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» El litoral Corrientes
Fecha: 19/06/2025 07:44
Eduardo Ledesma, Belén da Costa y Carlos Lezcano La gira de “Seis por Ocho” comenzó la semana pasada en Talavera de La Reina, muy cerca de Madrid, y siguió en Barcelona, el proximo 22 llega a su pago, Amsterdam Helmond y termina en Paris y Bruselas. Sergio Cabrera en guitarra, Pablo Bentos en acordeón y la voz de Nino Zanoni integran el grupo “Seis por ocho”. El nombre del grupo alude sin dudas al compás que como sostienen Rudi Flores, María Lucía Troitiño y JUAN Pedro Zubieta es “la forma que tienen nuestros paisanos de denominar a ese complejo entramado rítmico que esta presente en esta música (el chamamé) ejecutado por guitarras en el plano del acompañamiento”. (Mbaracá, Moglia ediciones). Un día en un concierto en el corazón de Amasterdam, Holanda, en la sala Pianola Museum, en el momento se apagan las luces y los teléfonos, Nino pregunta ¿quién conoce el chamamé? Frente a él, un señor de gran bigote dice emocionado: “yo soy del Chaco y no vuelvo desde la dictadura”. Contó después que llego allí desde Chaco profundo expulsado por el Proceso de Reorganización Nacional en 1976. “Mi amiga vio el panfleto que decía chamamé y me invitó para venir y además es mi cumpleaños” dijo en la sala en silencio. A partir de allí todo fue emoción nos cuenta Nino. ¿Pueden hacer “El cosechero"? Pidió y luego explicó en holandés de que se trata la canción. “Ahí te das cuenta que el chamamé está mucho más vivo que nunca y ya sea el folklore holandés o el de acá, las personas cantan a las cuestiones comunes a todos, a su tierra y su nostalgia”, nos dice Nino porque sostiene que las canciones que hablan de Curuzu Cuatiá tienen que ver con ese lugar, “le pones una música y es un chamamé que canta a su pueblo pero, también está cantando algo universal, al paisaje y habla de la gente común”. Unos años atrás cuando llegaron con la orquesta a Holanda pensó en cantar algo en holandés y tradujo las primeras estrofas de “Pueblero de allá ité” pero la dificultad no tardo en aparecer cuando se topo con la palabra enredadera y ya no pudo seguir, a pesar de lo cual, adaptó los primeros versos. Daar heel ver weg Waar de zwoele avond van de arme ligt te slapen en de straten uit mijn buurt luidt willen praten pueblero daar heel ver weg “Lo llevé al paisaje de mi barrio de Holanda. Por ejemplo, “el camino donde se duerme el sol en las manos,/donde duerme esa noche serena de los Poriaju/ en las calles de mi barrio,/ donde suenan los que quieren hablar, pueblero. Una cosa así”. ¿Como hacemos para que pegue para rima? Pensó. "Un holandés no se va a emocionar con la enredadera o con naranjal”, pensó. Pero como traductor escribió la letra no es su literalidad sino poesía. Se tomo la licencia de modificar sin la necesidad de transcribir para calar en el sentido mas profundo del poema, comprendiendo que la emoción a veces solo depende del milagro de compartir canciones. Así va por algunos lugares de la vieja Europa llevando el sonido y los cantares de este lugar del nordeste argentino. En unos días mas, Nino regresa a Amstderdam, su patria chica aunque Corrientes también lo es. Esa es la paradoja que vive con alegría porque el canto va endulzando los regresos. La mañana que hicimos la entrevista en “Hoja de Ruta” cantó “Regreso” de Cacho González Vedoya y Aldy Balestra: Regreso por los días y las noches y aquel aroma pan recién horneado regreso porque siento necesario volver por lo que amo Allá los arenales junto al río un niño dios jugaba con la silla y yo pescaba soles ni sentado de cuclílla Y vuelvo porque es tiempo de regreso regreso hacia mis pájaros y al río a las calles de arena y a mi gente a la vieja casona y a su abrigo y vuelvo porque es tiempo de regreso regreso a mis pájaros y al río y todo el canto que endulzó mi boca me fue tan necesario en el camino y no nada regreso por lo dulce y por lo amargo de la fruta madura en algún sitio y porque hay un duende que me espera al borde del camino. Regreso por el canto que me dieron los pájaros en fiesta con sus nidos por la celebración de la mañana del árbol y del río y vuelvo porque es tiempo de regreso regreso hacia mis pájaros y al río a las calles de arena y a mi gente a la vieja casona y a su abrigo y vuelvo porque es tiempo de regreso regreso hacia mis pájaros y al río y todo el canto que endulzó mi boca me fue tan necesario en el camino. ¿De vuelta a Amsterdam te espera Marta? Si, mi mamá. Es una californiana que llegó a los 21 años a Amsterdam donde hizo una carrera musical y fue conocida conocida en la región con un espectáculo de “Hair”. Era una mina que hizo una carrera musical con un con una banda famosa, el grupo del momento de Holanda y Alemania. Se casó con un guitarrista conocido que es el papá de mi hermana y después cuando las cosas no se venían tan bien, apareció un correntino que conoció en un bar, mi padre, y se enamoraron. ¿Donde queda Helmond? En el sur de Holanda, tienen un festival que se desarrolla en patios comunitarios de casas. Todos los años hacen un festival durante los fines de semana con distintos propuestas. ¿Y qué te pasa cuando vas a tocar ahí?¿Cómo recibe la gente?.¿Qué encuentran en esa música? Creo que la clave es la experiencia de la espontaneidad. ¿Eso te pasó a vos? Eso es lo que me atrapó a mí, y creo que a cada músico de este género aprendió así también, y yo creo que eso es lo que el mundo busca. Contanos un lugar inolvidable para vos en Corrientes. Manantiales. Fuimos con Pablo Bentos y Sergio Cabrera en la fecha de un santo y tocamos en una capilla. Había un sonido simple(lo digo con mucho respeto),y era un lugar donde el silencio se sentía. El silencio, el respeto, la mirada de la gente, la forma que se sentía la gente, y el paisaje. Estábamos en un paisaje sumamente chamamecero. Me dejé llevar por lo que pasaba, y nos dimos cuenta que estaba todo el pueblo ahí. La gente pensó que íbamos a tocar para un baile y comenzaban a tirar agua en el piso para no levantar polvaredas. Entonces le dije a una señora que hacia falta, porque nosotros no vamos a hacer música para bailar. Y fue increíble. ¿Con quién tocaste que te emocionó y dónde fue? Con Nini Flores sin duda, hay un antes y un después de eso porque me emocionó mucho. ¿Y te acordás que tocaron? Es muy loco, porque hay una canción inédita, llamada “Cuenco de Barro” de Coqui Ortiz, y esa vez fue muy peculiar porque que preparamos el tema y no había mucho tiempo para hacerlo, ni arreglo ni nada. A Nini se le ocurrió de una, un arreglo y así canción se ganó un arreglo a primera vista y se quedó para siempre. Entonces cuando se hace ese tema, siempre se respeta esa intervención de Nini. ¿Y en que otro lugar del interior que hayas tocado y es inolvidable? Mburucuyá porque fue la primera vez que conviví con chamaméceros pero comenzó en una en una guitarreada en Mercedes cuando apenas hablaba castellano y Juan Carlos Jensen me escucha. Por entonces no tenía la intención de ser cantor, pero se me había pegado en los viajes un chamamé llamado “Rosa de amor” de Gualberto Meza y Adolfo Barboza,era como un rezo para mí…. Juan Carlos Jensen me dice ”te invito para que cantes en un festival en la ciudad donde vivo y te quedas una semana en mi casa”. Por ese entonces tenía todavía el chip de Holanda, y pensé, no me va a dar la cara para quedarme una semana en su casa. Un día después de la actuación me llama y me dice ¿“pero por qué no apareciste? Te tuve esperado toda la semana y conseguí tu teléfono. Bueno, ya que no viniste, quiero presentarte a mis amigos y no tenés como zafar, vení a mi casa”. Entonces fui con mi novia de entonces que manejó el coche y allí me presentó a sus amigos que eran Salvador Miqueri, Oscar Sánchez, Ricardo Scofano, Papi Miño, Rudy y Nini Flores, Félix, Héctor y Gabino Chavez, Héctor Belaustegui. En ese momento me dio una piel gallina que no se me iba. Me emocioné mucho, llore toda la tarde, entendía poco pero después de esto yo me di cuenta que eso era era lo mío, por más que no sabía mucho, era mio. ¿Qué extrañas de allá? Bueno, ¡qué emoción! Extraño mi barrio, las calles, mis padres. ¿Conservas tus amigos? Mis amigos de gurises, claro. Es un poco la misma cosa que pasa con la canción “Regreso” de Cacho González Vedoya. Ese sentimiento estar fuera de su pago. ¿Ibas al mar allá? Sí, al mar, al mar nos vamos siempre de verano y en este viaje vamos a caer en el verano. ¿Cómo se llamaba ese lugar de la playa que ibas? Zandvoort, en el mar del Norte. Es un mar frío, el agua es fría pero lo mismo entramos. Entramos y listo. Acá las flores son las de lapacho,del jacarandá o lo ibirapyta. ¿Cuáles son las flores de allá que recordás? Los tulipanes del jardín de mi mamá.
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