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» Diario Cordoba
Fecha: 19/06/2025 07:57
El Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá lidera ALL PREVENT, un proyecto de inteligencia artificial (IA) que busca desarrollar un algoritmo predictivo capaz de anticipar las complicaciones clínicas que presentan los pacientes que se someten a diálisis. Según los datos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), más de 60.000 personas están en tratamiento renal sustitutivo. Como explica el doctor Diego Rodríguez Puyo, jefe de Nefrología, "ya hay 260 pacientes crónicos en tratamiento con diálisis participando en este estudio y se prevé la inclusión de 400". Solo necesitan un reloj inteligente El doctor recalca que todos los pacientes participantes son "capaces de llevar un reloj inteligente en su muñeca y mantenerlo, y que han expresado por escrito su consentimiento a participar en el estudio en el que, por otra parte, todos los datos son anónimos". Para cada paciente, va a haber miles y miles de datos en la nube —que los registra la empresa tecnológica Intelligent Data—. Además, existirá un registro de cuándo se ponen enfermos. La IA detectará patrones en ese enorme número de datos que se anticipen, en el tiempo, al hecho de que el paciente acuda a urgencias o ingrese en un centro sanitario. José Vicente Zugasti, paciente en diálisis en su casa de Madrid / J.V.Z. Estudian ampliarlo a otras patologías. "Este es uno de nuestros objetivos fundamentales", recalca el nefrólogo del HUPA. "Hemos empezado por la diálisis, pero acabamos de pedir un proyecto para pacientes diabéticos y, con toda seguridad, se podrá aplicar a pacientes con otras enfermedades crónicas". Entre los patrones que se espera confirmar, por ejemplo, está la relación entre la temperatura ambiente media, en un paciente que tiene un poco más de anemia y en el que se están registrando pequeñas disminuciones en la saturación de oxígeno —datos obtenidos de los relojes—, acuda a urgencias a los tres días por un cuadro de insuficiencia cardiaca. Diálisis en casa, una opción segura El número de pacientes que están en diálisis es "variable", pero en la actualidad hay 140 en Alcalá de Henares, de los que entre 40 y 50 están en su domicilio. La principal ventaja del tratamiento en casa es que no es necesario seguir un horario —es el paciente quien decide cuándo hacérsela—, lo que les da una mayor libertad. Todos los pacientes reciben formación previa y están monitorizados en todo momento. ¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes? Las infecciones y los problemas cardiovasculares. Cuando estas se desarrollan, los pacientes tienen que ser tratados en urgencias, siendo necesario muchas veces ingresarlos. Ni la atención urgente ni los ingresos hospitalarios son buenos para esta población, ya de por sí muy frágil. Además, los tratamientos que se apliquen pueden tardar más tiempo en hacer efecto. ¿Cómo mejorará la calidad de vida? El hecho de no tener que ir a urgencias (desplazamientos al hospital, esperas largas, procedimientos diagnósticos, aislamiento de su entorno) o no ingresar (estrés físico y psíquico evidente, complicaciones potenciales) influye “claramente sobre la calidad de vida, aumentándola”. La Enfermedad Renal Crónica es un importante problema de salud pública / Shutterstock ERC: es silenciosa, no produce síntomas, pero puede matar La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es el deterioro progresivo que se produce en las funciones que hace el riñón. Se trata de una patología que no para de aumentar en nuestro país —siete millones de afectados—, hasta situarse entre las diez primeras causas de mortalidad. Los factores de riesgo son: Sufrir diabetes Tener una tensión arterial elevada (hipertensión) Padecer obesidad o sobrepeso Tener antecedentes familiares de problemas renales Además, en los últimos años, la mortalidad ha aumentado un 30%. El doctor Rodríguez Puyo recalca que "es una enfermedad silenciosa". Los pacientes diagnosticados con ERC deben seguir una serie de medidas para frenar que la enfermedad vaya a más. "Hay que evitar el sobrepeso y, en caso de que la tensión arterial esté elevada o sea límite, comer poca sal. La dieta debería ser como cuando éramos una sociedad más pobre: proteínas suficientes pero no excesivas, verduras, legumbres, frutas y no abusar", recalca el nefrólogo.
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