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Parana » Informe Digital
Fecha: 18/06/2025 14:58
CÓRDOBA.- El incremento del conflicto en Medio Oriente, derivado de los bombardeos entre Israel e Irán, está siendo monitoreado de cerca por los mercados globales por su potencial impacto en los precios de commodities como el petróleo y el trigo. La inestabilidad es una consecuencia directa de esta situación. Dependiendo de cómo se desarrolle, podría influir en los precios de granos como el trigo y en la disponibilidad de fertilizantes. Maximiliano Moreno, director del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, indicó a LA NACION que la experiencia demuestra que los conflictos bélicos “no solo representan un flagelo en términos de pérdida de vidas humanas, sino que a menudo generan inestabilidad en los flujos de comercio mundial y en los mercados de commodities, lo cual nunca es una señal positiva para el desarrollo adecuado de los agronegocios". Señala que la magnitud de estas dinámicas generalmente depende de la escala del conflicto, “es decir, tanto de la relevancia geopolítica de los actores involucrados como de la extensión territorial del mismo". Para Moreno, es fundamental considerar que, en términos de logística internacional, el estrecho de Ormuz —situado entre el golfo de Omán y el golfo Pérsico, donde Irán se ubica en su costa norte y el enclave omaní de Musandam en la sur— es transitado por cerca del 20% del comercio mundial de petróleo. Asimismo, por el canal de Suez —que conecta el Mediterráneo con el golfo de Suez, en el mar Rojo— circula aproximadamente el 15% del comercio mundial de granos. “El aumento del riesgo en el tránsito por estas vías, derivado del conflicto armado, repercutirá seguramente en el precio de los seguros internacionales", aclara el experto, quien añade que eventuales desvíos en el tráfico podrían generar sobrecostos por la necesidad de desarrollar rutas más largas. “En definitiva, todos estos factores implican cargas adicionales en el comercio internacional”, sintetiza. Otro aspecto a considerar es el suministro de fertilizantes, especialmente si el conflicto se expande geográficamente o afecta la logística marítima. Aclara que, aunque los países involucrados no poseen el peso productivo-exportador de Rusia —cuyo conflicto con Ucrania tuvo un fuerte impacto en el precio de los fertilizantes—, cualquier factor que incida en el área logística “podría generar un impacto en el normal abastecimiento de fertilizantes". “El aumento del riesgo en el tránsito por estas vías, derivado del conflicto armado, repercutirá seguramente en el precio de los seguros internacionales", precisa MorenoMENAHEM KAHANA – AFP Moreno destaca que tanto Medio Oriente como el norte de África son regiones clave en la producción y exportación de fertilizantes, especialmente de los nitrogenados como la urea. Según datos de la Secretaría de Agricultura, los principales orígenes de las importaciones argentinas de fertilizantes en 2024 fueron Marruecos, China, Estados Unidos, Perú, Rusia y Argelia. Las importaciones desde Israel son relativamente bajas. En cuanto a las exportaciones directas de Argentina, de acuerdo a datos del Indec, se envían alrededor de US$450 millones anuales a Israel, principalmente en carne bovina y harina y pellets de soja. No se registran operaciones hacia Irán. Claro está que, si el conflicto se extiende o afecta el flujo comercial normal hacia otros países de la región, el analista añade que el impacto podría ser mayor, ya que Argentina exporta a Arabia Saudita por US$1500 millones (principalmente harina de soja y maíz) y a Emiratos Árabes Unidos por US$600 millones (con una alta presencia de maíz). Por su parte, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, señala que a la tensión bélica se le contrapone el acercamiento diplomático entre Estados Unidos y China, lo que disminuye la tensión comercial: “Este avance reduce la incertidumbre global y favorece el comercio agrícola. China está importando mucho más, especialmente desde Brasil, que había visto demoras en sus embarques”. En cuanto a las exportaciones directas de Argentina, de acuerdo a datos del Indec, se envían unos US$450 millones anuales a Israel, principalmente carne bovina y harina y pellets de sojaVictor R. Caivano – AP En lo que respecta a los fundamentos productivos, el clima sigue favoreciendo la soja y el maíz en Estados Unidos. “Aún falta lo más crítico en julio y agosto, pero la campaña avanza de manera muy positiva [en EE.UU.]”, resalta. Las exportaciones de maíz norteamericano continúan firmes, y el último informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) incrementó sus proyecciones de exportación para 24/25. Por el contrario, el trigo sigue bajo presión. “Las cosechas están estabilizadas y los fondos están muy vendidos. Aun así, las exportaciones 25/26 superan el ritmo normal. Quizás Chicago esté demasiado bajo”, advierte el especialista.
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