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  • Cuál es el impacto en la salud del polvo que se acumula en el hogar y cómo protegerse

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 19/06/2025 08:44

    La limpieza semanal del polvo en casa previene complicaciones respiratorias y mejora la calidad del aire (Freepik) Una capa de polvo sobre los muebles puede parecer inofensiva, pero los expertos advierten que descuidar la limpieza regular puede tener consecuencias directas sobre la salud. Según informó Real Simple, mantener los espacios libres de polvo doméstico y pelusa es clave para reducir la exposición a compuestos tóxicos que pueden acumularse en el ambiente, ya que representa un riesgo porque actúa como vehículo de sustancias químicas perjudiciales, capaces de provocar desde alergias hasta efectos más graves, según advierten expertos del Superfund Research Center, perteneciente a la Universidad de Duke. La frecuencia mínima recomendada para limpiar el polvo es una vez por semana, aunque en ciertos hogares es necesario intensificar esta rutina. La mayoría de los especialistas coinciden en que quitar el polvo una vez por semana es el mínimo necesario para conservar un ambiente saludable. Katie Dills, presidenta de The Cleaning Authority, señaló que “los hogares con mascotas o con alergias pueden beneficiarse de una limpieza más frecuente para mejorar la calidad del aire interior”. Las áreas olvidadas, como detrás de muebles y ventiladores de techo, acumulan polvo y requieren atención regular (Freepik) Es que la presencia de animales domésticos incrementa la cantidad de partículas suspendidas, mientras que las personas alérgicas o asmáticas son especialmente vulnerables a sus efectos. Cuando el tiempo que se disponible para la limpieza es limitado, se sugiere priorizar las áreas más utilizadas, como dormitorios y salas de estar. Las zonas menos transitadas —como baños de invitados o habitaciones esporádicas— pueden dejarse para momentos con mayor disponibilidad. Angelia York, vicepresidenta de Saint Louis Closet Co., recomendó que en “las habitaciones menos utilizadas o zonas difíciles de alcanzar, como ventiladores de techo o la parte superior de los armarios, se intente limpiar el polvo una vez al mes”. Asimismo, existen áreas que suelen ser olvidadas. York advirtió que “puede haber zonas que estés pasando por alto. No olvides quitar el polvo de las zonas ocultas, como detrás o debajo de los muebles, y dentro de los cajones”. También requieren atención las partes altas donde la acumulación puede pasar desapercibida. Métodos y herramientas recomendadas para una limpieza eficiente El uso de paños de microfibra y aspiradoras con accesorios especiales optimiza la eliminación del polvo doméstico (Freepik) La eficacia de la limpieza del polvo depende de la frecuencia, y de las herramientas y técnicas utilizadas. Katie Dills aconsejó limpiar de arriba hacia abajo, ya que el polvo de las superficies altas cae durante la limpieza. Conviene “terminar cada limpieza con una aspiradora rápida para recoger cualquier residuo”. La elección del producto también es clave. Kayla Molina, directora global de desarrollo de productos textiles de Norwex, explicó que es mejor usar “una herramienta que capture el polvo en lugar de dispersarlo en el aire”. Los paños de microfibra destacan por su eficacia sin necesidad de químicos. Para superficies específicas como los zócalos, Dills sugirió usar el accesorio de cepillo que traen algunas aspiradoras, lo cual permite limpiar de forma rápida y efectiva. La combinación de aspiradora y paños de microfibra contribuye a reducir el polvo ambiental y mantener limpias las superficies. Riesgos de no limpiar el polvo con la frecuencia adecuada Mantener la casa ordenada y con superficies abiertas facilita la limpieza y disminuye la presencia de polvo (Imagen Ilustrativa Infobae) Omitir la limpieza regular del polvo implica más que una simple cuestión estética. Angelia York afirmó que “si no se limpia el polvo, la casa no solo se sentirá menos fresca, sino que la calidad del aire también empeorará“. Con lo cual, puede provocar alergias, agravar el asma y afectar el rendimiento de los sistemas de ventilación y climatización. La polvareda que se acumula en los hogares puede parecer inofensiva, pero en realidad representa un riesgo para la salud debido a su contenido químico y la exposición prolongada a estos compuestos ha sido vinculada con múltiples efectos adversos sobre el organismo. Según expertos del Superfund Research Center, un programa de la Universidad de Duke que estudia el impacto de contaminantes tóxicos en la salud humana, el polvo doméstico actúa como un vector de sustancias peligrosas que pueden: Alterar el sistema nervioso: estudios del centro han demostrado que algunos fungicidas presentes en el polvo, como los estrobilurínicos, pueden dañar tejidos neurológicos, con consecuencias potenciales en la función cerebral. Disrumpir el equilibrio hormonal: los PBDEs y otros retardantes de llama interfieren con el sistema endocrino, afectando procesos clave como el metabolismo, la digestión, el ritmo cardíaco y el desarrollo cognitivo. Aumentar el riesgo de cáncer: ciertos compuestos presentes en el polvo fueron relacionados con un mayor riesgo de desarrollar tumores, según investigaciones realizadas en animales y modelos celulares. Contribuir a la obesidad infantil: la exposición temprana a estos químicos se asocia con una mayor formación de células grasas y cambios en el peso corporal, especialmente en niños. Impactar con mayor fuerza a los menores: debido a su cercanía al suelo, la conducta de llevarse objetos a la boca y su desarrollo en curso, los niños son el grupo más vulnerable frente a estos contaminantes. Una rutina semanal de limpieza y el uso de herramientas adecuadas son claves para un ambiente doméstico saludable (Imagen Ilustrativa Infobae) Además, el deterioro paulatino de muebles, colchones, alfombras o paneles facilita la liberación continua de estos compuestos al ambiente interior, lo que favorece su acumulación en el polvo. Una exposición que, aunque cotidiana y silenciosa, puede tener efectos persistentes sobre la salud. Consejos para prevenir la acumulación excesiva de polvo Aunque eliminar el polvo por completo es imposible, los expertos brindan recomendaciones para reducir su presencia. Katie Dills sugirió aspirar con regularidad, cambiar los filtros del sistema de climatización cada tres meses, usar felpudos en las entradas y bañar a las mascotas con frecuencia para minimizar la dispersión de partículas. Mantener la casa ordenada también contribuye a reducir los puntos donde el polvo puede asentarse. “Invertir en espacios organizados y fáciles de limpiar, como armarios a medida con estantes ajustables, superficies abiertas y cajones empotrados, puede hacer que limpiar el polvo sea más rápido y eficiente”, explicó Dills. Un entorno ordenado facilita la limpieza y mejora la calidad del aire interior. Aunque el polvo es inevitable, adoptar una rutina semanal de limpieza, emplear las herramientas adecuadas y mantener el orden son medidas clave para preservar la salud y el bienestar en el hogar. Menos desorden implica menos sitios donde el polvo pueda acumularse, lo que se traduce en un entorno más limpio y saludable.

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