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» tn24
Fecha: 20/06/2025 22:46
Referentes de la Iglesia en Corrientes y Tucumán advirtieron sobre el impacto social del narcotráfico y reclamaron una mayor articulación comunitaria para frenar su expansión. La Iglesia Católica volvió a poner en el centro del debate el crecimiento del narcotráfico en el norte del país. A través de un mensaje conjunto, obispos de las provincias de Corrientes y Tucumán manifestaron su preocupación por la expansión del narcomenudeo y sus consecuencias en los sectores más vulnerables, especialmente entre los jóvenes. Monseñor Adolfo Canecín, desde la Diócesis de Goya, destacó el valor de las “Mesas Interinstitucionales” que se desarrollan en localidades como Santa Lucía y Gobernador Virasoro, donde se promueven herramientas como los “Buzones de la Vida” para que los vecinos puedan realizar denuncias anónimas sobre venta de drogas. Según afirmó, es clave que la comunidad participe activamente en la prevención del crimen organizado. En sintonía, desde Tucumán, la Comisión Pastoral encabezada por monseñor José Díaz alertó sobre un “avance silencioso” del narcotráfico, que va de la mano con la exclusión social y la falta de perspectivas para los jóvenes. El obispo remarcó que lo sucedido recientemente en la localidad de Alberdi no debe tomarse como un hecho aislado, sino como parte de una red más compleja que requiere respuestas coordinadas. Ambos prelados coincidieron en que enfrentar esta problemática requiere un compromiso conjunto entre el Estado, las organizaciones sociales y los ciudadanos. Para la Iglesia, es urgente actuar antes de que el narcotráfico siga debilitando los vínculos comunitarios y la convivencia en los barrios.
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