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Parana » Informe Digital
Fecha: 18/06/2025 14:59
Ante el incremento de las importaciones, el sector porcino exigió detener el ingreso de carne de cerdo que contiene ractopamina y alertó sobre una competencia desleal. Durante una conferencia organizada por la Mesa de las Carnes, donde se evalúo la situación actual del sector, Daniel Fenoglio, representante de la Federación Porcina Argentina, solicitó la prohibición definitiva de la carne porcina con ractopamina, un aditivo que está prohibido en más de 160 países, aunque sigue permitido en las importaciones de este producto en Argentina. Si bien no representa riesgos para la salud humana, su uso reduce los costos de producción, lo que, según los actores del sector, genera una competencia desleal. La ractopamina es un promotor del crecimiento que permite obtener mayor cantidad de carne magra en menor tiempo. El dirigente explicó que su uso ha estado prohibido en la producción local desde 2006 y está vetado en gran parte del mundo, incluyendo mercados clave como la Unión Europea, China y Rusia. Sin embargo, subrayó que sigue siendo autorizada por la normativa argentina para productos importados. “No queremos que se permita su uso aquí porque nos parece totalmente anacrónico”, afirmó. La producción de cerdo enfrenta la competencia de las importaciones de Brasil con la perspectiva de un consumo en alzaShutterstock Según detalló el dirigente, Brasil exporta carne porcina sin ractopamina a los países que la prohíben, pero sí la utiliza para enviar cortes a Argentina y Uruguay, generando una “competencia desleal” al abaratar costos entre un 5% y un 10%. “Creemos que, en un mundo que se dirige hacia un menor consumo de promotores, en busca de una carne más natural, no tiene sentido permitir su uso”, declaró. Y añadió: “Lo que Brasil exporta a China o Filipinas es sin ractopamina. Únicamente exporta con ractopamina a Argentina y Uruguay”. Este reclamo surge en un contexto de fuerte incremento en el volumen de carne porcina importada. “Este año ya hemos superado las cifras del año pasado y nos encaminamos hacia un nivel de importación similar a los más altos de la década del 90, siendo Brasil el principal proveedor”, insistió Fenoglio. En efecto, el vecino país juega un papel preponderante en las importaciones de carne porcina que llegan a Argentina. Solo en mayo de 2025, el 94,95% del volumen importado provino de Brasil, lo que representó aproximadamente 5.367.000 kilos netos de un total mensual de 5.647.790 kilos. Además, entre enero y mayo, las importaciones totales alcanzaron los 25.756.975 kilos, por un valor de US$77.768.153, siendo de nuevo Brasil el principal origen. Ante este panorama, se renovó el pedido para que el Gobierno prohíba el ingreso de carne con ractopamina, una solicitud que —según Fenoglio— ya ha sido presentada al Senasa y al Gobierno. “El primer paso consistiría en anular esa resolución que la permite. Es lo más sencillo, ya que solo hay que derogarla y automáticamente no podrá entrar nada con ractopamina”, afirmó. Por otro lado, en relación a la situación del sector, Fenoglio señaló que este año ha sido atípico. “Generalmente, el precio del cerdo tiende a estancarse o descender, pero este año hemos tenido un buen consumo. Sin embargo, a partir de mayo o junio comenzó a caer drásticamente y el precio se ha estancado”, explicó. A pesar de ello, estimó que la producción cerrará 2025 con un crecimiento superior al 5%. Fenoglio: “Normalmente el precio del cerdo se estanca o cae, pero este año tuvimos muy buen consumo. Ahora en mayo o junio empezó a caer drásticamente y el precio quedó estancado”MSD Salud Animal Explicó que el sector trabaja en cuatro frentes: comercio exterior, promoción del consumo, mejoras sanitarias e inversión. En lo que respecta al comercio exterior, mencionó que actualmente tienen mercados interesados, los mismos a los que Brasil envía el 64% de su exportación, aunque aún hay plantas argentinas que no están habilitadas para exportar. En el ámbito sanitario, detalló que se avanza en un plan para erradicar el virus de Aujeszky, una enfermedad endémica en Argentina, el cual será financiado por la producción, ya que el Estado “no cuenta con fondos para ello”. También hizo hincapié en la presión impositiva, indicando que el cerdo tiene un IVA del 10,5%, mientras que la mayoría de los insumos tributa al 21%, lo que genera saldos a favor que no se recuperan. “Esto se traduce en un sobrecosto, especialmente al realizar inversiones”, explicó. Finalmente, destacó los esfuerzos en la promoción del consumo interno, enfocándose en cortes que normalmente se destinan a la industria de chacinados, como la pata y la paleta, para contrarrestar las caídas estacionales en la demanda. “Esta promoción también se realiza con fondos propios. No hay un instituto obligatorio, se trata de fondos voluntarios y escasos de los productores”, concluyó. Francisco Do Pico, de la Cámara de la Industria de Chacinados y Carnes del Cerdo (Caicha), también participó en el encuentro y destacó que el sector lleva ocho meses en recuperación del consumo, llegando a niveles similares a 2022. “Tanto la carne de cerdo como los chacinados están en crecimiento, aunque estos últimos muestran un mejor desempeño”, comentó. En los primeros cinco meses del año, el sector creció un 7,5% en comparación con el mismo período del año anterior. Do Pico también destacó la reciente apertura del mercado de Filipinas para exportaciones porcinas y manifestó su expectativa de que se habilite también el envío de menudencias. “El canciller anunció que ya está todo listo para la firma, a la espera —entendemos— de una visita presidencial a ese país”, indicó. En lo que respecta a las importaciones, coincidió con Fenoglio en que es un tema que debe ser monitoreado de cerca. “Este año han crecido más de un 400%, un dato relevante. Por ahora no lo consideramos como una amenaza concreta en el segmento de los chacinados, pero sin duda es un asunto a seguir, y apoyamos el pedido de la Federación sobre la recategorización impositiva”, concluyó.
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