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» El Ciudadano
Fecha: 20/06/2025 19:00
Una cuadrilla de trabajadores que realizaban una serie de excavaciones al norte de Lima, capital de Perú, con el objetivo de instalar un gasoducto, efectuaron un inesperado e involuntario descubrimiento: bajo la tierra, encontraron una momia de mil años de antigüedad. El hallazgo se registró cuando los obreros de la empresa Cálidda trabajaban a unos 50 centímetros bajo tierra en la zona de Zapallal, en el distrito de Puente Piedra. A ese nivel se toparon con un tronco de madera de guarango que, según Jesús Bahamonde, director del plan de monitoreo arqueológico de la compañía, utilizaban para marcar la ubicación de tumbas. Al continuar los trabajos y alcanzar una profundidad de 120 centímetros, cayeron en la cuenta de que estaban ante una momia perteneciente a la cultura Chancay, que prosperó en el actual territorio de Perú entre los años 1.000 y 1.470 después de Cristo. Según trascendió, en la zona donde trabajaban los operarios de la empresa encargada de distribuir gas natural en Lima había un cementerio en el pasado. La empresa deslizó que desde 2004, cuando inició sus operaciones en Lima, registró más de 2 mil hallazgos arqueológicos de manera accidental. Por ese motivo, tiene entre sus filas a especialistas en la materia. Un plato con restos de crustáceos y una botella decorada: así encontraron a la momia Según comentó Bahamonde en declaraciones a medios locales, se trata de la momia de una mujer de entre 20 y 25 años, que tendría una antigüedad de entre 900 y 1.000 años. “Se encuentra orientada hacia el oeste, es decir, hacia el mar. Está acompañada de un ajuar, caracterizado por cántaros, botellas decoradas, cantimploras, cuentos, platos, y en algunos de ellos se han encontrado restos de crustáceos como cangrejos”, precisó el especialista. Esos elementos, dijo Bahamonde, “ayudan a entender su vinculación con el mar y la dieta que esta persona consumía”. Por su lado, el arqueólogo José Aliaga, quien también forma parte del equipo de monitoreo de la empresa Cálidda, indicó que al momento del hallazgo la mujer estaba en posición sentada y conservaba su cabello castaño oscuro. De acuerdo con la información reproducida por medios locales, “el cuerpo fue hallado envuelto en un fardo de sogas hechas con fibra vegetal”. Tras el hallazgo, lógicamente, las tareas de excavación quedaron suspendidas. La palabra de la empresa Marcio Mayta, coordinador de Gestión Ambiental y Arqueología de Cálidda, señaló que la empresa cuenta con “un plan de monitoreo arqueológico, el cual es un acompañamiento por parte de un equipo de arqueología a todas las obras de ingeniería”. “Al identificarse algún hallazgo arqueológico se puede detener la obra y se procede a su verificación con el objetivo de salvaguardar el patrimonio arqueológico que se encuentra en el subsuelo”, explicó. Por último, completó: “Hasta la fecha, ya hemos recuperado más de 2,200 hallazgos arqueológicos”.
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