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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 21/06/2025 21:36
La lucha contra las papeleras fue la que instaló la pregunta sobre la calidad del aire que respiramos en la ciudad. Hasta ese momento, no había un cuestionamiento activo de parte de los vecinos sobre aquello que había en la atmósfera que no podíamos ver, pero sí percibir. Sin embargo, más de dos décadas después, por primera vez se llevará adelante un estudio científico en la materia. El plan integral de monitoreo surgió de un diagnóstico preliminar, que tuvo como objetivo evaluar la calidad del aire en sectores urbanos e industriales para identificar posibles fuentes de emisión de contaminantes atmosféricos y su impacto directo. El estudio, elaborado por un equipo de expertos del Laboratorio de Estudios Atmosféricos (LEA) del Instituto de Fisicoquímica del Noroeste Argentino (Inquinoa-Conicet-UNT) e impulsores de la iniciativa global Breathe 2 Change “Conectados por un aire más puro”, analizó la normativa vigente, identificó fuentes emisoras relevantes y caracterizó la dinámica atmosférica local. Ivana Zecca, subsecretaria de Ambiente del Municipio, habló con AhoraElDía y aseguró que desde el inicio de la gestión plantearon la necesidad de indagar sobre la calidad del aire: “Aunque siempre tuvo mucha fuerza el monitoreo del agua, no pasaba lo mismo con lo que respiramos. A eso se suma la gran actividad que tenemos tanto en el Parque Industrial como el aumento del parque automotor local y la existencia de la planta de UPM al otro lado del río Uruguay. Además, en el último tiempo, tuvimos muchas denuncias por malos olores, pero no contábamos con herramientas para ver de qué se trataba. La calidad de aire que respiramos, hasta ahora, es una incógnita”. Y agregó: “Ya se realizó la primera etapa donde identificamos cinco puntos de interés para hacer las mediciones: el Parque industrial y su Planta de Tratamiento de Efluentes Líquidos, el barrio Don Pedro (uno de los lugares de donde provienen la mayoría de las denuncias por malos olores), el predio del ex Frigorífico y el centro de la ciudad. Se hizo un enfoque integrado, donde se consideraron datos del Servicio Meteorológico Nacional y estaciones cercanas, que permitieron analizar la dirección y la velocidad de los vientos, la humedad, la presión, la temperatura y las precipitaciones, que son variables que influyen en la dispersión de contaminantes en el aire. Al mismo tiempo, se hizo un análisis geomorfológico a través de imágenes satelitales y mapas topográficos, se tomaron datos digitales que permiten conocer la geografía y verificar la acumulación o dispersión de contaminantes atmosféricos. También se consideró información técnica que ya teníamos”. A partir de toda esta información, el modelo científico arrojó que, entre mayo y septiembre, es el período en el que “se presentan las condiciones más propicias para que el contaminante se pueda concentrar o dispersar”; es decir, los meses de mayor riesgo. El modelo utilizado para realizar el monitoreo da como resultado una representación teórica de la realidad, por eso debe ser contrastado con datos empíricos en tiempo real a través de los sensores de medición que se colocarán durante el próximo mes en los puntos clave detectados. “El monitoreo se realizará durante seis meses y se van a medir tanto los gases como el material particulado. La idea final del proyecto es mantener un monitoreo continuo de los contaminantes del aire que se encuentren en mayoría. Para que un componente sea contaminante tiene que estar en una concentración y tiempo determinado. Entre los materiales que se pueden encontrar están el particulado (tamaño 10 y 2,5), dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, asbesto y restos de plaguicidas”, puntualizó Zecca. El estudio está financiado con fondos municipales y la primera etapa tuvo un valor aproximado de 7 millones de pesos. El costo final del monitoreo estará dado según la cantidad de sensores que se coloquen. El impacto en la salud de la población “La calidad del aire que se respira es un factor que está relacionado con la aparición de algunos problemas de salud y es algo que no se visualiza, como ocurre con el agua. La contaminación del aire está muy asociada al cáncer y a afecciones respiratorias. Esa es la preocupación que tenemos y por eso es importante tener los datos para poder actuar”, apuntó Zecca Con los resultados, la responsable de Ambiente aseguró: “Estableceremos las medidas para mitigar los impactos a fin de lograr una mejor calidad de aire: en el ex Frigorífico, las acciones a tomar son más evidentes y tienen que ver con el tratamiento del asbesto. En el caso del Parque Industrial, podríamos exigir controles más rigurosos, por ejemplo. Asimismo, creemos que, a través de la forestación de ciertas zonas, podríamos mejorar la calidad del aire”. En relación al tratamiento del asbesto, Zecca contó que todavía están esperando que Nación expida la certificación para avanzar en el retiro y confinamiento del pasivo ambiental, y que los resultados que arroje el monitoreo permitirán “tener un elemento técnico para la marcar la urgencia de realizar el saneamiento”. En tanto, sobre el retiro de fuel oil en el predio del ex Frigorífico, afirmó: “Ya se sustrajo más de la mitad del material, pero que la actividad se pausó debido a las condiciones climáticas que no permitieron su adecuado calentamiento y extracción. Cuando vuelvan los meses más cálidos continuaremos con el trabajo”.
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