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Fecha: 21/06/2025 18:52
Saber dónde están nuestros brazos o piernas con los ojos cerrados. Tocar nuestra nariz sin mirar. Caminar sin pensar cada paso. Todo eso es posible gracias a la propiocepción, el llamado "sexto sentido" que permite percibir la posición del cuerpo en el espacio. Aunque muchos lo ignoran, está activo todo el tiempo y no se puede apagar. El neurocientífico Ardem Patapoutian recibió el Premio Nobel de Medicina por descubrir las proteínas Piezo, claves para detectar presión, movimiento, dolor y temperatura. Gracias a su trabajo, la ciencia pudo entender cómo el cuerpo se siente a sí mismo desde adentro. Patapoutian nació en Beirut, en una familia armenia que vivía del lado musulmán de una ciudad dividida por la guerra civil. A los 17 años fue secuestrado por milicianos que lo acusaban de espía. Lo liberaron tras varias horas y, esa misma noche, decidió emigrar. Llegó a Estados Unidos sin un dólar, trabajó de repartidor de pizzas y escribió horóscopos en un diario comunitario. Con esfuerzo y una beca, entró a la universidad y se formó en biología molecular. Décadas después, hizo el descubrimiento que lo llevaría a la cima de la ciencia. Hoy es uno de los referentes mundiales en neurociencia. Defiende la educación pública, rechaza los recortes a la investigación y recuerda que el 40% de los Nobel estadounidenses son inmigrantes. China le ofreció financiación garantizada por 20 años, pero él se negó: "Estados Unidos es mi país. No me voy a entregar" . Los 13 consejos de Patapoutian para ser creativo Aunque el trabajo científico sea arduo y a veces solitario, Patapoutian cree que una vida creativa vale la pena. Para inspirar a quienes empiezan, armó una lista con sus 13 reglas. Algunas son jugadas, otras parecen contradictorias, pero todas tienen la marca de alguien que sabe que pensar distinto no es un lujo, sino una necesidad. No estés demasiado ocupado. La creatividad necesita tiempo libre. Aprendé a decir que no. Especialmente a compromisos que no suman. Encontrá una gran pregunta. La que valga la pena responder en los próximos 5 o 10 años. Cuando hables de tu trabajo, empezá por esa gran pregunta. Pocas personas lo hacen, pero cambia todo. Sabé cuándo abandonar un proyecto. Es tan importante como generar nuevas ideas. Cambiá de campo si ya no hay preguntas interesantes. Las nuevas miradas abren caminos. Pedí ayuda. No hace falta reinventar la rueda. No sigas consejos que no te sirven. Incluso este. Contratá gente inteligente, eficiente y amable. Lo de amable es clave. Apoyá a quienes tienen menos privilegios. Trabajá con personas que tengan experiencias distintas. Rodeate de amigos que te digan cuando te equivocás. No olvides por qué empezaste. Si no es divertido, algo anda mal. Después de recibir el Nobel, dijo que el punto 12 se volvió aún más importante. "Todos, incluso los que recibimos premios, necesitamos que alguien nos diga cuando estamos por cometer un error", afirmó. Notas Relacionadas
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