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  • Un ataque a un hospital pediátrico y una charla en un refugio de Tel Aviv: el disparador de un debate sobre fertilidad en Occidente

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 20/06/2025 03:03

    Personal de emergencia camina cerca de vehículos dañados en un lugar de impacto tras un ataque con misiles de Irán contra Israel, en Holon, Tel Aviv, el jueves 19 de junio (REUTERS/Violeta Santos Moura) “Esta mañana, sufrimos un intenso ataque con misiles en Israel. Era muy temprano, y la aplicación del ejército me despertó, como siempre, unos minutos antes del evento, diciéndome que fuera a un refugio. No llegué a tiempo y sentí las primeras intercepciones de misiles justo encima de mí”, escribió en un posteo de X el economista Sebastián Galiani, profesor de la Universidad de Maryland, que actualmente se encuentra en Tel Aviv dictando clases en un curso de verano. A las siete de la mañana, aún medio dormido, logró cambiarse rápidamente el pijama por una remera y un short. Las sirenas ya sonaban. Las explosiones eran fuertes. Alcanzó a llegar a un refugio, donde mantuvo una conversación con un hombre de unos 30 años, quien le comentó sobre el ataque a un hospital que alberga una unidad pediátrica importante. “Los niños. El futuro. Algo que también distingue a Israel de otros países occidentales ricos”, remarcó. Ese diálogo fue el disparador de una reflexión que luego compartió en sus redes: la caída de las tasas de natalidad en los países occidentales. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos o Europa —donde la población ya no tiene la cantidad de hijos necesaria para sostener su crecimiento demográfico, salvo por la inmigración—, en Israel las cifras siguen siendo altas, incluso entre los sectores no religiosos. “Las personas religiosas tienen cinco hijos, pero las no religiosas todavía tienen más de dos hijos”. El día anterior, durante una clase virtual de hebreo —todas se dictan online, incluso las que él mismo imparte—, su profesora, de unos 30 años, les contó que estaba embarazada. “La alegría en la sala era total, como debe ser. Se casó hace un año y probablemente tendrá uno o dos hijos más. Me hizo pensar: la hipótesis de que la disminución de la fertilidad en Occidente se debe principalmente a que la gente no forma pareja no parece muy bien fundamentada”, planteó Galiani en X. Y añadió: “En términos econométricos, se podría argumentar fácilmente que la causalidad va desde el deseo de tener hijos hasta la formación de parejas y la construcción de una vida que los sustente. Como escribió Louis de Bernières en La mandolina del capitán Corelli: ‘Cuando uno se enamora, es una locura pasajera. Estalla como un terremoto y luego se calma. Y cuando se calma, hay que tomar una decisión’”. Sebastián Galiani es Licenciado en Economía (UBA) y doctor en Economía (Universidad de Oxford). Ha sido consultor para las Naciones Unidas, el BID y el Banco Mundial Según Galiani, el fenómeno no se explica tanto por la ausencia de parejas como por un cambio profundo de prioridades en las sociedades occidentales. “Como dice el viejo dicho: correlación no implica causalidad... Y las novelas, cuando cumplen su propósito, siempre nos ayudan a comprender el comportamiento humano”. A su juicio, en Estados Unidos y Europa los jóvenes tienden a priorizar sus carreras y ven a los hijos como un obstáculo. Mientras que en Israel la población tiene como objetivo tener hijos en la juventud, casarse y eso no impide que hagan sus carreras. Tener hijos es un objetivo vital, colectivo y compatible con la vida profesional. “La gente piensa en que tienen que tener hijos, que es la única forma de que una población tan pequeña, un país tan pequeño y tan odiado, pueda sobrevivir. Hay un propósito, y a mí me parece que tenerlo es siempre muy importante. Por eso estoy contento de estar acá, porque estoy acompañando al pueblo israelí en un propósito”. En ese mismo sentido, señaló que en redes sociales circula una teoría según la cual la caída de la fertilidad se debe al impacto de las plataformas digitales en la formación de vínculos. Pero él propone una lectura inversa: “Pero me parece que es al revés, que la gente cuando quiere tener hijos se casa. Es la forma de cómo el matrimonio es la forma de producir hijos, ¿no? Lo que digo es que la forma de cómo lo vas a educar, lo vas a criar, cómo les vas a dar una educación, eso es dentro del hogar. Entonces a mí me parece que la causalidad es al revés”. Una postal del daño de los misiles iraníes en los edificios de Tel Aviv (REUTERS/Violeta Santos Moura) Según explicó, el tuit que escribió no pretendía centrarse en Israel, sino conectar su experiencia personal con un debate más amplio que circula en redes y en algunos espacios académicos: “La verdad que era para conectarlo con una discusión que se está dando en las redes sociales sobre las causas de por qué cayó la fertilidad, que no dice tanto de Israel”. Galiani está instalado en Tel Aviv desde hace un mes, donde da clases en la Universidad local. A pesar de los ataques, decidió quedarse hasta el final del curso. “Lo que yo escribí en Twitter es que como yo apoyo a Israel y creo que todo Occidente debería apoyar a Israel, estoy contento de estar acá. Mucha gente me ha dicho que me vaya, especialmente porque las clases se pasaron al modo online, entonces tampoco es que tiene sentido estar acá porque no las voy a dar personalmente. Yo decidí que no me voy a ir, que me voy a quedar acá hasta que termine el curso, porque si mis alumnos se van a quedar acá, yo me voy a quedar acá”. Desde hace años, Galiani aprovecha el receso de verano en la Universidad de Maryland para enseñar en otras instituciones. Desde el atentado de Hamás en octubre pasado, su vínculo con Israel se profundizó. “Yo soy judío. No vengo de una familia religiosa ni muy practicante. Mi admiración por el Estado de Israel no es por ser judío, sino por todo lo que ha logrado desde la nada hasta ahora. El atentado me acercó más a la gente acá, mis amigos acá, mis colegas en la universidad”. “La gente piensa en que tienen que tener hijos, que es la única forma de que una población tan pequeña, un país tan pequeño y tan odiado, pueda sobrevivir", dice el economista También se refirió al aumento del antisemitismo a nivel global. “Europa está copada por la población musulmana y muy anti Israel. Hay todo un discurso que primero desconoce la verdadera historia y segundo que se basa en no entender cómo funciona el mundo. En las universidades en Estados Unidos hubo gente que bajó la bandera de Estados Unidos para subir la bandera de Hamás. O sea, es como si el mundo se hubiese vuelto loco. En vez de condenar al terrorismo, lo apoyan simplemente porque es contra Israel”. Galiani intenta aportar una mirada contextual a través de su canal de YouTube. “Me he expresado muchas veces y tengo un canal de YouTube en el que hago entrevistas. Hice toda una serie de entrevistas repasando toda la historia de Israel y sus conflictos hasta llegar acá, y me he posicionado como alguien que está no solo... digamos, como que cree que Israel tiene razón, sino que además apoyo lo que está haciendo, tanto en Gaza como en el Líbano, y como ahora con Irán”. En 2023, también dio clases en Ucrania, en plena guerra, porque no quedaban profesores. Llegó vía Polonia y tomó un tren que atravesó zonas de conflicto. Una odisea, pero estuvo allí brindando apoyo. “Las dos semanas que estuve en Ucrania, nunca hubo un ataque sobre Kiev. La guerra estaba a unos 200 kilómetros, digamos. En cambio, acá... varios días se movía todo, literalmente. Porque claro, lo que está haciendo Irán es, sin dudas, un crimen de guerra: lanzar cien misiles por día contra población civil. Eso no solo es completamente inmoral, sino que además está tipificado como crimen de guerra. Sí, por supuesto, Israel tiene una gran capacidad para interceptarlos en el aire, y la mayoría no llegan a impactar. Pero algunos sí. Han caído más de diez dentro del territorio israelí, y hemos visto los daños que causaron. Ahora bien, imaginate que en vez de caer diez, cayeran cincuenta: habrían matado a cientos de personas civiles. Eso es una atrocidad. Israel no hace eso. Las veces en que impactó en población civil fueron por error”. Para el economista, Israel es, ante todo, un pueblo pacifista, y quienes afirman que ataca sin motivo desconocen la historia. “Israel siempre respondió en forma defensiva, tras ser atacado. Incluso en el caso del ataque reciente a Irán, se puede decir que fue Israel quien actuó primero. Pero hace veinte años que Israel viene advirtiendo que Irán no puede tener una bomba nuclear. Estamos hablando de un país que ha declarado abiertamente su intención de destruir Israel. Entonces, ¿qué se supone que debe hacer Israel? ¿Esperar a que Irán tenga el arma y ver si finalmente la usa? Hay que considerar que Israel es un país muy pequeño, donde vive más de la mitad de la población judía del mundo. Si lanzan dos bombas atómicas sobre este territorio, estamos frente a otro Holocausto”.

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