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  • Cuando el arte toma la palabra: Federico Fernández, bailarín del Colón, denuncia ataques de odio - PLAZA DE MAYO

    CABA » Plazademayo

    Fecha: 20/06/2025 13:14

    El primer bailarín del Teatro Colón y director de la compañía independiente Buenos Aires Ballet denunció ataques por parte de funcionarios del gobierno tras expresar su apoyo político a Cristina Fernández de Kirchner. Su testimonio expone el temor que se vive en el ámbito cultural y reivindica una libertad esencial: la de pensar y hablar sin miedo. En un contexto donde el silencio parece imponerse como salvaguarda ante posibles represalias, el testimonio de Federico Fernández —primer bailarín del Teatro Colón y una de las figuras más destacadas de la danza clásica en Argentina— resuena con fuerza. Con honestidad intelectual y sin renunciar a sus convicciones, Fernández denunció públicamente las agresiones recibidas por parte de funcionarios vinculados al gobierno de Javier Milei, luego de expresar su respaldo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Durante una entrevista con el periodista Mariano Martín en El Destape Radio, el bailarín advirtió: «Hay mucho miedo de expresarse políticamente dentro del ámbito de la cultura». Sus palabras no sólo reflejan el clima de tensión y autocensura que atraviesan muchos artistas e intelectuales, sino que también exponen el riesgo real de ser atacado por ejercer un derecho fundamental: el de la libertad de expresión. «No estoy solo, pero no todos tienen ganas de exponerse y que les pase lo que me acaba de pasar a mí en Twitter. Algo que puse tiene 350.000 visualizaciones e insultos de diputados y senadores del gobierno». Fernández relató que fue blanco de insultos por parte de diputados y senadores oficialistas, y advirtió que eso representa «un verdadero peligro». Lejos de replegarse, decidió hacer pública la situación y agradecer el respaldo recibido: «Quiero agradecer los mensajes de afecto, respaldo y respeto. Al final, ustedes fueron muchos más que los odiadores seriales», escribió en sus redes sociales. Y concluyó con una frase cargada de esperanza y compromiso: «Vamos a volver con más sabiduría, con más unidad y con más fuerza. A estar atentos y a cuidarnos entre todos. Los abrazo.» Con una trayectoria artística intachable, Federico Fernández ha llevado el nombre de la danza argentina a lo más alto. Se formó con maestros como Katty Gallo y Raúl Candal, integró compañías emblemáticas como el Ballet Argentino de Julio Bocca y fue solista en el Ballet del Teatro Argentino de La Plata. Desde 2004 forma parte del Ballet Estable del Teatro Colón, donde actualmente se desempeña como Primer Bailarín. Ha interpretado obras cumbre del repertorio clásico como Don Quijote, El lago de los cisnes, Onegin y Carmen, y dirige además la compañía Buenos Aires Ballet. Quiero agradecer los mensajes de afecto, respaldo y respeto. Al final ustedes fueron muchos más que los odiadores seriales. «Vamos a volver con más sabiduría, con más unidad y con más fuerza”. A estar atentos y a cuidarnos entre todos. Los abrazo. — Federico Fernández (@FFedeFFernandez) June 20, 2025 EL ARTE DE NO CALLAR El bailarín Federico Fernández sufrió varias consecuencias negativas a raíz de sus publicaciones y su activismo político en redes sociales. Fue objeto de intentos de denigración y humillación por parte de dirigentes que tienen un compromiso importante. Fernández subraya que «no es gratis» que estos dirigentes intenten denigrar y humillar a un bailarín, a un trabajador de la cultura o a cualquier persona que se posicione respetuosamente sobre una cuestión política. Hay «mucho miedo en decir y expresarse», y este temor se ha intensificado «mucho más aún después del decreto de ayer». Federico se refiere, así, a la nueva disposición del gobierno de Milei que crea un Departamento Federal de Investigaciones (DFI), inspirado en el modelo del FBI y fuerzas israelíes, donde la Policía Federal podrá realizar “tareas de prevención del delito en espacios públicos digitales” (como redes sociales abiertas, sitios web públicos), sin autorización judicial previa. Hoy, su voz resuena más allá del escenario. En tiempos en los que la cultura es señalada, precarizada o ignorada desde el poder, su postura recuerda algo esencial: que la libertad de expresión no es un privilegio de los valientes, sino un derecho de todos. Y que defenderla, incluso desde una posición incómoda, es una forma elevada de arte.

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