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» Derf
Fecha: 18/06/2025 18:24
No siempre hay ardor ni acidez. El reflujo silencioso puede manifestarse con tos persistente, ronquera, carraspera o insomnio, y muchas veces se confunde con otras afecciones. A diferencia del reflujo gastroesofágico clásico, el reflujo laríngeo-faríngeo, conocido como reflujo silencioso, no siempre causa ardor en el pecho ni sensación de acidez. Esto lo vuelve más difícil de detectar, aunque puede afectar distintas funciones, como la respiración, la voz o el descanso. Ocurre cuando los ácidos del estómago suben por el esófago y llegan hasta la laringe o la faringe, generando inflamación en zonas sensibles que no están preparadas para soportarlos. Síntomas frecuentes (aunque poco asociados): – Tos crónica o carraspera, sobre todo a la mañana – Sensación de nudo o cuerpo extraño en la garganta – Voz ronca o afonía que empeora durante el día – Necesidad de aclarar la garganta constantemente – Dificultades para tragar – Ardor en la boca del estómago (no siempre presente) – Despertares nocturnos con tos o sensación de ahogo Estos síntomas pueden confundirse con alergias, infecciones respiratorias o estrés. Por eso, muchas personas pasan meses o años sin diagnóstico. Qué lo puede provocar: – Comer justo antes de dormir – Consumo frecuente de café, alcohol, chocolate o alimentos grasos – Fumar – Sobrepeso u obesidad – Estrés sostenido, que altera el sistema digestivo En algunos casos, también influye la anatomía del tracto digestivo (como una hernia hiatal) o un mal funcionamiento del esfínter esofágico superior. Diagnóstico y tratamiento: El diagnóstico suele hacerlo un gastroenterólogo o un otorrinolaringólogo. Puede incluir endoscopía, pH-metría o laringoscopía. Una vez detectado, el tratamiento incluye: – Cambios en la alimentación y horarios de comida – Evitar acostarse inmediatamente después de cenar – Medicación para reducir la acidez (como inhibidores de bomba de protones) – En algunos casos, terapia foniátrica si hay afectación de la voz Detectar a tiempo el reflujo silencioso evita complicaciones crónicas en las vías respiratorias y vocales, mejora el sueño y la calidad de vida. Si tenés síntomas persistentes, aunque no haya ardor, es importante consultar.
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