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» Misioneslider
Fecha: 20/06/2025 14:52
La reapertura de La Academia: un nuevo capítulo en la historia de un bar emblemático Desde este jueves, dos mitos se van a unir en Montevideo 341. La Academia, el bar notable que nació hace casi 100 años y que se convirtió en un emblema por el pool y el billar, reabre después de estar cuatro meses cerrados en un nuevo local, el que supo albergar al original Pippo, el de los famosos vermicelli tuco y pesto. El cierre de La Academia, en febrero, golpeó a los habitués del bar de Callao 368. La explicación de la bajada de persiana después de 90 años, entonces, pasó por un tema del alquiler. Sus dueños anticiparon que no iba a ser definitivo. Y cumplieron: les llevó varios meses de obra poner a punto el nuevo local, pero ahora están felices con el resultado. Pippo cerró después de la pandemia (ahora queda abierta su sucursal de Paraná) y el deterioro de la estructura (el local estuvo intrusado), más los trabajos que hicieron para adaptarlo a la funcionalidad del bar, llevaron su tiempo. Manteniendo la esencia en un nuevo espacio Hoy, cuenta Roberto López, propietario de La Academia, lograron mantener la ambientación como estaba en Callao, y la misma lógica en la ubicación de los espacios: el salón con las mesas, otro con los billares y las mesas de pool, y arriba el metegol, el ping pong y más lugar para los juegos de mesa y cartas. Dice que ganaron con la cocina que heredaron del restaurante, que les permitió ampliar la oferta gastronómica. Además de cafetería, pastelería, sándwiches y platos de comida –habrá al menos tres opciones por día a un precio de entre $ 10.000 y $ 15.000– sumaron una nueva propuesta: las raciones. “Tenemos 16 opciones para que te armes una picada como vos quieras”, apunta sobre los daditos de muzzarella con fileto, la tortilla de papas o los buñuelos de acelga, algunas de las variedades con las que el bar se adaptó ahora también a la tendencia de los platitos. Una historia que perdura en el tiempo Pero más allá de la comida y la bebida, La Academia tiene un lugar entre los bares notables porteños por su historia. Está cumpliendo 95 años: no se sabe la fecha exacta de la inauguración, pero fue en la primera quincena de junio de 1930. Una década después, pusieron el billar. “En los 60, cuando mi viejo se hizo cargo, puso el pool. Y ahí se consolidó como un bar de juegos y donde la gente se junta a charlar de su vida y a divertirse”, describe López, ahora él al mando. López cuenta que el nombre del bar tiene su origen en que en esa zona “siempre hubo academias, universidades colegios, lugares de literatura y espacios literarios”. Y que ahí, con los teatros y los cines, La Academia fue ganando vida propia por una particularidad que va a retomar en esta nueva etapa: estar siempre abierto. “Es la tradición y la filosofía del bar. La gente de la zona dejaba de trabajar a las dos de la mañana y se juntaban a tomar algo en La Academia. Después de la pandemia, porque la costumbre cambió, empezamos a cerrar. Pero ahora vamos a estar abiertos las 24 horas, con la idea de ser un lugar donde te puedas juntar, vas a comer buena rico, escuchar buena música y vas a tener siempre algo para hacer y divertirte”, asegura. Un lugar de encuentro para todas las generaciones De tantos años, clientes y anécdotas, Roberto dice que “montones de personajes” pasaron por La Academia, y menciona solo dos figuras para marcar ese amplio espectro: Tita Merello y Rodrigo. También relata que hace poco, Trueno fue a grabar un video al bar. Sólo se lamenta de no haber estado ese día porque los chicos de su familia son fanáticos del cantante. Y le parece un buen puntapié para lo que este empresario gastronómico de 70 años espera para su local: que sea un punto de encuentro también de las nuevas generaciones. “Muchos habitués pasaban y nos preguntaban cuándo abríamos. Nuestra expectativa es ampliar la clientela, hacer ingresar al que no conocía el bar. Atraer a la gente joven que va al cine o al teatro y le tiene idea al bar notable porque piensa que es un almacén de barrio. Que pueda entrar y terminar la noche acá”, se ilusiona López, quien cree que, en el fondo, La Academia “mantiene una tradición de lo que es Buenos Aires: el ruido de las bolas de billar golpeando mientras charlás con alguien”. Y trae, para cerrar, la famosa frase de El Eternauta: “Lo viejo funciona”. Cerrando un nuevo capítulo en la historia de La Academia La reapertura de La Academia en su nuevo local marca un hito en la historia de este emblemático bar porteño. Con una propuesta gastronómica ampliada, un espacio renovado pero manteniendo su esencia histórica, y la promesa de ser un lugar de encuentro para todas las generaciones, La Academia se prepara para continuar siendo un punto de referencia en la vida nocturna de Buenos Aires. Su legado perdura, adaptándose a los tiempos modernos pero sin perder su esencia tradicional. La historia de La Academia sigue viva, lista para recibir a nuevos y antiguos clientes en este nuevo capítulo que se abre en Montevideo 341.
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