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» Solochaco
Fecha: 18/06/2025 13:52
El senador nacional por la UCR, Víctor Zimmermann, admitió abiertamente sus aspiraciones políticas y dejó en claro que, aunque sueña con gobernar la provincia del Chaco, su prioridad está en consolidar un proyecto colectivo y no en una carrera individual. «Obviamente que sería un gusto para mí, alguna vez, poder estar al frente del Poder Ejecutivo de la provincia. Me gustaría ser gobernador del Chaco. Sí, claro que sí», aseguró, aunque aclaró: «Formo parte de un proyecto político. Hay que fortalecer lo que tenemos. Hoy me parece que es más importante el proyecto que el cargo». En declaraciones a radio Natagalá, Zimmermann destacó la necesidad de reconstruir el diálogo político y bajar el nivel de confrontación: «Hay que bajar el tema de la confrontación y tener más diálogo. Ese es un enorme desafío. Cuando uno convoca a alguien a su casa, tiene que estar dispuesto a que mire su comedor. Para consensuar hay que bajar las pretensiones y el ego. Muchos creen que llegan a un cargo y que la transformación se hace de la noche a la mañana, pisando a todo el mundo». El legislador nacional también dedicó parte de su reflexión a la necesidad de formar nuevos cuadros políticos: «Por supuesto que no niego que tengo aspiraciones. De hecho, por eso trabajo, por eso me manifiesto y por eso trato de que gente nueva se incorpore a la política. Tengo experiencia. Cuando fui intendente de Fontana, convoqué a vecinos que tenían prestigio y les pedí que se involucren. Muchos se resistían. Entrar a la política es entrar al barro. Y quienes han construido una buena imagen no quieren tirarla a los chanchos». En esa línea, exhortó especialmente a los jóvenes a comprometerse: «Le pido fundamentalmente a los jóvenes que participen en política. Si es en el radicalismo, mejor. Pero que participen. Porque finalmente, los candidatos salen de ahí. Aunque una cosa es ser candidato, otra es transformar la realidad y otra muy distinta es sentarse en el sillón de un municipio o una gobernación. No es tan simple». En otra parte también alertó sobre la debilidad en la formación de nuevos dirigentes: «En el último debate, hace dos meses, salvo dos o tres, el resto mostró una pobreza intelectual preocupante. Me da vergüenza. Un dirigente debe saber cuántos kilómetros cuadrados tiene el Chaco, cuáles son sus principales producciones, cuántas rutas tenemos y cuántas están rotas. Eso forma parte del ADN de quien quiere conducir». Protagonismo de la UCR Consultado sobre la pérdida de protagonismo de la UCR y sus alianzas con otras fuerzas, Zimmermann reconoció que el partido atraviesa un momento de dispersión: «Nos pasó de todo. Para una caída como la que vivimos hay que hacer varios análisis. Soy de los que prioriza los principios, pero hoy no alcanza solo con eso. También hay que generar expectativas», afirmó. Según el senador, la irrupción de las nuevas tecnologías y el debilitamiento de las estructuras partidarias tradicionales han transformado la lógica de la política: «Para ser candidato hoy tenés que figurar en una encuesta. Y para figurar en una encuesta tenés que hacer una construcción casi unipersonal, captar la atención de los medios. Podés ser muy bueno, pero si no conocen tu cara y tu voz, no existís», sostuvo. Zimmermann también analizó críticamente las decisiones estratégicas del radicalismo en los últimos años: «Muchos creímos que desde el individualismo se podía sostener un partido nacional. Y eso nos llevó a buscar candidatos afuera, a hacer alianzas sin tener claro un proyecto propio. Decimos que preferimos perder elecciones con nuestros principios, pero en la práctica nadie quiere presentarse para perder», reflexionó. El legado de Alfonsín y las heridas abiertas El senador recordó con emoción los años de la vuelta a la democracia y el liderazgo de Raúl Alfonsín, a quien reivindicó como una figura central: «Muchos nos reprochaban que Alfonsín se fue antes. Pero lo hizo para sostener las instituciones. No supimos defenderlo como correspondía. Hoy el mundo lo reconoce, incluso el propio peronismo le rindió homenaje», remarcó. Frente a las críticas sobre el rol actual del partido, Zimmermann no dudó: «Sí, nos estamos diluyendo. Pero yo soy de los que cree que el político nunca muere, y las ideas tampoco. Aun así, hoy no alcanza solo con los principios: hay que generar otras expectativas, otros mecanismos, y bajar los egoísmos», insistió. Una UCR con presencia, pero sin unidad Pese a las dificultades, el legislador destacó la representación territorial del partido: «Tenemos gobernadores que encabezan los rankings, senadores y diputados especializados, intendentes en todo el país. Pero no somos un proyecto político unificado. Eso es lo que nos falta, ese es el gran desafío», subrayó. Consultado sobre la «mochila» que dejó la salida anticipada de Fernando de la Rúa, Zimmermann fue claro: «No hemos podido superar ese duelo. La sociedad todavía nos lo recuerda, y no hemos sido capaces de reconstruir la confianza desde entonces». Falta de políticas agropecuarias coherentes Víctor Zimmermann, destacó la falta de políticas agropecuarias coherentes y sostenidas en el tiempo, así como la necesidad de un proyecto político con visión de mediano y largo plazo. «Los dolores que tiene el Chaco en su interior son los mismos que tiene la República Argentina en general», afirmó Zimmermann al iniciar el diálogo. El legislador contó además detalles de su historia personal y vínculo con el sector rural chaqueño: «Yo formo parte de la familia roquecuaria. Nací en Presidencia Roque Sáenz Peña, y desde chico estoy vinculado al campo, que es donde está mi vida y mi familia». Zimmermann destacó el ejemplo de Brasil, donde la política agropecuaria se mantiene invariable desde hace 30 años. «Fui invitado a la cumbre de legisladores del campo en Brasil y pude comprobar que allí hay 370 legisladores vinculados al sector agropecuario de un total de 512 diputados. Desde el gobierno de Cardoso hasta Lula o Bolsonaro, la política agropecuaria no cambió, y eso los convirtió en el tercer productor de alimentos del mundo». El senador cuestionó la política argentina de retenciones al campo, que definió como «un impuesto directo que va al tesoro nacional y no se coparticipa». Recordó que este mecanismo «se inició durante los gobiernos militares y se profundizó en los gobiernos democráticos posteriores». En este sentido, explicó: «Nosotros sacamos retenciones, luego las ponemos; declaramos enemigos al campo y también socios. Esto genera incertidumbre para el productor». Sobre la situación macroeconómica, Zimmermann fue claro: «Para que la gente común entienda, si en tu casa ganás 100, no podés gastar 150. Eso es lo que hicimos en los últimos 50 años. Gastamos más de lo que teníamos, y la forma de subsanarlo fue con emisión monetaria e impuestos nuevos que no son coparticipables». Dietas en el Senado Acerca del reciente aumento de dietas en el Senado, el senador aclaró: «No es sólo por eso que doné el aumento. Cuando el año pasado se quiso incluir el tema de los dos tercios en una reunión extraordinaria, me ausenté porque no quería avalar eso. En pandemia, cuando hubo un incremento acordado, dije que no iba a cobrar y que lo donaría. Recorro el Chaco llevando insumos hospitalarios». Sobre la donación actual, explicó: «La vicepresidenta del Senado sacó un decreto que nos permite optar por aceptar o no el incremento. Presenté la nota y no lo voy a cobrar. Estamos hablando con otros senadores para donar esos fondos al Hospital Garrahan, y me voy a adherir si la propuesta prospera». El legislador subrayó su compromiso con la institución y la ayuda a los más necesitados: «Visité varias veces el Garrahan, estuve con su comisión directiva. Muchos chaqueños que pude ayudar no los conozco personalmente, pero nos piden colaboración para poder estar con sus familiares. Esas cosas hay que sostenerlas». Finalmente, hizo un llamado a la corrección de excesos en las instituciones públicas: «Con la creación de universidades y estructuras, se armaron cajas políticas. Eso debe decirse con todas las letras. No me asombra la necesidad de reestructurar organismos para gastar mejor la plata pública. Apoyo al INTA y al INTI, pero no para cerrarlos». (Por Diario La Voz del Chaco)
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