. “En una cámara se ve que el móvil está a diez metros y en otra más encima”, precisó un vocero. Si bien los registros no lograron grabar el presunto choque, sí muestran las luces de la sirena de la Policía en el horario en que ocurrió el accidente, entre 21.10 y 21.20. “Por el minuto 21.14 se logra ver el reflejo de las luces azules, por eso se sabe que no fue la ambulancia, que llegó más tarde”, explicó el vocero.
Ver noticia original