20/06/2025 13:13
20/06/2025 13:13
20/06/2025 13:12
20/06/2025 13:11
20/06/2025 13:11
20/06/2025 13:11
20/06/2025 13:10
20/06/2025 13:10
20/06/2025 13:08
20/06/2025 13:07
Concepcion del Uruguay » 03442noticias
Fecha: 20/06/2025 10:46
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (Nace en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, y fallece en la misma el 20 de junio de 1820), fue abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar argentino de destacada actuación en las actuales Bolivia, Argentina y Paraguay durante las dos primeras décadas del siglo XIX. Participó en la defensa de Buenos Aires, capital del virreinato del Río de la Plata, en las dos invasiones inglesas —1806 y 1807— y promovió la emancipación de Hispanoamérica respecto de España en apoyo a las aspiraciones de la princesa Carlota Joaquina en la región, aunque sin éxito. La madre de Manuel Belgrano era María Josefa González Casero, nacida en la ciudad de Buenos Aires, de familia procedente de Santiago del Estero y, según el genealogista Narciso Binayán Carmona, era descendiente del conquistador, explorador y colonizador español Domingo Martínez de Irala (1509-1556); sus antepasados tenían un remoto origen mestizo guaraní, que compartía con muchos próceres de la época de la Independencia y con grandes personajes paraguayos y argentinos. Su padre, Domenico Belgrano Peri, o bien Domingo Belgrano y Pérez, tal como firmaba, era de origen italiano, oriundo de Oneglia, en Liguria, comerciante autorizado por el rey de España para trasladarse a América y había llegado a Buenos Aires hacia 1753. Belgrano estudió en el Real Colegio de San. Luego entre 1786 y 1793 estudió Derecho en las universidades españolas de Salamanca y Valladolid, donde se graduó como bachiller en Leyes, con medalla de oro, a los 18 años de edad en la chancillería de Valladolid, dedicando especial atención a la economía política. Por tal motivo, fue el primer presidente de la Academia de Práctica Forense y Economía Política en Salamanca. Entre febrero de 1789 y enero de 1793, realizó la pasantía de abogado, necesaria para lograr el título de licenciado. La mayor parte de esos cuatro años de práctica profesional los realizó en Madrid, en el bufete de Francisco Clemente que se encontraba en la antiquísima torre de los Luxanes, en la plaza de la Villa, frente al Ayuntamiento. Se interesó mucho en el análisis de los motivos y consecuencias de la Revolución Francesa. Su rol en El Consulado, La Educación: De regreso al virreinato del Río de la Plata, quizás a través de su primo Juan José Castelli se interesó por el pensamiento de Francisco Suárez, quien declaraba que el poder de los gobiernos deviene de Dios a través del pueblo. Belgrano fue nombrado Secretario «Perpetuo» del Consulado de Comercio de Buenos Aires el 2 de junio de 1794. Ejerció ese cargo hasta poco antes de la Revolución de Mayo, en 1810. En dicho cargo se ocupaba de la administración de justicia en pleitos mercantiles y de fomentar la agricultura, la industria y el comercio. Al no tener libertad para realizar grandes modificaciones en otras áreas de la economía, concentró gran parte de sus esfuerzos en impulsar la educación. Puede y debe ser considerado el primer gran impulsor de la educación, esa tarea que inicios desde El Consulado, la siguió incluso durante sus campañas militares. En Europa su maestro Campomanes le había enseñado que la auténtica riqueza de los pueblos se hallaba en su inteligencia y que el verdadero fomento de la industria se encontraba en la educación El Periodismo: Belgrano, a través de su actividad periodística, dejó un legado importante para la historia del periodismo argentino y para la construcción de un país basado en la libertad, la educación y el progreso. El Telégrafo Mercantil (1801): Belgrano fue uno de los colaboradores de este periódico, el primero en editarse en Buenos Aires. Se enfocaba en temas económicos, comerciales y recursos provinciales. Semanario de Agricultura, Industria y Comercio (1802): Belgrano escribió sobre educación y otros temas de interés general en este semanario. Correo de Comercio (1810-1811): Belgrano fue el director de este periódico, donde abordó temas de economía, política y educación, denunciando abusos y promoviendo el libre comercio. La Gazeta de Buenos Aires (1810-1821): Belgrano colaboró en este periódico, que fue el portavoz de la Revolución de Mayo y difundió las ideas de la Junta. Diario Militar del Ejército Auxiliador del Perú: Durante su campaña militar, Belgrano editó este diario para informar a sus tropas y promover valores patrióticos. La visión de Belgrano sobre el periodismo, Importancia de la libertad de prensa: Belgrano entendía que la libertad de prensa era fundamental para la educación, el progreso y la libertad de un país, así como para evitar la tiranía. El periodismo como herramienta de cambio: Belgrano utilizó el periodismo para difundir sus ideas sobre economía, comercio, agricultura y educación, buscando transformar la sociedad y promover el desarrollo. El periodismo como responsabilidad: Belgrano también consideraba que el periodismo tenía una responsabilidad social, y que era necesario informar con objetividad y promover valores como la unión, la educación y la libertad. La Revolución de Mayo: Fue uno de los principales patriotas que impulsaron la Revolución de Mayo, por la cual se destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros. Posteriormente fue vocal de la Primera Junta de gobierno que lo reemplazó. El Cabildo Abierto del 22 de mayo fue un hito en la historia argentina, y la participación de Belgrano fue fundamental para su desarrollo y resultado. Sus intervenciones fueron tan importantes que han dado lugar a un histórico axioma no escrito, en comparación con Josè de San Martín, que dice.” Que así como Belgrano en el hombre clave del 25 de mayo de 1810, San Martín lo es de 9 de julio de 1816”. Campaña al Paraguay, su presencia en Entre Rios: Aunque no era militar profesional, la Primera Junta nombró a Belgrano al mando de la expedición militar a la provincia del Paraguay. El ejército comenzó a cruzar el río Paraná el 8 de octubre al mando de Juan Ramón Balcarce. Al llegar a Santa Fe, Belgrano fue agasajado por el pueblo, entre ellos dueños de las tierras por donde debían pasar las fuerzas en su camino a Paraguay. Gregoria Pérez que no se había animado a hablar con el general durante su estadía en Santa Fe, el 10 de octubre le envió una carta a la Bajada, que llevó personalmente su hijo Valentín— ofreciéndose a colaborar con “haciendas, casas y criados” para auxiliar al Ejército. Belgrano le contestó de su puño y letra “Usted ha conmovido todos los sentimientos de ternura y gratitud al manifestarme los suyos tan llenos del más generoso patriotismo. La Junta colocará a usted en el catálogo de los beneméritos de la Patria, a ejemplo de poderosos que la miran con frialdad.” Poco después el General visitó a Gregoria en su domicilio, ella reiteró el ofrecimiento que había hecho por escrito. Siguiendo su campaña hacia el norte jugó un papel crucial en el desarrollo de Mandisovì, hoy Federación. Si bien el lugar ya existía como estancia desde 1777, fundada por Juan de San Martín, Belgrano lo reorganizó y le otorgó el estatus de pueblo mediante un decreto en 1810. Este decreto, firmado por Belgrano como vocal de la Primera Junta, estableció los límites territoriales, dependencias institucionales, demarcó espacios públicos y fijó normas de convivencia. Luego de su infructuosa campaña al Paraguay de regreso Belgrano llega a Concepción del Uruguay, venía con el mandato de la Junta de hacerse cargo del Ejército que sitiaba Montevideo. Venía con los restos del ejército que habían combatido en Paraguarí y Tacuarí. En el Arroyo de la China, como popularmente se nombraba a la villa fundada por Tomás de Rocamora, Belgrano permaneció hasta el 19 de abril. En esta fecha traspasan el Uruguay, desde el Perucho hacia el paso de Paysandú, pues así “se ahorraría camino”. En la costa oriental Belgrano se reunió con José Artigas y lo designó segundo jefe del Ejército Auxiliar del Norte. Sin embargo, el 22 de abril, la Junta Grande reemplazó a Belgrano por José Rondeau en el mando del Ejército de la Banda Oriental, desplazando a Artigas al cargo de Jefe de las Milicias Patriotas Orientales. Belgrano había sido suspendido en sus Grados y Honores para ser sometido a juicio por sus derrotas militares en la campaña del Paraguay. Finalizado el proceso fue reivindicado. Belgrano, Creación de la Bandera “La bandera nacional fue creada por Manuel Belgrano. La misma está íntimamente ligada a la historia entrerriana. Y lo está no solamente porque Artigas la adoptara como emblema agregando la banda roja del federalismo y más acá en el tiempo el entonces gobernador Sergio Montiel la adoptara a esa bandera federal como Bandera de la Provincia, sustituyendo a la creada por Pascual Echagüe y que llevara al frente el ejército de Urquiza en Casero, sino que aquella que creara Belgrano fue izada por primera vez en suelo entrerriano, algo que la historia oficial esconde hasta nuestros días. Belgrano izó por primera vez la insignia con los colores de la casa Borbona que ya había elegido el Triunvirato para la escarapela. La primera de todas -ocultada por la historia como destacábamos- fue en la isla del Espinillo, actual Departamento Victoria, Provincia de Entre Ríos. Esto fue así y los entrerrianos debemos recordar de manera permanente este hecho. La historia oficial da a la ciudad de Rosario como la cuna de la Bandera e indica que en ese lugar fue enarbolada por vez primera. La historia fue otra. La doctora Norma Noemí Ledesma, Investigadora del Instituto Nacional Belgraniano, en su obra “Manuel Belgrano, Prócer de la Independencia Americana”, indica que “después de la creación de la escarapela, (Belgrano) asumió el desafió de crear una nueva bandera, en momentos que flameaba el pabellón español en la fortaleza de Buenos Aires. En esas circunstancias, con motivo de inaugurarse las baterías Libertad e Independencia, y careciendo de bandera para ello, dispuso la confección de una con los colores de la escarapela, según manifiesta el documento más significativo en la historia de nuestra bandera”. Este documento fue enviado al Gobierno del Virreinato y dice: “Excelentísimo Señor: En este momento que son las seis y media de la tarde se ha hecho la salva en la batería de la Independencia, y queda con la dotación competente para los tres cañones que se han colocado, las municiones y la guarnición. He dispuesto para entusiasmar las tropas y estos habitantes, que se formasen todas aquellas, y les hablé en los términos de la nota que acompaño. Siendo preciso enarbolar Bandera, y no teniéndola la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional; espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia. Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos años. Rosario, 27 de febrero de 1812. Excelentísimo Señor Manuel Belgrano”. La doctora Norma Noemí Ledesma explica también: “Tal como manifiesta este documento, se enarboló por primera vez al inaugurar la batería Independencia, que fue la primera terminada y estaba emplazada en la isla fronteriza a las barrancas del Rosario, llamada ´El espinillo´. En esa ocasión, a las 6 y media de la tarde, Belgrano dirigió a sus tropas estas palabras: ´Soldados de la Patria: En este punto hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro Excelentísimo Gobierno: en aquél, la batería de la Independencia, nuestras armas aumentarán las suyas; juremos vencer a nuestros enemigos interiores y exteriores y la América del Sud será el templo de la Independencia, de la unión y de la libertad. En fe de que así lo juráis, decid conmigo ¡Viva la Patria!´. Este documento revela el espíritu independentista de Belgrano, que en un acto verdaderamente revolucionario, creó nuestra enseña patria”. Pero además, lo expuesto por la mencionada Investigadora del Instituto Nacional Belgraniano precisa que la bandera creada por Belgrano se izó por primera vez en suelo entrerriano. El 18 de febrero de 1812 el Primer Triunvirato había aceptado la creación de la escarapela. El 27 de febrero de 1812, habiendo creado una bandera con los mismos colores la enarboló por primera vez. Belgrano tenía órdenes de vigilar la ribera del río Paraná de posibles incursiones realistas. Para ello creó dos baterías: “Libertad”, ubicada en lo que actualmente es la ciudad de Rosario; e “Independencia”, ubicada en la isla del Espinillo, cruzando el río. Allí, a orillas del río, Belgrano hizo jurar a sus soldados la bandera creada. Y la isla del Espinillo pertenece a Entre Ríos. El 27 de febrero de 1812, como apuntábamos, sería izada por primera vez en la historia la bandera blanca y celeste, según la tradición en la batería “Libertad”, donde hoy se encuentra el Monumento Nacional a la Bandera; pero por documentos históricos y documento de Belgrano antes expuesto, no se menciona la batería “Libertad” sino a la “Independencia” que se encontraba en la costa opuesta en la isla Espinillo o sea en Entre Ríos; por lo que ese sería el verdadero lugar donde se enarboló por primera vez la bandera y no en Rosario. También hay que considerar que la batería “Libertad” se encontraba en construcción. Elías Almada Correo electrónico: almada-22@hotmail.com Fuentes: El Historiador, Revista de la Ciudad, Chajarí digital,
Ver noticia original