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» Rafaela Noticias
Fecha: 19/06/2025 13:33
Dos semanas sin agua en el Asentamiento Esperanza: "Somos gente, también merecemos vivir mejor" “Hace dos semanas que no nos traen el agua”, fue la primera frase que escuchamos al llegar. La situación de abandono se siente en cada rincón: calles sin luz, recolección de residuos interrumpida, inseguridad creciente y la ausencia de programas sociales que antes brindaban contención. Desde Rafaela Noticias nos acercamos al lugar tras recibir un mensaje de una vecina, preocupada por la falta total de agua en el asentamiento. “Hoy nos trajeron agua porque tuve que llamar a ustedes, si no, ni eso”, comenzó diciendo una de las vecinas del sector, visiblemente angustiada. https://youtu.be/ALxHSHzuO_c?controls=1&rel=0&showinfo=0&autohide=1" frameborder="0" allowfullscreen> Dos semanas sin agua en el Asentamiento Esperanza: "Somos gente, también merecemos vivir mejor" La situación del agua es sólo una de las múltiples problemáticas que atraviesa esta comunidad. Los vecinos dependen de la provisión de agua en tachos, que habitualmente debería llegar dos veces por semana. Sin embargo, denuncian que ahora pueden pasar hasta tres semanas sin recibir una gota. “Antes nos traían dos veces por semana, ahora pasan semanas y nada. Y no todos pueden ir hasta la entrada a buscar agua, hay gente mayor, personas con discapacidad”, relató. El acceso a servicios básicos es limitado. El agua potable no llega de manera regular, muchas familias tienen que subsistir con tachos de 20 o 300 litros cuando logran conseguir algo. La situación se agrava aún más con la inseguridad: “La ambulancia no puede entrar sola, entra con la policía. No es justo que en una emergencia se tenga que esperar a que venga la policía para que puedan atender a alguien”, expresó la vecina, recordando que incluso han roto los vidrios de las ambulancias en ocasiones anteriores. En cuanto a la recolección de residuos, los vecinos deben trasladarse hasta la entrada del asentamiento, donde ocasionalmente pueden dejar la basura. En muchos casos, ante la falta de opciones, la única salida es quemarla. La inseguridad también golpea fuerte. “Acá lo tienen cansado a un vecino, le robaron tres veces. Le tiran piedas a la casa y él no se mete con nadie. A los que tienen chanchos también les roban. Y nadie puede hacer nada”, cuentan. Otro reclamo urgente es la iluminación: “Sería bueno que nos pongan luz, para tener un poco más de seguridad en las calles”, pidieron. Antes, algunas organizaciones sociales brindaban contención en la zona, entregando viandas o celebrando los cumpleaños de los chicos. Pero esa asistencia hoy ya no está presente. “Antes nos traían mercadería, hacían cosas para los chicos, pero ahora ya no hay nada. Las chicas que estaban ya no están más”, explicaron. El mensaje final fue claro y directo: “Que se encargue un poco más el intendente, el gobernador. Esto está muy dejado. Somos gente, hay gente buena y hay chicos también.”
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