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» Tu corrientes
Fecha: 21/06/2025 21:31
"Mientras muchos ciudadanos se quedan sin trabajo, algunos de nuestros representantes políticos se encuentran bastante ocupados en subirse los sueldos" fue una de las frases que resonó en el discurso que dio el Prof. Héctor González Martin en el acto del Día de la Bandera de Mercedes. El Prof. Héctor González Martin ó "Nano" como lo conocen integra la Asociación Belgraniana de nuestra ciudad en el inicio de su discurso primeramente saludó a todas autoridades y alumnos, luego mencionó “nos hemos reunido hoy aquí para recordar la memoria del Padre de la Patria, o como le gustaba reconocerse a el mismo, la de un “hijo” de esta: me refiero al Gral. Don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano”. “Por lo general los discursos de los actos están destinados a hablar sobre la figura que se recuerda; en esta ocasión será distinto y les pido las debidas dispensas para ello. Me pareció una ocasión oportuna para hablarle a Belgrano de nosotros, por lo que permítanme dirigir mis palabras ahora a este varón probo que nos enorgullece recordar hoy: Estimadísimo y veneradísimo General: Le hablo a Ud. en nombre de todos los que nos encontramos hoy aquí presentes para recordarlo. Somos ciudadanos de la ciudad de Mercedes, provincia de Corrientes; seguramente el nombre no le suena mucho, pero la tierra que pisamos sí; sucede que en el tiempo que Ud. pasó por aquí, allá por 1810, esto no era más que campo, según Ud. “un campo que al parecer no pisó el hombre”. Tuvieron que pasar unas décadas para que un hombre, José María Gómez, comprara estas tierras y posteriormente las donara para que se asentara esta bella ciudad en la que estamos. Nos juntamos hoy para hacer memoria de su Pascua. Fue ayer, bien lo sabemos, pero por una cuestión humana y para salvaguardar la salud de todos -por lo malo del clima- hemos decido pasar este acto para hoy. Conociéndolo un poco, sé que no se va molestar, todo lo contrario, porque fue por una causa noble y entre tanta deshumanización que vivimos, fue un gesto de cuidarnos entre nosotros y sobre todo a los niños que se venían preparando con mucha ilusión para prometer lealtad a la hermosa bandera que Ud. nos regaló. Los reconocerá fácilmente, vinieron con sus familias y están todos con sus guardapolvos impecables. Son el futuro de nuestra ciudad y de la Patria toda. Están también sus docentes, aquellos que todos los días se esmeran por dar lo mejor de sí para hacer de nuestra educación pública una educación de calidad ¿Recuerda Ud. aquello que escribió en sus memorias cuando era Secretario del Consulado; eso de que los maestros debían ser de los actores públicos mejor remunerados? Bueno, eso no sucede mucho en la realidad lamentablemente. Sin embargo, aquí están, firmes, intentado ser, como Ud. lo quiso, aquellos que inspiran en los más pequeños “sentimientos de honor” y haciéndoles crecer como personas… Por otro lado, encontramos algunas cuestiones en nuestra Patria que quizás le disgusten un poco. Mientras muchos ciudadanos se quedan sin trabajo, algunos de nuestros representantes políticos se encuentran bastante ocupados en subirse los sueldos. Sí, aunque no lo crea… Y pensar que Ud., cuando fue nombrado Jefe del Regimiento de Patricios, se bajó el sueldo a la mitad, o cuando recibió de manera legítima aquel premio por las victorias en Tucumán y Salta, las donó integras para la construcción de escuelas… También muchos de nuestros adultos mayores la pasan bastante mal, porque la jubilación es casi insignificante y, Ud. bien lo sabe, cuando se llega a cierta edad aparecen los dolores y las enfermedades… Pero esto no es de ahora, solo que recién comenzamos a sentir los efectos de malas administraciones. Ya desde hace algunos años también nos encontramos con una realidad difícil y preocupante, muchos de nuestros ciudadanos, quizás por desconfianza o porque se cansaron de no ver mejoras, ya no se acercan a ejercer su derecho al voto y por ende a elegir a nuestros representantes. Bastante grave, como verá… Pero no le quiero dejar con un gusto amargo. No, para nada. Por eso le quiero recitar unos versos de un gran poeta que se aquerenció por estos lares. Era un curita, se llama Julián. Seguramente que, si empieza a buscar en el cielo, lo va a encontrar. Sino, le sugiero que busque el lugar donde están los correntinos -más concretamente donde Ud. escuche sonar un Chamamé- ahí seguro lo encuentra y le va a saber recitar estos versos mejor que yo; están lindos, pero por sobre todo, nos llenan de esperanza. Dicen así: “Si mirás con ojos limpios nuestra triste situación, si te duele la pobreza y te ofende la exclusión vas a ver que la esperanza todavía no murió, que está viva y aun pelea aunque te mientan que no… ¡Mientras quede gente linda que se da de corazón, que se juega por los otros y aun cree en la canción, no vencerá la codicia ni podrá la corrupción, que la última palabra la tendrá siempre el amor! General, me despido, no sin antes agradecerle por su ejemplo de vida, al tiempo que le pido que mire nuestra Patria y nos ayude nuevamente a sacarla adelante. ¡Condúzcanos Ud. con su sabiduría y entrega! “Le enviamos todos los aquí presentes un fuerte abrazo ¡y que viva la Patria!” finalizó González.
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