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» SL24
Fecha: 19/06/2025 12:41
Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp Cada proceso electoral en el Cordón Industrial viene acompañado por una práctica tan repetida como degradante: la creación de medios de comunicación apócrifos con el único fin de difundir noticias falsas y ensuciar a los adversarios políticos. Lejos de aportar ideas o debatir propuestas, algunos candidatos optan por armar portales de noticias truchas o panfletos partidarios que simulan ser periodismo. Durante los últimos años, estas maniobras se han adaptado al escenario digital. Si antes se imprimían pasquines para repartir casa por casa, hoy el formato se traslada a redes sociales o sitios web que fingen ser medios independientes. En San Lorenzo, el ejemplo más claro es el portal “Data 365”, que fue señalado en reiteradas ocasiones como un instrumento de desinformación financiado por Esteban Aricó. El sitio está registrado oficialmente en nic.ar a nombre de Agusto Bellini, hijo de una reconocida militante de Aricó, y vinculado también a la ONG “Protegiendo Sueños”. Esta organización fue denunciada en campañas anteriores por haber desviado millones de pesos destinados a comedores infantiles. La situación llegó hasta el Concejo Deliberante de San Lorenzo. En una reunión de la Comisión de Gobierno, concejales como Martín Cerdera reclamaron que los responsables del sitio se presenten a dar explicaciones. Sin embargo, ni Reinaldo Díaz, actual responsable legal del medio, ni ningún otro vocero de Aricó accedió a comparecer. El silencio confirma lo que el periodismo serio ya había descubierto: Data 365 fue creado con el único objetivo de difundir operaciones y mentiras. En Puerto General San Martín se repite la fórmula, aunque con una variante: allí armaron un semanario impreso falso. Para intentar dotarlo de legitimidad, incluyeron publicidades del Gobierno de Santa Fe. La jugada fue tan burda que llegó a los oídos del gobernador Maximiliano Pullaro, quien pidió informarse al respecto. Estas prácticas no son inocuas ni menores. Erosionan la calidad institucional, generan desconfianza en la información veraz y transforman la discusión pública en un lodazal de calumnias. Quienes apelan a estos métodos no están preparados para gobernar ni para representar a nadie. A nivel nacional, estas tácticas se perfeccionan con tecnología. En las últimas semanas se denunciaron casos de uso de inteligencia artificial para clonar voces y crear audios falsos con declaraciones que jamás existieron. El objetivo es el mismo: manipular la opinión pública. Ante esto, el único refugio posible es el que brindan las instituciones democráticas. La Justicia, los organismos de control y el periodismo con ética deben actuar rápida y firmemente. No se puede permitir que las campañas electorales se conviertan en un campo de batalla de noticias falsas. El futuro se construye con propuestas reales, debates sinceros y respeto por la inteligencia del votante. Todo lo demás, es trampa. Por Nicolás Carugatti
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